Aramburu estudia la posibilidad de enviar al juez documentos contradictorios del general Prieto sobre su versi¨®n del 23-F
La Direcci¨®n General de la Guardia Civil podr¨ªa remitir en breve a la autoridad judicial militar algunos documentos firmados por el general de brigada de este Instituto, en situaci¨®n especial, Manuel Prieto, en los que se puede comprobar, junto a determinadas diferencias, cierta evoluci¨®n favorable a los golpistas en su testimonio sobre las horas en que estuvo ocupado el Congreso y secuestrados sus diputados. El citado militar, que prest¨® declaraci¨®n el martes ante el tribunal, fue uno de los principales testigos de aquellos momentos, por encontrarse gran parte de este tiempo en el interior del recinto.
Entre estos documentos figuran un art¨ªculo del propio general Prieto, publicado el 26 de febrero de 19 8 1 en El Peri¨®dico de Barcelona y titulado "Defensa apasionada de la Guardia Civil" y el testimonio aportado por este militar el 4 de marzo de 1981, a requerimiento del director general de la Guardia Civil, el general Jos¨¦ Luis Aramburu, para elaborar el informe de lo ocurrido en el Congreso el 23-F.
Con ello se pretende comprobar la evoluci¨®n de su testimonio con las dos declaraciones, sumarial y testifical, hechas por el general Prieto en la causa 2/81 (la del 23-F). Precisamente Prieto, en su declaraci¨®n testifical, realizada el martes en el Servicio Geogr¨¢fico del Ej¨¦rcito, desmiente la versi¨®n del director general de la Guardia Civil, teniente general Aramburu, ante el tribunal, y niega haber rectificado anteriores testimonios suyos, . lo que provoc¨® que el letrado Angel L¨®pez-Montero, defensor de Tejero, pidiera al fiscal que iniciara actuaciones por si se hubiera producido un delito de falso testimonio del director general del Instituto. Prieto es uno de los testigos solicitados por la defensa de Tejero.
Acciones judiciales por parte de AramburuFuentes pr¨®ximas al director general de la Guardia Civil facilitaron ayer una nota a diversos medios de comunicaci¨®n, mediante la que se dice sobre el teniente general Aramburu lo siguiente: "En relaci¨®n con las noticias aparecidas en los diferentes medios de comunicaci¨®n social sobre supuestas contradicciones referentes a su declaraci¨®n testifical en la causa 2/8 1, el respeto m¨¢s absoluto que el teniente general Aramburu Topete siente por la justicia militar le impide pronunciarse sobre el desarrollo del citado proceso, sin perjuicio de las acciones legales que en su momento pueda ejercitar".
Y a?ade que "desea dejar bien claro su completa ratificaci¨®n sobre lo ya declarado, en relaci¨®n con unos hechos lamentables y vividos personalmente por un soldado, cuyo honor militar no se ha puesto nunca en duda como lo avala su limpia ejecutoria profesional. Al margen de lo anterior, para el director general de la Guardia Civil no ofrece duda que se trata, en definitiva, de maniobras descalificatorias que forman parte de la campa?a tendente a desprestigiar a personas que se limitaron a cumplir con su deber".
Contradicciones en Prieto
En su art¨ªculo en El Peri¨®dico de Barcelona, de 26 de febrero de 1981, dos d¨ªas despu¨¦s de la resoluci¨®n de la ocupaci¨®n del Congreso, el general Prieto relata la llegada de Aramburu al Congreso, "de uniforme, en coche con bander¨ªn, y la exigua protecci¨®n de dos ayudantes y de dos guardias de escolta", y a?ade que "yo me pude incorporar a la comitiva automovil¨ªstica porque vivo inmediato a la Direcci¨®n General y porque, aunque no est¨¦ en activo, nada relativo a la Guardia Civil me parece indiferente".
Prieto indica que "el general Aramburu se jug¨® la vida al intentar disuadir a los golpistas, y creo que afortunadamente accedi¨® a salir del interior y alejarse"; dice que observ¨® que un 90% de los guardias civiles que participaron en el asalto "hab¨ªan sido enga?ados"; explica que aquella noche la impresi¨®n que sac¨® de Tejero "fue que estaba loco" y a?ade que "tem¨ª lo peor para ¨¦l (Aramburu) y los cinco de la habitaci¨®n separada". Se?ala asimismo en este art¨ªculo que "los cinco a que me refer¨ªa, teniente general Guti¨¦rrez Mellado, ministro de Defensa Rodr¨ªguez Sahag¨²n, Felipe Gonz¨¢lez, Alfonso Guerra y Santiago Carrillo, estaban en unas condiciones en aquel sal¨®n, aislados bajo la metralleta de un guardia, que me produjeron impresi¨®n triste, de rabia y dolor".
En su declaraci¨®n testifical, realizada el pasado martes, un a?o y unos meses despu¨¦s de la publicaci¨®n del art¨ªculo citado, este general manifest¨® que sent¨ªa "admiraci¨®n" por todos los procesados; que no vio a Tejero que apuntara con su pistola a Aramburu ni que le dijera a ¨¦ste primero le doy un tiro y luego me suicido; que "rehenes" no es la palabra adecuada para denominar a las cinco personas que se encontraban retenidas en habitaci¨®n aparte, y que fue ¨¦l mismo quien le sugiri¨® a Tejero que aceptase la propuesta de marcharse de Espa?a, pero llevando consigo a estas cinco personas como garant¨ªa. Prieto dijo asimismo la siguiente frase: "Con gran extra?eza por mi parte, observ¨¦ gran serenidad en los guardias y en Tejero".
Fuentes de la Guardia Civil de reconocida lealtad a su director general, consultadas por EL PAIS, indicaron que son varias las contradicciones existente entre una y otra versi¨®n del general Prieto, entre ellas decir primero que Aramburu "se jug¨® la vida" y posteriormente que no vio a Tejero apuntarle con la pistola ni escuch¨® que lo amenazara, incidente del que existen varios testigos, entre ellos varios mandos de la Guardia Civil.
Otras fuentes, pr¨®ximas al Instituto, tambi¨¦n se preguntaban c¨®mo es posible que el general Prieto escribiera en su art¨ªculo que la impresi¨®n que le caus¨® Tejero "fue que estaba loco" y en la declaraci¨®n testifical diga que observ¨® en su persona "gran serenidad". Lo mismo indican en el caso de los cinco retenidos, cuya situaci¨®n, seg¨²n el art¨ªculo de Prieto del 26 de febrero de 1981, le caus¨® "una impresi¨®n de tristeza, de rabia y de dolor" y, seg¨²n su declaraci¨®n testifical, no eran rehenes, e incluso le propuso a Tejero que se lo llevara consigo "como garant¨ªa de su viaje" para abandonar Espa?a.
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