Vuelve un joven cl¨¢sico
En 1961, Jules et Jim form¨® parte de la renovaci¨®n general del cine franc¨¦s, de la propuesta que formulaban los j¨®venes de entonces frente al anquilosamiento del cine cl¨¢sico. Fue recibida con admiraci¨®n, aunque ese entusiasmo general se diluyera en el conjunto de la llamada nueva ola, donde no todo fue tan importante ni tan renovador.Olvidados, veinte a?os despu¨¦s, los extremos del combate, Jules et Jim no s¨®lo sigue siendo un filme admirable, sino, con seguridad, de los mejores de Fran?ois Truffaut, ¨²ltimamente entregado a un sentimentalismo m¨¢s facil¨®n, a una bonhom¨ªa conservadora. Jules et Jim, por el contrario, ofrece elementos po¨¦ticos suficientes para invitar a una reflexi¨®n sobre la naturaleza de la amistad, la pasi¨®n amorosa, la viabilidad de la pareja, las miserias de una vida compartida. Reflexi¨®n que se ampl¨ªa a una clara sugerencia de libertad que poco posible resulta en una sociedad estructurada para impedirla.
Jules et Jim
Direcci¨®n: Fran?ois Truffaut. Fotograf¨ªa: Raoul Coutard. Int¨¦rpretes: Jeanne Moreau, Oscar Wernes, Henri Serre. Comedia dram¨¢tica. Francesa, 1981.Local de estreno: Luna 2.
No se plante¨® Truffaut un filme did¨¢ctico, sino un poema en el que sensibilizara sus inquietudes sobre ese amor y esa amistad, como har¨ªa, con desigual fortuna, en otros t¨ªtulos posteriores, como a partir de hoy, martes, puede comprobarse en el ciclo organizado por la Filmoteca Nacional. La leve ingenuidad que flota sobre Jules et Jim era imposible a?os despu¨¦s. Y es una ingenuidad necesaria. Los recovecos de la vida adulta impidieron en Truffaut la creaci¨®n de otra pel¨ªcula de tan singular espontaneidad, de tan admirable frescura.
Ocurri¨® tambi¨¦n que no interven¨ªa en esas pel¨ªculas una actriz de la fuerza m¨¢gica de Jeanne Moreau. La sensible vitalidad de esta actriz inunda todos los aspectos de Jules et Jim, enriqueci¨¦ndolos, d¨¢ndoles consistencia. La pel¨ªcula nace de su mirada, de su sonrisa, de su extra?o rostro. Jeanne Moreau es en s¨ª misma un espect¨¢culo, la clave veros¨ªmil de ese amor compartido con dos hombres en los que busca ternura y coraje, protecci¨®n y libertad, a los que ama y rechaza. Ella es la raz¨®n de la libertad por la que clama la pel¨ªcula. Ella es la pel¨ªcula.
L¨¢stima que los subt¨ªtulos, desiguales, con faltas ortogr¨¢ficas y horroroso castellano, impidan muchas veces el apasionamiento que la pel¨ªcula requiere. Lo grave de este aspecto es, sin embargo, que se est¨¢ transformando en normal que las pel¨ªculas subtituladas no se puedan leer. Es necesaria una mayor atenci¨®n por parte de sus responsables.
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