Modifica su declaraci¨®n el polic¨ªa municipal que hiri¨® a dos j¨®venes en Gij¨®n
En las ¨²ltimas horas han surgido nuevos datos que modifican sustancialmente la decisi¨®n inicial sobre las heridas producidas por un polic¨ªa municipal a una pareja de j¨®venes que entre las 20.30 y las 21.00 horas del viernes pasado se encontraba detr¨¢s de un matorral en un campo pr¨®ximo a Las Mestas, en Gij¨®n.
El polic¨ªa municipal Jacinto Garc¨ªa V¨¢zquez, de 50 a?os de edad, y rectific¨® su primera declaraci¨®n y afirm¨® que realizaba pr¨¢cticas de tiro cuando hiri¨® a los j¨®venes. En la declaraci¨®n anterior hab¨ªa dicho que la pistola se le dispar¨® inexplicablemente cuando proced¨ªa a su limpieza. Lo realmente sorprendente era que se le hubiera disparado sola en dos ocasiones.El propio alcalde de Gij¨®n, Jos¨¦ Manuel Palacio, del PSOE, reconoci¨® ayer a EL PA?S que la primera versi¨®n difundida por las autoridades municipales hab¨ªa sido "gratuita y pintoresca". Este peri¨®dico pudo saber, por otros medios, que el jefe de la Polic¨ªa Municipal de Gij¨®n, Isidoro Cortina, comunic¨® a Jos¨¦ Manuel Palacio, poco despu¨¦s de producirse el suceso, que el agente autor de los disparos "es un poco especial".
Los ¨²ltimos datos conocidos permiten reconstruir los hechos con una mayor aproximaci¨®n a la realidad, si bien persisten a¨²n muy serias dudas. Jos¨¦ Manuel Rodr¨ªguez y Yolanda Crespo, ambos de 16 a?os, abandonaron la discoteca Tik hacia las 20.30 horas del viernes pasado y se dirigieron a un prado situado a unos quinientos metros, propiedad del polic¨ªa municipal, Jacinto Garc¨ªa o de un pariente suyo. All¨ª permanecieron durante alg¨²n tiempo junto a un matorral hasta que escucharon varios disparos. El var¨®n se levant¨® asustado y trat¨® de asomarse para ver qu¨¦ ocurr¨ªa, en la creencia de que alguien practicaba la caza. Justamente en el momento en que intentaba ponerse en pie fue alcanzado por una bala, mientras que su compa?era recib¨ªa heridas en una pierna provocadas por otro disparo.
El agente municipal asegura ahora que se encontraba realizando pr¨¢cticas de tiro sobre una lata de aceite vac¨ªa que hab¨ªa colgado en un ¨¢rbol y que al efectuar el quinto disparo escuch¨® unos quejidos que le alarmaron. Instantes despu¨¦s, vio, asegura, correr a dos j¨®venes a quienes llam¨® con la intenci¨®n de llevarles a su casa, situada en las cercan¨ªas del prado, para curarles una vez que se hab¨ªa dado cuenta de que se encontraban heridos. Los j¨®venes se negaron, sin embargo, y continuaron a buen paso, siempre seg¨²n la declaraci¨®n del agente, hacia la carretera, donde pararon a un autom¨®vil que les traslad¨® a un centro hospitalario. All¨ª le fue extra¨ªda a Jos¨¦ Manuel Rodr¨ªguez una bala que ten¨ªa alojada en el abdomen.
La pareja afirma que el polic¨ªa municipal, al verles heridos comenz¨® a pronunciar frases incoherentes, fruto posiblmente de su nerviosismo, tales como: "Voy a ir a la c¨¢rcel", "?Vaya problema que me hab¨¦is creado!", "Tambi¨¦n vosotros ir¨¦is a la c¨¢rcel y ahora llamo al 091". Entre los puntos oscuros que se mantienen en torno a este suceso cabe destacar, por ejemplo, si los disparos causantes de las heridas se produjeron antes o depu¨¦s de que Jos¨¦ Manuel Rodr¨ªguez levantara la cabeza sobre el matorral al escuchar las detonaciones anteriores.
Otras fuentes consultadas por este peri¨®dico aseguran que los propietarios del prado de Las Mestas donde se produjeron los disparos se encuentran muy molestos por la permanente entrada en sus terrenos de numerosas parejas que acuden a la discoteca Tik.
Una vez realizada la intervenci¨®n quir¨²rgica a Jos¨¦ Manuel Rodr¨ªguez, las heridas producidas a los dos j¨®venes parecen no revestir gravedad. Por su parte el polic¨ªa autor de los disparos permaneci¨® detenido desde el viernes hasta ayer, fecha en la que qued¨® en libertad provisional.
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