Resultados desiguales de las campa?as contra el tabaco en los pa¨ªses desarrollados
Dentro de un a?o todas las cajetillas de tabaco que se expenden en Espa?a deber¨¢n llevar impreso la frase "La Direcci¨®n General de la Salud P¨²blica advierte que el uso del tabaco puede ser perjudicial para la salud". En un m¨¢ximo de dos a?os se suprimir¨¢ totalmente la publicidad en todos los medios de comunicaci¨®n social de car¨¢cter p¨²blico.
Estas y otras medidas, contenidas en el decreto aprobado el pasado viernes en Consejo de Ministros, acercan la legislaci¨®n espa?ola a la de la mayor¨ªa de los pa¨ªses desarrollados, donde las campa?as antitab¨¢quicas han logrado resultados desiguales.El primer pa¨ªs donde se implantaron medidas contra el tabaco fue Estados Unidos, hace ya quince a?os, aunque los resultados han sido simplemente alentadores, si se tiene en cuenta la intensidad de la campa?a antitab¨¢quica. El porcentaje de fumadores se ha reducido en apenas un 8%. En todos los transportes p¨²blicos existen zonas diferenciadas y se proh¨ªbe fumar en la mayor¨ªa de los establecimientos p¨²blicos. Muchos bares y restaurantes separan a los fumadores de los no fumadores.
En otros pa¨ªses, fundamentalmente europeos, donde se han producido fuertes campanas antitab¨¢quicas, se ha logrado una disminuci¨®n muy importante en el n¨²mero de fumadores, lo que muestra hasta qu¨¦ punto es un h¨¢bito social. En Finlandia se ha reducido la cifra, entre los varones, de un 65% en 1965, a un 30% en la actualidad. En Francia, s¨®lo tres a?os han bastado para que el porcentaje de fumadores descienda de un 44% a un 36%, y las cifras en el Reino Unido son similares.
Esta diferencia con Estados Unidos es achacable, al parecer, a que la industria norteamericana, avisada desde hace ya quince a?os, cuando se implant¨® la obligatoriedad de advertir al consumidor sobre el peligro del tabaco, ha sabido reaccionar con la introducci¨®n de nuevas labores bajas en nicotina y alquitr¨¢n, que producen menos mon¨®xido de carbono al quemarse. Esto proporciona mayor tranquilidad a los fumadores, frente a tantos datos cient¨ªficos irrefutables sobre la peligrosidad del tabaco.
La Organizaci¨®n Mundial de la Salud no duda en afirmar que el tabaco es responsable del 30% de las muertes por c¨¢ncer, sin contar otras enfermedades, especialmente cardiovasculares y respiratorias, que cuestan a los Estados miles de millones al a?o s¨®lo en cuidados sanitarios y faltas al trabajo. En Estados Unidos, el ¨²nico tipo de c¨¢ncer calificado de epid¨¦mico ha sido el de pulm¨®n, causado por el tabaco. En Espa?a, ante las nuevas medidas a adoptar, conviene recordar que fuma el 45% de los espa?oles mayores de diecis¨¦is a?os, que el consumo aument¨® en los dos ¨²ltimos a?os, a pesar del alza de los precios, y que se estima que el tabaco mata anualmente de forma directa a 10.000 espa?oles. Cifras que habr¨¢ que comparar con las de dentro de cinco a?os para comprobar la eficacia de esta campa?a preventiva.
En cuanto a la facilidad para dejar de fumar, una reciente investigaci¨®n ha mostrado que es mayor cuanto m¨¢s empedernido es el fumador, y que el temor a posibles enfermedades no es motivo suficiente para abandonar el vicio. S¨®lo una convicci¨®n personal de que se debe dejar permite lograrlo.
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