La secta Molan arremete contra los exoreistas del siglo XX
La guerra particular entre la secta Moon y los familiares cuyos hijos se han hecho miembros de aqu¨¦lla ha tomado especial relieve en Francia, al intentar los padres de Claire Chateau, mayor de edad, rescatarla para someterla a una cura a cargo de especialistas desprogramadores, motejados por la secta Moon de ser los exorcistas del siglo XX.
Claire Chateau fue llevada a una granja donde el desprogramador brit¨¢nico Martin Fraiers, otrora n¨²mero dos de la secta en el Canad¨¢, deber¨ªa tratar de liberar a la joven de la influencia sectaria, previo pago de 35.000 francos (m¨¢s de medio mill¨®n de pesetas).Durante dos d¨ªas, Martin Fraiers ha hablado largamente con la chica, le ha proyectado una serie de filmes sobre el modo de hacer de los Moon y las reuniones secretas del grupo dirigente, manejando documentaci¨®n que les es vedada a los miembros de la secta. Entre tanto, sus padres la fotografiaban sin que lo supiera, para que ella pudiera luego apreciar su inexpresividad y apat¨ªa.
Pero a los dos d¨ªas se present¨® la polic¨ªa, obligando a interrumpir el tratamiento y permitiendo a Claire Chateau volver con sus correligionarlos. Al d¨ªa siguiente, los padres fueron acusados oficialmente de secuestro y pueden acabar ante los tribunales.
El incidente ha servido a los Moon para lanzar una fuerte ofensiva contra la desprogramaci¨®n, ?un sistema que recurre a toda suerte de violencias morales, f¨ªsicas y hasta sexuales?, seg¨²n declaraba el n¨²mero dos de la secta Moon en Francia y en Europa, Michel Cloarec. El desprogramador Martin Fraiers justifica el coste de la operaci¨®n alegando que para normalizar a un adepto de Moon hacen falta unos diez d¨ªas.
La Asociaci¨®n francesa para la Defensa de la Familia y el Individuo (ADFI) ha ofrecido su apoyo a los procedimientos no violentos de desprogramaci¨®n aunque lamenta el lado comercial del incidente. Esta asociaci¨®n intent¨® la coordinaci¨®n de todas las asociaciones empe?adas en la lucha contra las sectas, y para ello convoc¨® hace a?o y medio, en Par¨ªs, a unas sesenta personas que proced¨ªan de veinticuatro pa¨ªses. Una de las entidades presentes era la Asociaci¨®n Espa?ola Pro Juventud, que a partir de entonces desarrolla una intensa campa?a de informaci¨®n a la opini¨®n p¨²blica y a lo, padres con hijos en sectas ?sobre sus mecanismos ocultos?. Seg¨²n explicaron en Madrid, estas sectas consiguen manipular el cerebro mediante t¨¦cnicas de sofronizaci¨®n, dieta adecuada, largas horas de oraci¨®n ritual y rigurosas prohibiciones, como abstenci¨®n del sexo il¨ªcito.
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