Las Malvinas y el aborto
En la multitud de comentarios desatados por la acci¨®n de la Junta Militar argentina contra la presencia brit¨¢nica en las islas Malvinas, pese a la diversidad de posturas, hay algo que nadie parece poner en duda: la legitimidad de las pretensiones argentinas sobre el archipi¨¦lago, punto sobre el que se han manifestado Julio Cort¨¢zar, Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez, el Movimiento Peronista Montonero y un grupo de exiliados. Nos hallamos ante una oleada de fervor patri¨®tico y antiimperialista que desborda las posiciones pol¨ªticas e ideol¨®gicas y que se extiende no s¨®lo a Latinoam¨¦rica, sino tambi¨¦n a Espa?a. Resulta, sin embargo, lamentable que este antiimperialismo no se dirija a mejor causa.La reivindicaci¨®n argentina se basa en razones geogr¨¢ficas. As¨ª, los montoneros afirman que las Malvinas constituyen "una extensi¨®n mar¨ªtima natural de Argentina" (EL PA?S, 15 de abril de 1982), sin que parezcan pararse a pensar que argumentos de este tipo s¨®lo pueden llevar a conflictos
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continuos entre pa¨ªses condenados a convivir en un planeta, quiz¨¢ no lo suficientemenite amplio; tambi¨¦n se esgrimen motivos hist¨®ricos, como si los Estados y sus fronteras ex¨ªstieran desde y hasta la eternidad. Se olvida, en cambio, un peque?o detalle: la libre decisi¨®n de los habitantes del territorio en litigio de formar parte de un Estado u otro o de elegir la independencia. Resulta curioso que en el comunicado de los exiliados argentinos, publicado el 15 de abril en EL PA?S, se exija la formaci¨®n de un Gobierno representativo para "garantizar perentoriamente el pleno ejercicio de la autodeterminaci¨®n popular", sin que se diga una palabra sobre qui¨¦n garantizar¨¢ la autodeterminaci¨®n del pueblo malvin¨¦s, como si ¨¦ste no tuv¨ªera el mismo derecho que el argentino a decidir su futuro. ?Acaso los malvineses son argentinos sin saberlo? Es posible, pero, en todo caso, debe perdon¨¢rseles su ignorancia, puesto que como hablan ingl¨¦s y hasta, su reciente liberaci¨®n han estado sometidos al yugo brit¨¢nico, seguramente no leen los peri¨®dicos de su patria./
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