La Prensa brit¨¢nica acepta restringir su informaci¨®n sobre temas 'delicados'
El secretario de Defensa brit¨¢nico, John Nott, ha publicado las nuevas normas de autocensura acordadas por el Ministerio de Defensa y los medios brit¨¢nicos de gran difusi¨®n. El n¨²mero de temas que abarca esta primera revisi¨®n en once a?os del sistema ha pasado de doce a ocho, mencion¨¢ndose por vez primera el terrorismo. Este acuerdo voluntario no dispensa de las limitaciones legales impuestas por la ley sobre secretos oficiales.Hasta ahora, nunca se hab¨ªan hecho p¨²blicas estas normas. La lista de temas tab¨² es acordada por un comit¨¦ conjunto de representantes del Gobierno y de diez medios de comunicaci¨®n. En 1980, el Comit¨¦ de Defensa de la C¨¢mara de los Comunes pidi¨® que se revisara por considerar que reflejaba una forma de "censura encubierta".
Sobre el terrorismo, las nuevas pautas se?alan que Ia diseminaci¨®n de informaci¨®n delicada puede resultar valiosa a los grupos terroristas que carecen de recursos para obtenerla con sus propios esfuerzos". Las nuevas notificaciones recomiendan asimismo la no publicaci¨®n de los nombres y se?as de agentes brit¨¢nicos ni de los jefes de los servicios de seguridad e inteligencia, M-5 y M-6, pero esta y otras salvaguardias no han sido aplicadas con mucha asiduidad.
Otros puntos versan sobre los planes de defensa, estado de alerta y entrenamiento de las fuerzas armadas, y recomienda que se silencien informaciones, transmisiones, comunicaciones y c¨®digos, defensa civil y centros dependientes del Ministerio de Defensa.
En comparaci¨®n con las pautas anteriores, se han eliminado las referencias a la construcci¨®n de buques y aviones, a los prisioneros de guerra y a la ubicaci¨®n de VIadimir Petrov y su mujer, el antiguo jefe del KGB en Camberra (Australia), que desert¨® en 1954 aportando pruebas de que Kim Phiby hab¨ªa sido un esp¨ªa sovi¨¦tico.
Se tem¨ªa que el KGB pudiera asesinar a Petrov. Curiosamente, el Ministerio de Defensa insiste en diferenciar entre los medios de comunicaci¨®n de gran difusi¨®n -peri¨®dicos nacionales, radio y televisi¨®n- y las llamadas publicaciones marginales, que no suelen respetar estas pautas voluntarias. Y pide a los primeros que no recojan informaci¨®n de las segundas sin consultar antes con el Ministerio de Defensa.
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