Escandalosa suspensi¨®n del juicio por el asesinato de Aldo Moro

El proceso contra los presuntos secuestradores y asesinos del presidente de la Democracia Cristiana italiana (DC), Aldo Moro, fue aplazado ayer en Roma hasta el 21 de abril, poco despu¨¦s de que los acusados -miembros de las Brigadas Rojas- fuesen expulsados de la sala en medio de un caos indescriptible, tras insultar al juez.Los 54 acusados presentes -otros nueve son juzgados en rebeld¨ªa- fueron instalados en cinco grandes jaulas en una sala del gimnasio del Foro It¨¢lico de Roma, convertido en una aut¨¦ntica fortaleza por medidas de seguridad. En una de ellas fueron agrupados los terroristas arrepentidos.

Los incidentes comenzaron cuando los acusados no arrepentidos recibieron a sus camarada que colaboraron con la polic¨ªa con insultos y calificaron al juez que preside el tribunal, Severino Santiatichi, de "cerdo" y "payaso" Reprocharon al tribunal que les negase la organizaci¨®n de su defensa, empezando por el reparto de los acusados en las jaulas.

Cuando el juez Santiatichi anunci¨® la suspensi¨®n del juicio, uno de los acusados grit¨® c¨ªnicamente: "Recordad que nosotros no excluimos a Moro cuando le procesamos". Los acusados no arrepentidos fueron expulsados de la sala, algunos de ellos por la fuerza, y salieron cantando La internacional en medio de un caos indescriptible

As¨ª, los procesados se convirtieron en protagonistas del suceso. La atenci¨®n de los presentes no estuvo, pues, centrada ni en el alcalde comunista de Roma, Ugo Vetere, que se constituy¨® en parte civil del caso "en nombre de una ciudad que tambi¨¦n fue asesinada", ni los dos hijos de Moro presentes en la audiencia o las viudas y madres, vestidas de negro, de los cinco polic¨ªas que cayeron muertos durante el secuestro del presidente de la DC.

Las miradas ole los asistentes estaban pendientes de los barrotes de las cinco jaulas donde se hab¨ªan sentado los presuntos secuestradores. Entre ellos figuraba Mario Moretti, acusado de ser el organizador del secuestro de Aldo Moro, que ayer fue figura destacada durante los incidentes, y Prospero Gallinari, presunto ejecutor del presidente democristiano.

Mientras los arrepentidos permac¨ªan silenciosos y con aire asustado en su jaula -separada de las dem¨¢s por cristal a prueba de balas-, el grupo de los duros, encabezado por Moretti, adoptaba una actitud provocadora. "No hemos sido derrotados. Tienen miedo de que organicemos el proceso a nuestra manera y que digamos cosas que no quieren o¨ªr".

Otros acusados recordaron el atentado del lunes, reivindicado por las Brigadas Rojas, en el que resultaron heridos tres carabineros: "Esto demuestra que la lucha contin¨²a a pesar de la liberaci¨®n de Dozier".

Un poco antes de que se desencadenase el incidente, Moretti pidi¨® con solemnidad al tribunal la devoluci¨®n de las m¨¢quinas de escribir y los documentos que les fueron confiscados cuando abandonaron la prisi¨®n de alta seguridad para ser procesados.

Los acusados fueron llevados en furgones al gimnasio del Foro It¨¢lico desde la c¨¢rcel romana de Rebbibia, a la que hab¨ªan sido trasladados d¨ªas atr¨¢s desde las distintas prisiones en que estaban recluidos. Abrazos, risas y saludos fueron las escenas m¨¢s relevantes cuando se encontraron en la sala de audiencias.

La suspensi¨®n de la audiencia puede permitir al fiscal la unificaci¨®n en un solo proceso de los tres casos, adem¨¢s del de Moro, por el que son juzgados ahora los 54 brigadistas. Esto permitir¨¢ que los acusados sean interrogados una vez, en vez de cuatro.