Dimisiones en el patronato del Colegio Universitario de Burgos

El reciente nombramiento del profesor Fernando Manero Miguel como director del colegio universitario de Burgos, integrado en la Universidad de Valladolid, por parte del rector de dicha universidad, Justino Duque, ha motivado la dimisi¨®n de la mayor¨ªa de los miembros del Patronato del colegio de Burgos que entienden que este Patronato no tiene ya ning¨²n contenido puesto que ni se ha solicitado su opini¨®n para el nombramiento del colegio.Los dimisionarios entienden que, desde el punto de vista legal, el rector de Valladolid tiene plenos poderes para designar al nuevo director, como consta en el convenio de integraci¨®n del colegio, firmado por ambas partes el pasado verano, pero que, dado que en el momento actual y hasta que se produzca la total integraci¨®n, el Patronato corre con la mayor parte del sostenimiento econ¨®mico del colegio, debiera de haber sido consultado en una cuesti¨®n tan importante para la ciudad.

Por su parte, los representantes del alumnado y profesorado en el Patronato, que no han dimitido, han expresado su sorpresa por la dimisi¨®n de las corporaciones burgalesas, "que dimiten precisamente ante la aplicaci¨®n del convenio de integraci¨®n que ellos mismos firmaron". Asimismo, han manifestado que esta dimisi¨®n no es legal, puesto que todav¨ªa no se ha formado la nueva comisi¨®n de Patronato, prevista en el convenio, que deber¨¢ sustitir a la actual entidad patron¨®mica. El colegio universitario de Burgos, que actualmente cuenta con 1.500 alumnos, comenz¨® a funcionar en octubre de 1971. Desde entonces un Patronato, formado por representantes acad¨¦micos, alumnos, presidente de la diputaci¨®n, alcalde, cajas de ahorro, c¨¢mara de comercio, y hasta hace poco el gobernador civil, funcionaba como ¨®rgano gestor y se encargaba de su sostenimiento econ¨®mico.

El colegio funcionaba con unos estatutos en uno de los cuales se especificaba que el director lo nombraba el rector de Valladolid, previo consenso del Patronato, y as¨ª hab¨ªa sido hasta ahora.

Pero en julio del 81 se firma el convenio de integraci¨®n que, al parecer, era el ¨²nico posible pero no muy favorable para el Patronato, y a que la ¨²nica atribuci¨®n que le confer¨ªa era la de seguir pagando todas las contribuciones econ¨®micas que previamente contra¨ªa. Por su parte, la universidad ir¨ªa pagando un 25% del mantenimiento el primer a?o, un 50% el segundo, el 75% el tercero y as¨ª hasta la total integraci¨®n.