La crisis portuguesa favorece 'tentaciones totalitarias', seg¨²n Pinto Balsemao
El primer ministro portugu¨¦s, Francisco Pinto Balsemao, afirm¨® el domingo que la grave crisis que padece actualmente el pa¨ªs favorece "las tentaciones totalitarias y los proyectos de poder personal".Francisco Pinto Balsem¨¢o ha sido el primero en romper la tregua pascual que los partidos pol¨ªticos portugueses han observado antes de entrar en lo que la mayor¨ªa de los observadores considera como la fase decisiva del proceso de revisi¨®n constitucional.
Balsem¨¢o cree que este proceso est¨¢ bloqueado por culpa directa de los socialistas por su oposici¨®n intransigente a modificar la concepci¨®n del sistema econ¨®mico portugu¨¦s incluida en la Constituci¨®n, aunque la mayor¨ªa de los dirigentes de la coalici¨®n gubernamental cree que el principal responsable de la situaci¨®n es el presidente, Antonio Ramalho Eanes.
El jefe del Gobierno sigue mostrando un optimismo a toda prueba, y asegura que la situaci¨®n dentro de su propio partido est¨¢ pacificada y que la coalici¨®n gubernamental se encuentra "m¨¢s unida y coherente que nunca". Sin embargo, sus palabras son desmentidas por los hechos: el propio semanario Expresso, propiedad del primer ministro, se refiere a luchas internas en el PSD.
Pero Balsem¨¢o tiene mayores y m¨¢s serios motivos de preocupaci¨®n. Lo m¨¢s grave para la existencia de su Gobierno es, ciertamente, el malestar creciente de los medios empresariales.
Por eso, los c¨ªrculos pol¨ªticos de Lisboa conceden una gran importancia al encuentro en Oporto entre Mario Soares, un equipo econ¨®mico del Partido Socialista, de un lado, y varias decenas de empresarios del norte de Portugal.
Y esto en un momento en que la crisis econ¨®mica y financiera obliga al Gobierno a tomar nuevas medidas impopulares. El ministro de Hacienda acaba de confirmar nuevas y dr¨¢sticas restricciones crediticias y est¨¢n anunciados nuevos aumentos de precios.
El presidente Eanes, cada vez m¨¢s abiertamente invitado a intervenir en la situaci¨®n, dimitiendo el Gobierno y disolviendo el Parlamento una vez que haya concluido la revisi¨®n constitucional, ha escogido un tema, aparentemente secundario, para lanzar una cr¨ªtica de una severidad excepcional contra la pol¨ªtica gubernamental relativa a los medios de comunicaci¨®n.
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