Las Malvinas y el aborto

Las Malvinas. Le escribo esta carta ante la indignaci¨®n que como espa?ol y falarigista (afiliado a Falange Espa?ola Independiente) me produce la actitud oficial del Gobierno ante la recuperaci¨®n de las islas Malviiias por Argentina.Toda Latinoam¨¦rica nos apoya y nos ha apoyado en los foros internacionales en nuestras pretensiones por Gibraltar; por otra parte, Espa?a siempre hab¨ªa apoyado a cualquier naci¨®n latinoamericana ante un litigio semejante -recu¨¦rdese el problema del canal de Panam¨¢ o el apoyo a Cuba cuando el bloqueo yanqui, y eso que Cuba padec¨ªa y padece un sistema comunista y jlosotros una dictadura (antes unipersonal, hoy partitocr¨¢tica)-, pero el Gobierno que sufrimos, cobarde y temeroso en su pol¨ªtica internacional, manifiesta que el problema de las Malvinas y de Gibraltar es distinto y que el uso de la fuerza est¨¢ fuera de lugar, cuando Argentina s¨®lo ha hecho uso de la fuerza cuando ha agotado todas las v¨ªas de di¨¢logo y la paciencia, su dignidad como naci¨®n libre e independiente, y el peso de la raz¨®n le ha llevado a tomar el camino de la fuerza para un pedazo de su territorio nacional.

Nosotros nos sentaremos a negociar alg¨²n d¨ªa, y, ya ser¨¢ por x o por b, nos dar¨¢n largas, seguir¨¢n d¨¢ndonos largas y, en el mejor de los casos, al Pe?¨®n una bandera espa?ola, un coronel y una ocupaci¨®n legal por tropas de la OTAN.

Argentina nos est¨¢ dando una lecci¨®n de dignidad, una lecci¨®n de saber estar, y es que la dignidad, tanto a nivel individual como colectivo, es lo que hace que una persona o una naci¨®n dejen de ser un algo abstracto.

Hoy, m¨¢s que nunca, se pone de manifiesto que la Espafia oficial est¨¢ desfasada de la Espa?a cotidiana.