Peligro de enfrentamiento Washington-Mosc¨²
"La situaci¨®n es cr¨ªtica", dijo el presidente Ronald Reagan a los periodistas, al anunciar su decisi¨®n de enviar nuevamente a Buenos Aires al secretario de Estado, Alexander Haig, a fin de intentar un compromiso en el conflicto de las Malvinas. El presidente norteamer?cano evit¨® todo detalle en torno a las nuevas propuestas de mediaci¨®n estadounidenses. Tampoco quiso hacer ning¨²n pron¨®stico sobre el posible ¨¦xito de la nueva gesti¨®n de Haig, limit¨¢ndose a pedir que "todos debemos rezar" para que triunfe la "causa com¨²n de la paz".
Mientras Haig contin¨²a su recorrido de diplomacia volante, que suma ya m¨¢s de 35.000 kil¨®metros, en su periplo entre las capitales argentina y brit¨¢nica, con escala en Washington, los medios period¨ªsticos estadounidenses destacan el riesgo de que la "crisis de las Malvinas" termine implicando a las dos superpotencias. Se?alan que Estados Unidos apoya claramente al Reino Unido (aunque no se pronuncie sobre el tema de fondo, centrado en la soberan¨ªa de las Malvinas) y la Uni¨®n Sovi¨¦tica facilita apoyo a Argentina.La cadena de televisi¨®n norteamericana ABC fue la primera en dar detalles muy espec¨ªficos sobre el engranaje que conduce a sovi¨¦ticos y estadounidenses a definir posiciones en la crisis de las peque?as islas del Atl¨¢ntico Sur. V¨ªa sat¨¦lite, Estados Unidos permite las comunicaciones log¨ªsticas entre la flota brit¨¢nica que navega hacia las Malvinas y los submarinos nucleares que se encuentran ya bloqueando la zona de doscientas millas de aguas territoriales alrededor de las Malvinas. Tambi¨¦n destaca el incremento de reservas de combustible en la isla de Ascensi¨®n, situada a unos 5.000 kil¨®metros de las Malvinas y regida por un acuerdo de cooperaci¨®n mutua entre brit¨¢nicos y norteamericanos.
El portavoz de la Casa Blanca, Larry Speakes, dijo que "no era costumbre comentar tal tipo de informaciones", sin desmentir ni confirmar el apoyo log¨ªstico estadounidense a su aliado brit¨¢nico en el seno de la Organizaci¨®n del Tratado del Atl¨¢ntico Norte (OTAN). Por el contrario, un portavoz del Pent¨¢gono calific¨® de "totalmente falsas" las informaciones relativas a la ayuda militar norteamericana a la Marina brit¨¢nica.
Por otra parte, el embajador de Argentina en Estados Unidos, Esteban Takacs, tambi¨¦n calific¨® de "falsas" las afirmaciones de que los sovi¨¦ticos facilitan detalles a Buenos Aires sobre el movimiento de la flota brit¨¢nica hacia las Malvinas. Varios aviones de reconocimiento sovi¨¦ticos del modelo Bear, estacionados en Angola, sobrevuelan igualmente la zona de las Malvinas, donde se encuentran dos submarinos sovi¨¦ticos y varios barcos pesqueros, seg¨²n informaciones del Pent¨¢gono.
A nivel diplom¨¢tico, la Administraci¨®n Reagan recuerda repetidamente que lo "fundamental es preservar la paz". De ah¨ª sus propuestas -rechazadas por Buenos Aires- de instalar una fuerza tripartita -brit¨¢nica, argentina y norteamericana- para regir los destinos de las Malvinas mientras se negocia una soluci¨®n. En medios de las Naciones Unidas en Nueva York se especula con la eventualidad de sustituir la fuerza militar argentina por un minicontingente de fuerzas de la ONU bajo el control de un alto comisario.
En relaci¨®n con la vinculaci¨®n de las dos superpotencias en el litigio, en Washington recuerdan que la Uni¨®n Sovi¨¦tica y Argentina siempre mantuvieron excelentes relaciones. La URSS es uno de los principales clientes comerciales de Argentina y Buenos Aires suministr¨® cereales a la Uni¨®n Sovi¨¦tica en contra de los deseos de la administraci¨®n Carter.
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