Koos Koster, Joop Willemse, Jan Kuiper y Hans Terlaag, periodistas

Las gentes del mundo civilizado y, de forma muy especial, quienes trabajan en el campo de la comunicaci¨®n social, lamentan hoy la muerte, en circunstancias a¨²n no suficientemente aclaradas, de cuatro periodistas holandeses en El Salvador. Koos Koster, de 46 a?os, Joop Willemse, de 42, Jan Kuiper, de 40 y Hans Terlaag, de poco m¨¢s de veinte, que trabajaban para la cadena Nos, de La Haya, hab¨ªan recibido el encargo de realizar un informe sobre la vida cotidiana de los salvadore?os que habitan en las zonas ocupadas por la guerrilla.Ayer mismo, el semanario Vrij Nederland publicaba en primera p¨¢gina un reportaje firmado por Koster y Kuiper en el que narraban su reciente detenci¨®n por la polic¨ªa salvadore?a y los progresos del movimiento armado. En esa ocasi¨®n, los cuerpos de seguridad de El Salvador, que han alcanzado triste fama por su protagonismo en torturas y matanzas indiscriminadas de civiles, acusaron a los periodistas holandeses de colaborar con la guerrilla, bas¨¢ndose en el hecho de que en el bolsillo del uniforme de un combatiente muerto se hall¨® una nota con el nombre de Koster. Un compa?ero de los informadores muertos, Jan Schmeitz, ha asegurado disponer de datos suficientes para afirmar que los cuatro periodistas cayeron en una emboscada y fueron asesinados.

Este episodio trae al recuerdo otro parecido ocurrido en el verano de 1979 en Nicaragua, en el que un periodista norteamericano, William Stewart, fue fr¨ªamente asesinado por un sargento de la Guardia Nacional somocista, ante las c¨¢maras de televisi¨®n de sus compa?eros. Aquel suceso, que conmocion¨® a la opini¨®n p¨²blica, fue el golpe de gracia para el tambaleante r¨¦gimen dictatorial de Anastasio Somoza.