Milans del Bosch y otros tres procesados se marcharon de la sala, desoyendo las ¨®rdenes del presidente del tribunal
El teniente general Milans del Bosch, el capit¨¢n de nav¨ªo Camilo Men¨¦ndez, el teniente coronel Mas Oliver y el comandante Pardo Zancada, contraviniendo las ¨®rdenes expresas del presidente del tribunal, abandonaron, a las 17.40 horas de ayer, la sala donde se celebra la vista del juicio contra los 33 procesados por el intento de golpe de Estado del 23 de febrero, en protesta por las declaraciones del general S¨¢enz de Santa Mar¨ªa, que calific¨® a los diputados retenidos en el Congreso como rehenes y compar¨® la ocupaci¨®n del Congreso con el secuestro de un avi¨®n.
"Solicitamos marcharnos, porque se est¨¢n empleando calificaciones que no nos merecemos", dijo Milans acerc¨¢ndose a un micr¨®fono. Luego, momentos antes de abandonar la sala, a?adi¨®: "Me da asco y me pone enfermo lo que est¨¢ pasando aqu¨ª". Abandonaron tambi¨¦n la sala del juicio otras veinte personas, entre codefensores y familiares de procesados. Algunos de los encausados, que hicieron adem¨¢n de marcharse tambi¨¦n de la sala, volvieron a sus asientos, atendiendo una orden del presidente del tribunal, quien, pasadas las 17.45 horas, levant¨® la sesi¨®n hasta las diez de la ma?ana de hoy.La vista se reanud¨® a las cuatro de la tarde, continuando con la declaraci¨®n del director general de la Guardia Civil, quien durante la sesi¨®n de la ma?ana fue el ¨²nico interrogado como testigo. A la sesi¨®n vespertina tampoco asistieron, al igual que a la de la ma?ana, los procesados Tejero, Dusmet y el civil Garc¨ªa Carr¨¦s, por supuestos problemas de salud.
El interrogatorio de Aramburu Topete comenz¨® con las preguntas del abogado Carlos de Meer, defensor del capit¨¢n Dusmet.
-De Meer: Durante la tarde y noche del 23 de febrero entraron y salieron muchos jefes del Congreso. ?No cree usted que si las puertas del Congreso hubieran sido cerradas estar¨ªan sentadas en el banquillo otras personas? ?No cree que estar procesado en este caso es fruto del azar?
-Aramburu: Lo m¨¢s que podr¨ªa pasar es que hubiera m¨¢s personas en el banquillo.
Despu¨¦s sigui¨® el turno de preguntas el letrado Jes¨²s G¨®mez Garc¨ªa, defensor del capit¨¢n Alvarez-Arenas. A alguna de sus preguntas el director de la Guardia Civil manifest¨® que no arrest¨® a los capitanes de la Divisi¨®n Acorazada Brunete que fueron al Congreso para evitar incidentes.
-G¨®mez: ?Supo usted que los miembros de la Divisi¨®n Acorazada fueron al Congreso por compa?erismo? ?Fue por eso por lo que no detuvo usted a la Polic¨ªa Militar?
-Aramburu: Sospech¨¦ que era compa?erismo, pero le dej¨¦ franco el paso para evitar un grave enfrentamiento.
-G¨®mez: ?Puede interpretarse que Tejero no entr¨® por su cuenta en el Congreso, sino que esperaba a una autoridad militar que se hiciera cargo de la situaci¨®n?
-Aramburu: As¨ª lo deduje.
El presidente declara improcedente una pregunta
Posteriormente, el presidente del tribunal declar¨® improcedente una pregunta del abogado Julio Ortiz, en la que ¨¦ste demandaba si no le extra?aba al director de la Guardia Civil que no hubieran sido procesados los oficiales de la Divisi¨®n Acorazada Brunete que entraron en el Congreso y los setenta tenientes de la III Regi¨®n Militar que mandaron los tanques que salieron a la calle en Valencia.
A las 16.30 horas, el presidente del tribunal concedi¨® la palabra al fiscal togado, quien procedi¨® al interrogatorio del testigo. Este fue el di¨¢logo resumido:
-Fiscal: ?Le dijo usted al coronel Manchado qui¨¦n hab¨ªa dado la orden de que las fuerzas de la Guardia Civil fueran al Congreso?
-Aramburu: S¨ª. Me dijo que el teniente coronel Tejero le hab¨ªa dicho que el servicio estaba mandado por el director de la Guardia Civil (es decir, el propio testigo).
-Fiscal: ?Es normal que una orden como la que crey¨® Manchado que daba usted se cumplimente sin confirmar?
-Aramburu: En absoluto.
-Fiscal: ?Cumpli¨® el coronel Manchado su orden de retirar las fuerzas del Congreso?
-Aramburu: No.
-Fiscal: ?Cree usted que es sufiente justificaci¨®n para que el coronel Manchado no cumpliera su orden el que la Polic¨ªa Municipal le impidiera el paso?
-Aramburu: No.
Amenazas con las armas en la mano
-Fiscal: En el incidente con Tejero, ?es cierto que los hombres que estaban con dicho teniente coronel se desplegaron y amenazaron con sus armas al grupo del que usted formaba parte?
-Aramburu: S¨ª.
-Fiscal: ?Pudo hacer usted m¨¢s gestiones de las que hizo para evitar sin violencia que la columna del comandante Pardo Zancada penetrara en el Congreso?
-Aramburu: Yo no quer¨ªa enfrentamientos con la columna de la Divisi¨®n Acorazada, que estaba, por cierto, muy bien mandada.
-Fiscal: ?Qui¨¦n aprob¨® las condiciones de rendici¨®n?
-Aramburu: La Junta de Jefes de Estado Mayor. Lo que yo no s¨¦ es si la JUJEM hizo otras consultas a autoridades superiores.
-Fiscal: ?La JUJEM era competente para dar esa autorizaci¨®n?
-Aramburu: Para m¨ª, s¨ª.
-Fiscal: ?Se hizo alguna modificaci¨®n o matizaci¨®n al escrito de capitulaci¨®n?
-Aramburu: Que yo sepa no.
A las 16.45 horas, y como ning¨²n miembro del tribunal quiso preguntar al teniente general Aramburu Topete, ¨¦ste abandon¨® la sala y termin¨® su declaraci¨®n como testigo.
Fue llamado luego a declarar el teniente general Jos¨¦ S¨¢enz de Santa Mar¨ªa, actual capit¨¢n general de la VII Regi¨®n Militar, con sede en Valladolid, que el 23 de febrero de 1981 era general inspector de la Polic¨ªa Nacional. S¨¢enz de Santa Mar¨ªa, que vest¨ªa uniforme caqui de teniente general, de diario, y portaba una carpeta, prest¨® juramento antes de someterse a las preguntas del abogado Ram¨®n Hermosilla, defensor del general Armada.
En torno a la presencia de ¨¦ste en el hotel Palace, declar¨® S¨¢enz de Santa Mar¨ªa que el general procesado iba autorizado por el teniente general Gabeiras para ofrecer aviones a los ocupantes, si quer¨ªan salir de Espa?a. "Me dijo", a?adi¨® el declarante, "que ¨¦l iba a proponerse como presidente de un Gobierno, a t¨ªtulo personal y sin que en ello tuviera nada que ver su majestad el Rey. Ante mi extra?eza, el general Armada asegur¨® que la propuesta era constitucional, y agreg¨®: 'Aqu¨ª va a haber un sacrificado, y ese va a ser el general Armada'".
-Hermosilla: ?Dijo el general Armada, a su vuelta del Congreso, que hab¨ªa fracasado?
-Santa Mar¨ªa: En mi presencia, el general Armada telefone¨® al teniente general Gabeiras y le dijo: "He fracasado totalmente".
El Ej¨¦rcito no secund¨® el golpe
-Hermosilla: ?Por qu¨¦ telefone¨® usted al capit¨¢n general de la Il Regi¨®n Militar para ver si las unidades estaban tranquilas?
-Santa Mar¨ªa: Yo le dije al general Armada, cuando lleg¨® al hotel Palace y antes de entrar en el Congreso, que le dijera al teniente coronel Tejero que s¨®lo acompa?aba su acci¨®n la III Regi¨®n Militar. El general Armada asegur¨® que la II, V, y VII Regiones Militares no estaban decididas. Yo, cuando ¨¦l se fue a las Cortes, telefone¨¦ a la Il Regi¨®n Militar y me comunicaron que, contrariamente a la informaci¨®n dada por Armada, todo estaba tranquilo.
-Hermosilla: ?Le orden¨® Francisco La¨ªna que detuviera al general Armada?
-Santa Mar¨ªa: No. La¨ªna s¨®lo me dijo que deseaba que el general Armada fuera a verle al Ministerio del Interior. Al general Armada le acompa?¨® el gobernador civil de Madrid, Mariano Nicol¨¢s Garc¨ªa.
A preguntas del abogado Angel L¨®pez Montero, defensor de Tejero, el general S¨¢enz de Santa Mar¨ªa dijo que el 23-F los GEO estaban a las ¨®rdenes de Francisco La¨ªna y se pusieron a disposici¨®n de la Polic¨ªa Nacional de Madrid, al igual que las compa?¨ªas de la reserva que estaban en Madrid con motivo de la Conferencia para la seguridad y Cooperaci¨®n en Europa.
-L¨®pez Montero: ?Le dijo el general Armada que el general Sabino Fern¨¢ndez Campo le hab¨ªa autorizado a proponer un Gobierno presidido por ¨¦l (Armada)?
-Santa Mar¨ªa: No tengo conocimiento de ello.
Confirm¨® el declarante, en contestaci¨®n a una pregunta del abogado Jos¨¦ Luis Sanz Arribas, defensor de los capitanes Cid Fortea y Bobis, que su jefe de Estado Mayor le llam¨® a las 11 de la noche del 23-F al Ministerio del Interior y le dijo que el teniente coronel Tejero sosten¨ªa que hab¨ªa entrado en el Congreso por orden de Armada.
-Sanz Arribas: ?Permitieron que el general Armada hiciera la propuesta, pese a que les pareci¨® anticonstitucional, porque pensaron que era inviable?
-Santa Mar¨ªa: Absolutamente.
-Sanz Arribas: ?Dijo Armada que el Gobierno que iba a presidir ser¨ªa de concentraci¨®n?
-Santa Mar¨ªa: No, la palabra concentraci¨®n no se nombr¨®. El general Armada dijo que el Gobierno ser¨ªa provisional.
-Sanz Arribas: ?Le coment¨® el general Armada, cuando sali¨® del Congreso, que hab¨ªa fracasado en su intento de proponer un Gobierno presidido por ¨¦l?
-Santa Mar¨ªa: No. S¨®lo dijo: "He fracasado. Este hombre est¨¢ loco".
"Rebeli¨®n militar con secuestro de rehenes"
Luego interrog¨® al general declarante el abogado Antonio Mu?oz Perea, defensor del capit¨¢n Pascual G¨¢lvez. S¨¢enz de Santa Mar¨ªa, en respuesta a sus preguntas, dijo que a los ocupantes del Congreso se les commin¨® a deponer su actitud y que desconoc¨ªa qui¨¦nes entraron y salieron del Congreso de los Diputados en la tarde-noche del 23 de febrero.
-Mu?oz Perea: ?Por qu¨¦ era tan permeable el cerco del Congreso?
-Santa Mar¨ªa: Se trataba de: resolver un problema policial de: secuestro con rehenes, o mejor, de macrosecuestro con macrorehenes. Para esto hay que garantizar tres cosas: la salida de los rehenes. la detenci¨®n de los secuestradores, y que hubiera el menor n¨²mero posible de bajas.
-Mu?oz Perea: Es decir, que se trataba de resolver un caso judicial y no una rebeli¨®n militar...
-Santa Mar¨ªa: Era una rebeli¨®n militar con secuestro de rehenes.
Tras la intervenci¨®n del abogado Escandell, el presidente cedi¨® la palabra al abogado Adolfo de Miguel, quien pregunt¨® a S¨¢enz de Santa Mar¨ªa si cuando empleaba la palabra rehenes lo hac¨ªa en sentido propio.
-Santa Mar¨ªa: "Mire, si unos se?ores entran en un avi¨®n que est¨¢ volando, amenazan al piloto y cambian de rumbo, son unos secuestradores y los pasajeros sus rehenes. Si unos se?ores, por as¨ª decirlo, entran en el Congreso de los Diputados y amenazan a su presidente, son unos secuestradores y los rehenes son los parlamentarios.
En ese momento se produjo el incidente, que se recoge detalladamente en la p¨¢gina 13, que concluy¨® con la decisi¨®n del presidente del tribunal de levantar la sesi¨®n de la vista, que se reanudar¨¢ en la ma?ana de hoy.
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