Juste acusa a San Mart¨ªn de haberle ocultado informaci¨®n
Con la presencia de todos los procesados, excepci¨®n hecha del capit¨¢n Dusmet y el civil Garc¨ªa Carr¨¦s, nada m¨¢s iniciarse la 28? sesi¨®n de la vista judicial por el intento de golpe de Estado del 23 de febrero, y requerida la presencia del testigo Jos¨¦ S¨¢enz de Santa Mar¨ªa, capit¨¢n general de la VIl Regi¨®n Militar (Valladolid), el presidente del la Sala se dirigi¨® a todos los presentes para pedirles que dieran ejemplo de correcci¨®n y se inhibieran de cuanto ocurriera en la sala, evitando manifestaciones de cualquier tipo. Advirti¨® tambi¨¦n que esperaba no tener que hacer uso de las facultades que le otorga el C¨®digo de Justicia Militar y rog¨® al fiscal, a los defensores y a los testigos que no hicieran juicios de valor que s¨®lo al tribunal correspond¨ªan. Reanudada la vista, todos los restantes abogados que deb¨ªan interrogar a S¨¢enz de Santa Mar¨ªa -el lunes s¨®lo lo hicieron seis- se negaron a hacer preguntas al testigo.
Momentos antes, el presidente del tribunal hab¨ªa pedido al abogado Adolfo de Miguel, que estaba en el uso de la palabra el lunes, cuando se produjeron los incidentes, y al teniente general S¨¢enz de Santa Mar¨ªa, que estaba declarando entonces, que retirasen sus referencias a que los parlamentarios retenidos en el Congreso eran rehenes. El letrado dijo que no ten¨ªa inconveniente en retirar lo que en esa expresi¨®n hab¨ªa de molesto o de mortificante, pero que la pregunta en s¨ª, por su car¨¢cter procesal e irrenunciable, no pod¨ªa retirarla. "Si acaso", a?adi¨®, "puedo retirar de la pregunta que formul¨¦ antes de que se suspendiera la sesi¨®n lo que pudiera haber de ofensivo".S¨¢enz de Santa Mar¨ªa dijo, por su parte, que el s¨ªmil que emple¨® el lunes para comparar a los asaltantes del Congreso con los secuestradores de un avi¨®n lo hab¨ªa retirado ya en aquella sesi¨®n, por ser maximalista y poco afortunado. Aclar¨® que lo hab¨ªa utilizado para clarificar c¨®mo se adoptaron las medidas para resolver la ocupaci¨®n del Palacio de las Cortes.
Ante la negativa de los abogados a interrogar al testigo, lo hizo, a instancias del presidente del tribunal, el fiscal togado, quien pregunt¨® a S¨¢enz de Santa Mar¨ªa si se ratificaba en lo afirmado de que orden¨® al coronel Alcal¨¢ Galiano, entonces jefe de la primera circunscripci¨®n de la Polic¨ªa Nacional, retirarse del Congreso de los Diputados porque Tejero hab¨ªa amenazado con hacer fuego contra los polic¨ªas nacionales si miembros de este cuerpo se acercaban a las Cortes. El declarante respondi¨® afirmativamente.
A preguntas del fiscal, S¨¢enz de Santa Mar¨ªa declar¨® que cuando lleg¨® al hotel Palace el general Armada no le explic¨® las razones para considerar constitucional su oferta a los diputados, y que ¨¦l interpret¨® su frase "Aqu¨ª va a haber un sacrificado, y va a ser el general Armada" como que la idea era suya e iba a ponerla en pr¨¢ctica a t¨ªtulo exclusivamente personal.
-Fiscal: ?Por qu¨¦ tiene usted declarado por certificado que el general Armada ten¨ªa una visi¨®n deformada de la realidad esa noche, cuando fue al hotel Palace?
-Santa Mar¨ªa: Porque yo sab¨ªa que s¨®lo la III Regi¨®n Militar hab¨ªa apoyado a Tejero, y Armada habl¨® de que cuatro regiones le apoyaban.
Declara el general Juste
Llam¨® luego el presidente del tribunal a declarar al general de divisi¨®n Jos¨¦ Juste Gonz¨¢lez, que se encuentra en la reserva activa a petici¨®n propia y que el 23-17 mandaba la Divisi¨®n Acorazada Brunete. Le pregunt¨® el abogado Hermosilla, defensor de Armada, al iniciar su interrogatorio, si entre los meses de enero y febrero de 1981 tuvo contacto con su patrocinado, a lo que Juste respondi¨® que no, que s¨®lo asisti¨® a su toma de posesi¨®n como segundo jefe del Estado Mayor del Ej¨¦rcito. Declar¨® tambi¨¦n que en las fechas inmediatamente anteriores al 23-F, Armada no le hizo ninguna proposici¨®n de disciplina.
Le pregunt¨® luego el abogado Hermosilla qu¨¦ vio y qu¨¦ oy¨® cuando lleg¨® a la Divisi¨®n Acorazada, tras su apresurado regreso desde la provincia de Zaragoza. Juste respondi¨® que en el patio del cuartel general de la divisi¨®n se encontraba el general Torres Rojas, quien le dijo que hab¨ªa sido invitado a comer por unos antiguos subordinados.
"Fuimos a mi despacho", relat¨®, y en el antedespacho estaban varios jefes de la divisi¨®n, que hab¨ªan sido citados en mi ausencia. Entramos todos a mi oficina y el coronel San Mart¨ªn pidi¨® permiso para que el comandante Pardo Zancada relatara sus entrevistas del d¨ªa anterior con el teniente general Milans del Bosch en Valencia. Pardo dijo que esa tarde se iba a producir un hecho sonado y que la Divisi¨®n Acorazada Brunete ten¨ªa que cumplir los objetivos de tomar Radiotelevisi¨®n Espa?ola. Dijo tambi¨¦n que lo que iba a pasar estaba respaldado por Su Majestad el Rey y mandado por los generales Milans del Bosch y Armada, y que contaba con la simpat¨ªa de la Reina".
Reconoci¨® Juste que en principio no llam¨® al Cuartel General del Ej¨¦rcito para comprobar la invocaci¨®n del general Armada y que m¨¢s adelante llam¨® a la Zarzuela.
-Hermosilla: ?Llam¨® usted o le llamaron?
-Juste: Llam¨¦ yo.
-Hermosilla: ?Llam¨® luego al Cuartel General del Ej¨¦rcito y Armada le desautoriz¨® a que se invocara su nombre?
-Juste: Yo llam¨¦ al Cuartel General del Ej¨¦rcito despu¨¦s de hablar con el capit¨¢n general de Madrid, pero no recuerdo que el general Armada desautorizara la invocaci¨®n de su nombre. Lo que s¨ª me dio la impresi¨®n es que ¨¦l estuvo en su papel de segundo jefe del Estado Mayor del Ej¨¦rcito.
"Torres Rojas no interfiri¨® mis ¨®rdenes"
A una pregunta del abogado Hermosilla, Juste manifest¨® su impresi¨®n de que Armada no auxili¨® a los ocupantes del Congreso. Luego, en el interrogatorio a que le someti¨® el abogado Gerardo Quintana, defensor de Torres Rojas, dijo que en la tarde del 23-F ¨¦ste se puso a sus ¨®rdenes despu¨¦s de que ¨¦l diera por buenas las informaciones de Pardo Zancada.
-Quintana: ?Quiere esto decir que, si no hubiera dado por buenas las informaciones de Pardo Zancada, Torres Rojas le habr¨ªa hecho frente?
-Juste: No lo s¨¦.
-Quintana: ?Interfiri¨® el general Torres Rojas en las ¨®rdenes que usted dio?
-Juste: No.
-Quintana: ?Tuvo alguna duda en relaci¨®n con las informaciones que le hab¨ªa dado el comandante Pardo Zancada?
-Juste: S¨ª. Tuve dudas. No me explicaba c¨®mo para una operaci¨®n as¨ª los jefes de las unidades que ¨ªbamos a participar en ella no nos hab¨ªamos reunido previamente. Tampoco me explicaba por qu¨¦ el general Armada, del que me dijeron que estaba en la operaci¨®n, no me hab¨ªa llamado para dec¨ªrmelo todo, fundamentalmente al ser amigos los dos... Por una experiencia personal, no me imaginaba que la Reina, a la que recog¨ª en el aer¨®dromo de Roma cuando se produjo el golpe de los coroneles en Grecia, quisiera o tuviera simpat¨ªa por una cosa como la que iba a suceder.
Dijo luego Juste que ¨¦l no dio ninguna orden al Estado Mayor de la Brunete para poner en marcha la unidad y s¨ª orden¨® medidas precautorias ante lo que iba a suceder.
-Quintana: ?Se movieron entonces las unidades de la divisi¨®n sin su autorizaci¨®n?
-Juste: No. Lo que pasaba es que, al producirse el hecho sonado, cada unidad adopt¨® las medidas que crey¨® convenientes y medidas cautelares.
-Quintana: Pero los objetivos que se cubrieron, ?los conoc¨ªa usted?
-Juste: S¨ª, s¨ª; pero no todos. Desde luego, yo no tuve conocimiento de que se fuera a ocupar ning¨²n peri¨®dico.
-Quintana: ?Qu¨¦ objetivos recuerda usted que autoriz¨®?
-Juste: La toma de Televisi¨®n Espa?ola y de emisoras de radio, as¨ª como determinados puntos geogr¨¢ficos, como el parque del Oeste, la plaza de Castilla...
-Quintana: Desde que el comandante Pardo Zancada expuso lo que iba a suceder hasta que usted pudo entrar en contacto con el palacio de la Zarzuela, ?no habl¨® con ninguna otra autoridad militar?
-Juste: Ya le digo que mi inter¨¦s era mantener el mando en la Divisi¨®n Acorazada. Yo desconfi¨¦ desde el primer momento, ya que me extra?¨® que no se me hubiera informado antes, y no pude evitar que pasara por mi cabeza el recuerdo hist¨®rico de otros momentos en que el jefe de la Brunete hab¨ªa sido anulado y tomaron el mando promotores de una acci¨®n parecida a la que iba a suceder esa tarde en Madrid.
"Yo no ped¨ª ¨®rdenes de Valencia"
Dijo luego que la actitud del general Torres Rojas fue pasiva, que se puso a sus ¨®rdenes, pero que no vio necesario utilizarlo para nada. Declar¨® que, tras conversar con la Zarzuela, habl¨® con el capit¨¢n general de Madrid y ¨¦ste le orden¨® que las unidades volvieran a sus cuarteles. A?adi¨® que luego llam¨® a Sabino Fern¨¢ndez Campo, secretario del Rey, y al general Armada.
-Quintana: ?Llam¨® usted al teniente general Milans del Bosch en la noche del 23 de febrero para pedirle ¨®rdenes o instrucciones?
-Juste: No, no. Ah¨ª se debi¨® producir un malentendido. Llam¨¦ a Valencia para pedir informaci¨®n de lo que estaba sucediendo all¨ª.
Le interrog¨® luego el abogado Angel L¨®pez Montero, defensor de Tejero, quien quiso saber porqu¨¦ no le pidi¨® explicaciones a San Mart¨ªn sobre los motivos por los que hab¨ªa que volver a la Brunete desde la zona de maniobras, cerca del campo de San Gregorio, en Zaragoza. Juste explic¨® que San Mart¨ªn le dijo que no le hab¨ªan querido explicar por tel¨¦fono los motivos por los que ten¨ªan que regresar a la divisi¨®n.
-L¨®pez Montero: Y as¨ª, sin m¨¢s, ?se volvi¨®?
-Juste: Yo s¨®lo pod¨ªa ponerme en contacto con la Divisi¨®n Acorazada a trav¨¦s del tel¨¦fono normal, y ya se me hab¨ªa dicho que por tel¨¦fono no me quer¨ªan indicar lo que pasaba, por prudencia. As¨ª que prevaleci¨® en m¨ª el deseo de llegar cuanto antes al cuartel general de la Brunete.
-L¨®pez Montero: Cuando el comandante Pardo Zancada expuso lo que iba a suceder, ?por qu¨¦ no confirm¨® sus afirmaciones con el capit¨¢n general de Madrid?
-Juste: No lo hice porque se me dijo que el contacto con los capitanes generales lo har¨ªa el teniente general Mil¨¢ns del Bosch.
-L¨®pez Montero: Cuando telefone¨® usted a Valencia, ?le pregunt¨® al teniente general Milans del Bosch si era correcto todo lo que hab¨ªa dicho el comandante Pardo Zancada?
-Juste: No, porque yo hab¨ªa hablado con la Zarzuela, y como se me dijo que Armada no estaba all¨ª ni se le esperaba, contrariamente a lo asegurado por Pardo Zancada, pues pens¨¦ que todo era incorrecto.
Su Estado Mayor le ocult¨® cosas
A una pregunta del abogado L¨®pez Montero, Juste respondi¨® que no estuvo al tanto de todo lo que hizo el Estado Mayor de la Brunete durante el 23-F y que luego ha sabido que le ocultaron cosas. "Pudo haber alg¨²n momento", precis¨®, "en que se utilizara mi nombre para adoptar determinadas medidas sin que yo lo supiera". En este sentido expres¨® su convicci¨®n de que San Mart¨ªn y el Estado Mayor de la Divisi¨®n Acorazada cumplieron sus ¨®rdenes, pero no le informaron de todo. A?adi¨® que cree que las ¨®rdenes de movilizar la divisi¨®n se dieron, m¨¢s o menos, al mismo tiempo de la ocupaci¨®n del Congreso, ya que,
Juste acusa a San Mart¨ªn de haberle ocultado informaci¨®n
como record¨®, todav¨ªa se encontraban en su despacho jefes de la misma cuando escucharon por la radio que la operaci¨®n se hab¨ªa realizado.A las 11.45 horas, el presidente del tribunal levant¨® la sesi¨®n por un tiempo de veinte minutos.
Reanudada la sesi¨®n, el general Juste, a una pregunta del abogado Jos¨¦ Zugasti, defensor del capit¨¢n Batista, reconoci¨® que el estado mayor de la Divisi¨®n Acorazada Brunete prepar¨® con premura las operaciones a desarrollar con ocasi¨®n del asalto al Congreso. Insisti¨® en que la compa?¨ªa del cuartel general, con algunos de cuyos miembros el capit¨¢n Batista fue a la emisora La Voz de Madrid, no ten¨ªa asignada ninguna misi¨®n. El abogado pidi¨®, para el momento oportuno, un careo entre Juste y el teniente coronel Luis Gilbert, quien declar¨® al sumario que, por encargo de aqu¨¦l, hab¨ªa ordenado al capit¨¢n Batista no declarara nada sobre la toma de La Voz de Madrid.
Obediencia al Rey
Intervino luego el teniente coronel De Meer, abogado del capit¨¢n Dusmet, quien le pregunt¨® sobre el pacto de capitulaci¨®n de los ocupantes del Congreso. Juste asegur¨® que cuando lleg¨® Pardo Zancada le dijo que los tenientes, suboficiales y tropa de la Brunete estaban exentos de responsabilidad. "Habl¨¦ luego con el general Armada", a?adi¨®, "quien, a su vez, llam¨® a Capitan¨ªa General, de donde se me indic¨® lo mismo".
-De Meer: ?Hubiera usted cumplido, el 23 de febrero, una orden del Rey, aun sin saber si era constitucional?
-Juste: Claro. El Rey es el jefe m¨¢ximo de las Fuerzas Armadas. Lo que no me hubiera cabido en la cabeza es que el Rey me diera una orden contraria a la Constituci¨®n.
Luego, a preguntas del abogado Jes¨²s G¨®mez Garc¨ªa, defensor del capit¨¢n Alvarez Arenas, dijo que cuando sali¨® del cuartel general de la Brunete la columna mandada por Pardo Zancada ¨¦l estaba en su despacho y se enter¨® de este movimiento de tropas por la radio.
-G¨®mez Garc¨ªa: ?Hubo tensi¨®n y confusi¨®n en el cuartel general de la Brunete el 23 de febrero de 1981?
-Juste: Hombre, en una unidad que padec¨ªa las presiones que esa noche sufri¨® la Divisi¨®n Acorazada era l¨®gico que el mando estuviera preocupado.
Interrogado por el abogado Mu?oz Perca, defensor del capit¨¢n Pascual G¨¢lvez, Juste manifest¨® que durante los d¨ªas 23 y 24 de febrero mantuvo el mando de la Acorazada Brunete y se cumplieron todas las ¨®rdenes que ¨¦l dio. Neg¨® que ¨¦l diera la orden de que salieran las unidades de la Brunete cuando tuvo conocimiento del asalto al Congreso.
-Mu?oz Perca: ?Dio usted al comandante Pardo Zancada la orden de regresar del Congreso de los Diputados?
-Juste: No. Yo comuniqu¨¦ con el capit¨¢n general, quien dijo que fuera el coronel San Mart¨ªn a hacer deponer su actitud a los hombres de la Brunete.
Al t¨¦rmino de su interrogatorio, este abogado solicit¨® careos entre Juste y el general Valencia Rem¨®n, y entre el primero y el teniente coronel Sanz Esteban, ya que ambos indican que el 23-F el responsable de la Brunete dio la orden de que salieran las unidades.
Interrogado luego por el abogado Sanz Arribas, defensor del capit¨¢n Cid Fortea, el general Juste dijo que no recordaba haber dado la orden de que las unidades salieran. Interrumpi¨® el presidente del tribunal al letrado cuando ¨¦ste preguntaba al declarante si habr¨ªa dado las ¨®rdenes de salir a las unidades si no hubiera telefoneado a la Zarzuela y le hubieran dicho que Armada no era esperado all¨ª.
El defensor del teniente general Milans del Bosch, coronel Salvador Escandell, quiso saber por qu¨¦ raz¨®n telefone¨® Juste el 23-F a Capitan¨ªa General de Valencia. El declarante afirm¨® que lo hizo para recabar informaci¨®n sobre lo que ocurr¨ªa en la capital del Turia.
-Escandell: ?No ser¨ªa porque quer¨ªa usted saber qu¨¦ misi¨®n podr¨ªa desempenar esa tarde?
-Juste: En absoluto. Yo llevaba ya un rato a las ¨®rdenes de mi capit¨¢n general, con el que hab¨ªa contactado previamente.
A una pregunta del abogado Adolfo de Miguel, defensor de Camilo Meri¨¦ndez, Pardo Zancada y Garc¨ªa Carres, Juste dijo que en principio la versi¨®n que expuso en su despacho Pardo Zancada de lo que iba a pasar le pareci¨® veros¨ªmil, si bien le produjo dudas.
-De Miguel: ?Se opusieron San Mart¨ªn o Pardo Zancada a que usted telefoneara esa tarde a la Zarzuela para informarse de la situaci¨®n?
-Juste: No recuerdo que estuvieran presentes cuando yo telefone¨¦ a la Zarzuela. Creo, no obstante, que no se habr¨ªan opuesto porque me pareci¨® que ellos estaban convencidos de lo que hab¨ªan expuesto.
Intervino luego en el interrogatorio a Juste el abogado Jos¨¦ Mar¨ªa Labernia, defensor del coronel San Mart¨ªn, quien le pregunt¨® si su patrocinado era un hombre reflexivo y cerebral que procuraba verificar suficientemente las informaciones antes de transmit¨ªrselas. El declarante respondi¨® afirmativamente. A?adi¨® luego, en respuesta a otra pregunta, que en la ma?ana del 23-F estuvo con San Mart¨ªn en la Brigada Paracaidista de Alcal¨¢ de Henares, pero les fue imposible hablar con Armada. A?adi¨® que San Mart¨ªn puso especial inter¨¦s en permanecer m¨¢s tiempo en la Brigada e incluso en quedarse al vino espa?ol.
Le pregunt¨® el abogado a Juste por el contenido de la conversaci¨®n que mantuvo con San Mart¨ªn cuando regresaban desde Zaragoza hasta la Acorazada Brunete. El declarante dijo que el coronel procesado le coment¨®, al referirse a los motivos del regreso a Madrid, la posibilidad de que alguna regi¨®n militar estuviera alborotada o levantada. Insisti¨® Juste que durante el 23-F ¨¦l detent¨® el mando en la Divisi¨®n Acorazada Brunete, aunque precis¨® que "se hicieron cosas sin su autorizaci¨®n".
-Labernia: ?Cree que el coronel San Mart¨ªn no le cont¨® desde la ma?ana lo que sab¨ªa para contrastar la informaci¨®n que ten¨ªa?
-Juste: Sab¨ªa cosas lo suficientemente importantes como para cont¨¢rmelo y que yo adoptara las medidas oportunas.
-Labernia: ?Qu¨¦ cosas le ocult¨® su estado mayor durante el 23 de febrero y la madrugada del 24?
-Juste: La salida de Pardo Zancada y del capit¨¢n Batista. San Mart¨ªn me cont¨® tambi¨¦n que el d¨ªa anterior hab¨ªa dado permiso a Pardo Zancada para ir a Valencia y que Pardo le hab¨ªa contado su conversaci¨®n con Milans.
-Labernia: ?Cree usted que su estado mayor le ocult¨® una informaci¨®n que de haberla tenido le hubiera llevado a actuar de otra forma?
-Juste: Por supuesto.
-Labernia: Por ejemplo, ?qu¨¦?
-Juste: Por ejemplo, que lo que iba a producirse era el asalto al Congreso de los Diputados.
En otro momento, Juste dijo que en la madrugada del 24 de febrero le llamaron de la Capitan¨ªa General de Madrid para comunicarle que San Mart¨ªn iba a llevar un mensaje de la Zarzuela al comandante Pardo Zancada.
Luego, el mismo abogado le pregunt¨® qu¨¦ le reprochaba a San Mart¨ªn. Juste dijo que le reprochaba que el 23-F no le informara de todo cuanto sab¨ªa ni de qui¨¦n hab¨ªa dicho al general Torres Rojas que estuviera en la Divisi¨®n Acorazada Brunete.
A las 14.10 horas, el presidente del tribunal levant¨® la sesi¨®n hasta las cuatro.
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