Nacionalistas y 'estatalistas' pugnan por controlar el Partido de los Socialistas de Catalu?a

Los socialistas catalanes, ante la celebraci¨®n de su tercer congreso, previsto para finales de mayo, no han llegado todav¨ªa a un acuerdo sobre los principales puntos de conflicto que enfrentan al sector actualmente mayoritario en el Partido de los Socialistas de Catalu?a (PSC-PSOE), encabezado por Raimon Obiols, y a sus adversarios, la denominada nueva mayor¨ªa, agrupada en torno a la figura del ex portavoz de los socialistas catalanes en el Parlamento espa?ol, Ernest Lluch, viene realizando en los ¨²ltimos meses un aut¨¦ntico despliegue para imponer su criterio mayoritario de cara al tercer congreso.

La sustituci¨®n del primer secretario del PSC-PSOE, Joan Revent¨®s, por el propio Ernest Lluch es uno de los objetivos formales de esta oposici¨®n, en la que juegan un papel fundamental los dirigentes socialistas Didae F¨¢bregas, Josep Mar¨ªa Triginer y Eduardo Mart¨ªn Toval.El desplazamiento de Joan Revent¨®s podr¨ªa llevarse a cabo a trav¨¦s de la creaci¨®n de la figura del presidente del partido, cargo que pasar¨ªa a ocupar el actual primer secretario socialista. Esta iniciativa requerir¨ªa la modificaci¨®n de los estatutos del partido, que actualmente no contemplan la figura del presidente. La creaci¨®n de una presidencia para Revent¨®s cuenta incluso con el benepl¨¢cito de Narc¨ªs Serra, alcalde de Barcelona, quien recientemente se pronunci¨® a favor de formar un equipo fuerte con Revent¨®s como presidente. El diputado socialista por L¨¦rida, Pere Ayguad¨¦, se?alaba, en cambio, hace escasos d¨ªas, su total disconformidad con el cese de Revent¨®s como primer secretario, afirmando incluso que "muchas personas abandonar¨ªan el partido en caso de producirse".

Los citados dirigentes han conseguido aglutinar, en torno a la figura de Lluch, a diferentes grupos socialistas sin una concreta coherencia interna. Entre estas familias figura la corriente obrerista, el sector izquierdista y el n¨²cleo formado en torno al diputado Eduardo Mart¨ªn-Toval. Ernest Lluch no se halla vinculado expresamente a ninguna de estas corrientes y act¨²a en ocasiones como moderador entre las tensiones internas de la nueva mayor¨ªa, agrupada en torno a su persona.

En el fondo del debate entre los sectores enfrentados del socialismo catal¨¢n destacan las diferentes concepciones ideol¨®gicas a medio y largo plazo que mantienen cada uno de estos grupos. Mientras los obiolistas o unitarios defienden la personalidad catalana de su partido y el car¨¢cter de clase del mismo, la nueva mayor¨ªa coincide en mayor grado con los postulados centralistas de Alfonso Guerra, cuyas simpat¨ªas hacia Ernest Lluch son incuestionables. Las diferencias respecto al mayor acento en la pol¨ªtica institucional del partido -propiciada por los partidarios de Lluch- y la consolidaci¨®n de una pol¨ªtica de movilizaciones, paralela a la alternativa socialista de gobierno -defendida por los obiolistas- configuran asimismo las posiciones de ambos sectores. Estas diferencias se han puesto de manifiesto repetidamente en el ¨²ltimo per¨ªodo. Una primitiva ponencia, posteriormente modificada -cuyo autor, seg¨²n diversas fuentes, es presumiblemente F¨¢bregas-, de los adversarios a la actual direcci¨®n acus¨® de racista el catalanismo defendido por Convergencia y Uni¨® y Esquerra Republicana. La citada ponencia denunci¨® incluso "el chovinismo panalem¨¢n" del partido de Pujol. Las posteriores declaraciones contrarias a dicha terminolog¨ªa de Ernes Lluch -quien en esta ocasi¨®n actu¨® como moderador entre los grupos de origen heterog¨¦neo que le sostienen- no consiguieron apagar el fuego ya abierto entre este sector y la ejecutiva del partido.

Fuentes de: la direcci¨®n del PSC-PSOE se?alaron en tal sentido a este diario que lamentaban profundamente los t¨¦rminos excesivos e intolerantes originados de la mencionada ponencia, especialmente por la confusi¨®n creada en torno a una falsa contradicci¨®n entre la oposici¨®n al Gobierno de Pujol y la defensa de las libertades nacionales de Catalu?a.

La ejecutivi de los socialistas catalanes, por otra parte, se hab¨ªa referido con anterioridad al "alarmante clima de crispaci¨®n social existente en Catalu?a", con ocasi¨®n de un tenso debate sobre la LOAPA celebrado a mediados de marzo en el Colegio de Abogados de Barcelona. Por ello, las posturas radicales de los lluchistas sobre la existencia de un nacionalismo de car¨¢cter racista han venido, en parte, a desbordar las manifestaciones oficiales m¨¢s moderadas del PSC-PSOE en este sentido.

La ponencia promovida por la "nueva mayor¨ªa" con posiciones radicales contrarias al car¨¢cter nacional del partido, est¨¢ siendo acogida favorablemente por algunas agrupaciones de Barcelona. Su redacci¨®n original -que comprende acusaciones de "racismo panalem¨¢n" contra el partido de Pujol- ha sido asumida al menos por una agrupaci¨®n, la del barrio de Pueblo Nuevo de Barcelona.

Un reciente documento suscrito en nombre de la corriente unitaria por destacados dirigentes socialistas -entre ellos, la diputada Marta Mata y el sindicalista Antonio Santiburcio- ha supuesto la primera invitaci¨®n formal de este sector a la celebraci¨®n de "un congreso de acuerdo". La futura direcci¨®n del partido, seg¨²n este sector, habr¨ªa de ser heterog¨¦nea. En la misma se hallar¨ªan presentes una mayor¨ªa representante del grupo obiolista, que aglutina, seg¨²n su propia versi¨®n, al 75% de los militantes.

El relanzamiento de una pol¨ªtica de movilizaciones, el refuerzo paralelo de la perspectiva nacional catalana y la perspectiva estatal federalista del socialismo catal¨¢n, junto al rechazo de "claudicaciones en el terreno ideol¨®gico", completan las propuestas del documento suscrito por el sector unitario. El ¨¦xito en la asunci¨®n de dicho documento por las agrupaciones del partido o, por el contrario, la mayor penetraci¨®n de la ponencia perteneciente a la nueva mayor¨ªa caracterizar¨¢n los pr¨®ximos debates precongresuales.

Resulta previsible que Revent¨®s condicione su continuidad en el cargo al desarrollo de un congreso de entendimiento entre las diferentes familias del socialismo catal¨¢n. Por el contrario, una excesiva polarizaci¨®n entre ambos sectores conllevar¨ªa probablemente la elecci¨®n de un secretario general representativo de la mayor¨ªa.