Un general argentino, nuevo gobernador de las Malvinas

Tropas del Ej¨¦rcito, la Marina y la Aviaci¨®n de Argentina ocuparon ayer la capital de las islas Malvinas, Port Stanley, en el Atl¨¢ntico Sur, en poder de Gran Breta?a desde hace 149 a?os. L:as La Junta Militar de Buenos Aires proclam¨® la soberan¨ªa argentina sobre las islas y design¨® al general de brigada Mario Benjam¨ªn Men¨¦ndez como nuevo gobernador del archipi¨¦lago. Seg¨²n confirmaron fuentes oficiales un capit¨¢n de corbeta argentino, Pedro Giachino, muri¨® durante la operaci¨®n, y un teniente de fragata y un cabo segundo resultaron heridos. Se desconoce el n¨²mero de bajas sufridas por los efectivos brit¨¢nicos acantonados all¨ª, cifrados en 79 marines de la Royal Navy y 120 civiles instruidos militarmente y provistos de armas.

Fuentes autorizadas de Buenos Aires se?alaron que la casi totalidad de la flota de guerra de Argentina ha sido movilizada para realizar la operaci¨®n: el portaviones 25 de Mayo, provisto de 15 aparatos Skyhawk y aviones de lucha antisubmarina, dos destructores con misiles mar-mar y mar-aire, dos corbetas lanzamisiles, el rompehielos Alm¨ªrante Ir¨ªzar, un nav¨ªo de desembarco y unidades de apoyo naval.La operaci¨®n abarc¨® tanto las islas Soledad como la Gran Malvina, y las tropas que participaron en ella iniciaron un desembarco a cinco kil¨®metros de Puerto Stanley, para avanzar luego hacia la peque?a ciudad, de unos 1.800 habitantes, y su aeropuerto, al que llegaron poco despu¨¦s aviones de transporte de la fuerza a¨¦rea con efectivos aerotransportados del Ej¨¦rcito de Tierra.

La infanter¨ªa de Marina ten¨ªa corno objetivo la capital, mientras que otras tropas se desplegaban hacia los puntos neur¨¢lgicos de la zona. Fuentes oficiales dijeron que hay que esperar un tiempo prudencial para conocer con detalle la operaci¨®n que se est¨¢ realizando.

En los primeros minutos de la madrugada de ayer, el presidente Leopoldo Fortunato Galtieri convoc¨® con urgencia a su Gobierno.

Vigilancia reforzada

En Buenos Aires, el Ministerio del Interior reforz¨® la vigilancia alrededor de personas, instituciones, entidades y bienes brit¨¢nicos. Medidas similares se adoptaron en torno a la embajada de Chile. Los l¨ªderes de las principales formaciones pol¨ªticas del pa¨ªs fueron convocados por el ministro del Interior, general Saint Jean, que les inform¨® de los acontecimientos.

Los diarios han aparecido con grandes titulares en primera plana, que hablan de la toma de las Malvinas y rezuman el exacerbado nacionalismo caracter¨ªstico de los argentinos. Se: ha decretado el cierre del mercado de cambios, en un intento de las autoridades monetarias de evitar una masiva captaci¨®n de divisas extranjeras por parte de los inversores.

La empresa estatal Aerol¨ªneas Argentinas suspendi¨® los vuelos a Londres hasta nuevo aviso. La ocupaci¨®n de las islas Malvinas por el Reino Unido cumpl¨ªa anoche 149 a?os. Las reclamaciones argentinas comenzaron inmediatamente, y hasta ahora resultaron infructuosas. En el controvertido informe Shackleton, elaborado en 1976, el Reino Unido evalu¨® ambiguamente la potencialidad econ¨®mica del archipi¨¦lago y reconoci¨® la imposibilidad de un desarrollo sin la colaboraci¨®n argentina.

La crisis planteada entre Argentina y el Reino Unido por la soberan¨ªa de las Malvinas tuvo su detonante el 18 de marzo, cuando un grupo de chatarreros argentinos desembarc¨® en la isla de San Pedro -del grupo de las Georgias del Sur- para desmontar una factor¨ªa en cumplimiento de un contrato comercial firmado entre una empresa local y otra brit¨¢nica.

El hecho alcanz¨® gran dimensi¨®n propagand¨ªstica el lunes siguiente -22 de marzo-, cuando el Foreign. Office denunci¨® en un comunicado que el contingente de trabajadores argentinos iz¨® en San Pedro una bandera argentina y enton¨® el himno nacional. El Ministerio brit¨¢nico de Asuntos Exteriores calific¨® de ilegal el desembarco. Desde entonces, la tensi¨®n fue en ascenso, y el pasao 23 de marzo el Gobierno argentino reclam¨® ante el embajador ingl¨¦s, Anthony Williams, la investigaci¨®n de un supuesto ataque, por parte de los pobladores isle?os, contra las oficinas de L¨ªneas A¨¦reas del Estado (LADE), en Puerto Soledad, islas Malvinas.

Se produjeron cr¨ªticos pronunciamientos de los ministros de Asuntos Exteriores de ambos pa¨ªses. Nicanor Costa, ministro argentino, dijo que su Gobierno no ceder¨ªa bajo ninguna presi¨®n, y Lord Carrington, su hom¨®logo brit¨¢nico, asegur¨® ante el Parlamento ingl¨¦s que el desembarco argentino fue "ilegal".