Los capitanes Abad y Mu?ecas respaldan la versi¨®n del asalto al Congreso facilitada por Tejero
Durante la sesi¨®n de la ma?ana de la vig¨¦simosegunda sesi¨®n de la vista que se sigue contra los 33 procesados por el intento de golpe de. Estado del 23 de febrero, fueron interrogados los capitanes de la Guardia Civil Abad y Mu?ecas, los dos oficiales que m¨¢s directamente actuaron a las ¨®rdenes de Tejero durante la ocupaci¨®n del Congreso. El primero de ellos asegur¨® que Tejero le dijo por tres veces que se hab¨ªa entrevistado con el general Armada en un piso de la calle Pintor Juan Gris de Madrid. Por su parte, y en una alusi¨®n completamente al margen de los hechos juzgados, el capit¨¢n Mu?ecas -que estaba destinado en Tolosa (Guip¨²zcoa) cuando sali¨® a la luz p¨²blica el caso de torturas contra la dirigente de Organizaci¨®n Revolucionaria de Trabajadores Amparo Arangoa- comprometi¨® el buen nombre de Jos¨¦ Mar¨ªa de Areilza a prop¨®sito de valoraci¨®n de un chal¨¦ suyo destru¨ªdo por un atentado.
Jos¨¦ Luis Abad Guti¨¦rrez, para quien el fiscal pide una pena de ocho a?os de prisi¨®n, declar¨® que supo que se iba a tomar el Congreso cuando lleg¨® a la plaza de Neptuno en la tarde el 23-F y que se -sum¨® a las fuerzas ocupantes por una orden que le di¨® Tejero.Afirm¨® que, antes de que se produjera el asalto al Congreso, vi¨® Tejero en el despacho del coronel Manchado, jefe del Parque Automovil¨ªstico de la, Guardia Civil, pero que tampoco supo que esa acci¨®n se iba a producir, porque a ¨¦l lo ¨²nico que le interesaba saber era si el Rey quer¨ªa que se realizara la operaci¨®n de la que se le hab¨ªa hablado. Reconoci¨® que Tejero le dijo que formara un cord¨®n en torno al Congreso y que dijo a los tenientes del parque que avisaran a los guardias francos de servicio, "puesto que si el Rey era quien mandaba la operaci¨®n, quer¨ªa que participaran en la misma hombres de toda la unidad".
-Fiscal: ?Intervino alguna otra persona en la conversaci¨®n con Tejero en el despacho del coronel Manchado?
-Abad: S¨ª. Fue un hombre de paisano, al que Tejero present¨® como el capit¨¢n G¨®mez Iglesias miembro de la Guuardia Civil, adscrito al CESID. Yo no lo conoc¨ªa personalmente. Tejero dijo que G¨®mez Iglesias hab¨ªa presenciado su conversaci¨®n con el comandan te Cortina y pod¨ªa confirmar que lo que Tejero nos estaba diciendo era cierto. Ello confirm¨® mis creencias de que lo que nos hab¨ªa expuesto el teniente coronel Tejero era verdad.
Dijo que ¨¦l llev¨® al Congreso 125 hombres, entre suboficiales y guardias, y cuatro tenientes a los que, reconoce, orden¨® ir con ¨¦l. A?adi¨® que, cuando subi¨® a los autobuses, estaban pr¨®ximos a ellos Tejero y Manchado y que entr¨® luego en el Congreso detr¨¢s del teniente coronel, qued¨¢ndose ¨¦l en las puertas giratorias, que estaban plegadas.
-Fiscal: ?Sabe qu¨¦ fuerzas iban a relevarles en el Congreso?
-Abad: La Divisi¨®n Acorazada, pero no lo podr¨ªa asegurar.
-Fiscal: ?Oy¨® usted que el traslado al Congreso iba a estar coordinado por radio-tel¨¦fonos del CESID?
-Abad: S¨ª, eso me lo dijo Tejero.
-Fiscal: ?Ordenaron que toda la gente se tirara al suelo, cuando entraron ustedes en el Congreso?
-Abad: S¨ª. Como ten¨ªamos la orden de no utilizar armas, estim¨¦, como medida, que no nos dispararan a nosotros, por lo que orden¨¦ que se tiraran al suelo.
Por lo que se refiere a la llegada del coronel Alcal¨¢ Galiano, jefe de la Polic¨ªa Nacional de Madrid, Abad dijo que vi¨® c¨®mo Tejero le salud¨® y aqu¨¦l le pregunt¨® "qu¨¦ pasaba all¨ª", a lo que el teniente coronel le respondi¨® que estaba cumpliendo un servicio ordenado por su Majestad. Afirm¨® el procesado que Alcal¨¢ dijo: "?Ah!, eso es otra cosa". Luego, seg¨²n su declaraci¨®n, Tejero habl¨® con Valencia y Alcal¨¢ quiso tambi¨¦n ponerse al tel¨¦fono, pero aqu¨¦l le dijo que estaba hablando ¨¦l.
Alusiones a Felipe Gonz¨¢lez
-Fiscal: ?Vi¨® la llegada del general Armada?
-Abad: Vino un guardia y me dijo que en la puerta hab¨ªa un general que dec¨ªa duque de Ahumada, y que no pasaba. Fu¨ª a dec¨ªrselo a Tejero, quien me dijo: "?Por fin!"; y sali¨® muy r¨¢pido hacia la entrada. Tejero nos dijo, despu¨¦s de la entrevista, que Armada le hab¨ªa explicado que en el Gobierno de coalici¨®n, el vicepresidente primero y ministro de Asuntos Exteriores iba a ser Felipe Gonz¨¢lez. Ante mi cara de extra?eza, Tejero me dijo: "Pues que no te extra?e, porque el ministro de Trabajo iba a ser Sol¨¦ Tura".
-Fiscal: ?No dio el t¨¦lex del Congreso el mensaje del Rey?
-Abad: Creo que s¨ª, porque despu¨¦s apareci¨® el texto, ya de madrugada, pero como el t¨¦lex hab¨ªa dado noticias contradictorias y contrarias a lo que all¨ª estaba ocurriendo, Tejero nos hab¨ªa dicho que no le di¨¦ramos cr¨¦dito, ya que pod¨ªa ser una operaci¨®n de despiste.
-Fiscal: ?Qui¨¦n particip¨® en la redacci¨®n del manifiesto que fue elaborado en el Congreso?
-Abad: Creo que la redacci¨®n fue del comandante Pardo, aunque despu¨¦s hizo matizaciones Tejero.
Interrogado luego por su abogado, Jaime Tent Soler, el capit¨¢n Abad, dijo que es licenciado en Derecho por la Universidad Complutense, pero que se di¨® de baja en el ejercicio de su profesi¨®n -era precisamente pasante en el despacho de su defensor- por una orden de incompatibilidades. Declar¨® que la aceptaci¨®n para hacer el servicio que le encomend¨® Tejero, dentro de la operaci¨®n golpista, fue fruto del discernimiento, porque entend¨ªa que no vulneraba la ley, porque el reglamento le exig¨ªa obediencia ciega y la clase de servicio que se le exig¨ªa ten¨ªa primac¨ªa.
-Tent: ?Pens¨® que el servicio era constitutivo de un golpe, alzamiento o rebeli¨®n?
-Abad: No, en absoluto. Yo no pod¨ªa pensar que el Rey pudiera querer algo tan da?ino para mi patria y yo pensaba que lo mandaba el Rey.
A una pregunta del abogado Hermosilla, defensor de Armada, el oficial procesado declar¨® que Tejero le dijo por tres veces que hab¨ªa mantenido una reuni¨®n con Armada en un piso de la calle del Pintor Juan Gris. A?adi¨® que, cuando abandon¨® el Congreso en el mismo coche que Tejero, ¨¦ste coment¨® que Armada hab¨ªa hecho de negociador, cuando a ¨¦l le hab¨ªa dado antes la orden de tomar el Congreso, en la reuni¨®n celebrada en el piso de la calle del Pintor Juan Gris.
-Hermosilla: Pero, ?Tejero dijo, cuando ustedes estaban con el coronel Manchado, que Armada estaba en esos momentos comiendo con el Rey?
-Abad: S¨ª.
-Hermosilla: ?Le dijo que cuando Armada llegara al Congreso comenzar¨ªa a dictar ¨®rdenes?
-Abad: S¨ª, nos lo dijo tambi¨¦n en el despacho de Manchado.
L¨®pez Montero, defensor de Tejero, quiso saber lo que hab¨ªa dicho G¨®mez Iglesias en aquella reuni¨®n, y Abad afirm¨® que lo que Tejero estaba diciendo era verdad. "Yo interpret¨¦", dijo el procesado, "que el CESID conoc¨ªa la operaci¨®n".
-De Meer: ?Sab¨ªa usted que la columna de la Divisi¨®n Acorazada estuvo aparcada frente al Congreso y que no le dieron orden de regresar?
-Abad: S¨ª, as¨ª fue.
-Ortiz: ?Qu¨¦ camino le queda a un miembro de la guardia civil cuando un superior le da una orden?
-Abad: Obedecer.
-Ortiz: ?Cabe la posibilidad de que un capit¨¢n coja un taxi y vaya a ver al director general de la Guardia Civil para confirmar la orden que le han dado?
-Abad: Eso es disparatado.
Un coronel de paisano
Tras el descanso del mediod¨ªa, el presidente llam¨® a declarar al capit¨¢n Mu?ecas, de la Guardia Civil, para quien el fiscal pide una pena de ocho a?os de prisi¨®n. Mu?ecas fue el oficial que se dirigi¨® a los diputados, en la tarde del 23 de febrero, para anunciarles que llegar¨ªa "una autoridad competente, militar por supuesto".
A?adi¨® el procesado que cre¨ªa que los ten¨ªentes que le acompa?aban -Alonso, Carricondo y Alvarez- sab¨ªan a donde iban, aunque ¨¦l no les hab¨ªa dado una explicaci¨®n clara. El fiscal interrog¨® entonces sobre el supuesto coche del CESID que habr¨ªa guiado hasta. el Congreso al autob¨²s en que se desplazaron las fuerzas que mindaba Mu?ecas. A este respecto, el procesado afirm¨® que "vi a un coche aparcado en doble fila y una persona sali¨® y nos hizo una indicaci¨®n para que le sigui¨¦ramos".
-Fiscal: El coche, ?era del CESID?
-Mu?ecas: No le puedo contestar.
-Fiscal: ?Podr¨ªa serlo?
-Mu?ecas: Cabe esa posibilidad.
-FIscal: ?Fueron detr¨¢s de ese coche hasta el Congreso?
-Mu?ecas: Yo le dije al conductor que siguiera al coche cita,do porque podr¨ªa requerirnos para alg¨²n servicio.
Preguntado por el fiscal si antes de llegar al Congreso sab¨ªa clue iban all¨ª, el capit¨¢n contest¨® que: se hizo conjeturas. "Pens¨¦", a?adi¨®, "en un atentado, en una alteraci¨®n del orden p¨²blico e incluso que al Rey le hab¨ªa pasado lo que en Guernica".
El capit¨¢n Mu?ecas sigui¨® diciendo que, cuando entr¨® en el Congreso, Tejero le dijo que se trataba de un servicio que mandaba Milans y que Armada estaba en
Pasa a la p¨¢gina 17
Viene de la p¨¢gina 16
la Zarzuela, recibiendo ¨®rdenes del Rey y que "en un cuarto de hora o veinte minutos llegar¨ªa al Congreso para transmitirle las ¨®rdenes del Rey".
En otra respuesta a las preguntas del fiscal, el procesado afirm¨® que, sobre las siete y cuarto o siete y media de la tarde, lleg¨® un coronel de paisano, cuyo nombre no recuerda, que dijo qtie iba de parte del general Armada y pregunt¨® por Tejero, quien contest¨® que en ese momento no pod¨ªa salir, pero que lo har¨ªa m¨¢s tarde. El fiscal pidi¨® alg¨²n dato m¨¢s sobre ese coronel y Mu?ecas explic¨® que aparentaba unos 50 a?os, que vest¨ªa una traje, era ¨¢gil y "algo m¨¢s grueso que yo, pero de mi estatura".
-Fiscal: ?Sabe si Armada di¨® la contrase?a al llegar?
-Mu?ecas: No lo s¨¦. Yo estaba molesto porque hab¨ªa dicho a los diputados que al poco tiempo llegar¨ªa una autoridad militar; pasaban ya seis horas y todav¨ªa no hab¨ªa llegado. Despu¨¦s de ese tiempo, vi a Armada en una habitaci¨®n acristalada. Entr¨¦ y le salud¨¦, pero Tejero me contest¨®: "Jes¨²s sal, que as¨ª me lo ha pedido el general Armada".
Preguntado despu¨¦s sobre el mensaje del coronel San Mart¨ªn a Pardo Zancada para que abandonara el Congreso, Mu?ecas contest¨® que aquella noche ten¨ªa la mente muy confusa y que no se enter¨® del contenido exacto del mensaje, pero que al oir cosas de patriotismo y de Espa?a, pens¨® que se trataba de una felicitaci¨®n.
Inici¨® luego el interrogatorio del capit¨¢n Mu?ecas su abogado, Santiago Segura Ferns, quien le pregunt¨® si en las declaraciones sumariales hab¨ªa dicho que cre¨ªa que en la operaci¨®n del 23-F estaban a las ¨®rdenes de Milans y que Armada estaba en la Zarzuela, donde iba a recib¨ªr las ¨®rdenes del Rey. El procesado respondi¨® afirmativamente. Luego dijo que en la noche del 23-F habl¨® con mucha gente. "S¨®lo" , a?adi¨®, "me falt¨® aquella noche hablar por tel¨¦fono con el Rey". El presidente interrumpi¨® al procesado y le dijo que consideraba una impertliiencia y una falta de respeto hacia el Rey su afirmaci¨®n.
-Segura: ?Donde conoci¨® a Tejero?
-Mu?ecas: En las provincias vascongadas, en varios entierros de guardias que yo ten¨ªa en la compa?¨ªa de la Guardia Civil de Tolosa (Guip¨²zcoa).
-Segura: ?Estaba usted amenazado de muerte por ETA?
-Mu?ecas: S¨ª.
-Segura: ?Conoc¨ªa usted alguna denuncia o s¨²plica puesta por el Gobernador Civil de Guip¨²zcoa a la Guardia Civil?
-Mu?ecas: S¨ª. En una ocasi¨®n en que hubo un atentado contra un chal¨¦, el gobernador pidi¨® que se rehiciese la valoraci¨®n de da?os de ese chal¨¦ en tres o cuatro millones m¨¢s. Este chal¨¦ era del conde de Motrico.
En ese momento volvi¨® a intervenir el presidente del tribunal, quien llam¨® la atenci¨®n al abogado y a su defendido por entender que este tema no afectaba a la causa. Intervino entonces el abogado de Tejero, L¨®pez Montero, quien dijo que Mu?ecas ten¨ªa derecho a explicarse porque el conde de Motrico, se?or Areilza, se hab¨ªa referido a los miembros de la Guardia Civil, en declaraciones, como "esos uniformes verdes" y hab¨ªa vertido acusaciones contra ellos. Nuevamente el presidente del tribunal llam¨® la atenci¨®n al letrado en el uso de la palabra, para decirle que el tema segu¨ªa siendo improcedente y no afectaba al desarrollo de la causa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Pel¨ªculas esp¨ªas
- Pol¨ªtica nacional
- Indulto
- Jordi Sol¨¦ Tura
- Alfonso Armada Comyn
- Jos¨¦ Mar¨ªa de Areilza
- Antonio Tejero Molina
- 23-F
- Operaci¨®n Galaxia
- Felipe Gonz¨¢lez M¨¢rquez
- Cesid
- PSOE
- Transici¨®n espa?ola
- Servicios inteligencia
- Fuerzas armadas
- Justicia militar
- Guardia Civil
- Transici¨®n democr¨¢tica
- Beneficios penitenciarios
- Seguridad nacional
- Pel¨ªculas
- Golpes estado
- Espionaje
- Historia contempor¨¢nea
- Conflictos pol¨ªticos