"Es indispensable encontrar una r¨¢pida soluci¨®n al conflicto de las Falkland", afirma P¨¦rez de Cuellar, secretario general de la ONU
Desde el m¨ªtico piso 38 del edificio de las Naciones Unidas, que es la planta de las altas jerarqu¨ªas, el peruano Javier P¨¦rez de Cu¨¦llar, secretario general, observa a vista de p¨¢jaro la crisis de las Malvinas (¨¦l llama a las islas con el nombre ingl¨¦s, Falkland) y muestra su preocupaci¨®n ante la posibilidad de que el conflicto se generalice. "La situaci¨®n internacional es en t¨¦rminos generales de tal inestabilidad", dice, "hay tanta tensi¨®n pol¨ªtica en el mundo, que cualquier cosa puede ser un detonante, y desgraciadamente esto no es cualquier cosa, esto es un conflicto de dimensiones, entre una gran potencia, Inglaterra, y un pa¨ªs latinoamericano de alto grado de desarrollo. Por otra parte, las circunstancias geogr¨¢ficas hacen que el. conflicto pueda tomar una magnitud que nadie desea. No se s¨ª en. todo esto ha habido c¨¢lculos equivocados o no, lo que si creo es que: es indispensable encontrar una r¨¢pida soluci¨®n, que se paralicen las acciones militares y se inicie un proceso de negociaci¨®n".
Pregunta. La posibilidad de una guerra entre Argentina y el Reino Unido debe afectarle de modo particularmente agudo, puesto que es usted la cabeza de una organizaci¨®n creada para la paz.Respuesta. La ONU ya ha hecho lo suyo, de acuerdo con la carta constitucional, es decir, ha aprobado una resoluci¨®n al respecto. Pero yo siempre digo, incluso hasta el cansancio, que no hay que pensar que el Consejo de Seguridad, la Asamblea General y el secretario general son organismos distintos, sino que son parte de la misma organizaci¨®n, es decir, que si el Consejo de Seguridad ha tomado una decisi¨®n, y ya la ha tomado, entonces la ONU ya ha cumplido, no hay que esperar que el secretario general haga algo singular. Hay que ver qu¨¦ ocurre con la decisi¨®n que ha tomado el Consejo de Seguridad, decisi¨®n a a que hay que dar todav¨ªa un poco de tiempo para ver si se ejecuta.
P. Pero esa decisi¨®n, la resoluci¨®n 502, que ped¨ªa negociaciones diplom¨¢ticas y la retirada militar, no s¨®lo no se ejecuta, sino que se est¨¢ violando sistem¨¢ticamente.
R. Se ejecuta en parte porque hasta ahora la negociaci¨®n o los buenos oficios del secretario de Estado norteamericano, Alexander Haig, contin¨²an. En parte es cierto que no se ha cumplido, porque no se ha producido la retirada de tropas y porque hay acciones militares. Claro, los brit¨¢nicos, tienen su interpretaci¨®n de las acciones militares, que consideran de leg¨ªtima defensa, cosa que, entiendo, los argentinos no aceptan como raz¨®n. De manera que en realidad hay una cierta confusi¨®n, pero lo importante es que el proceso de negociaci¨®n, que ha tomado a su cargo valerosa y empe?osamente el secretario de Estado Alexander Haig, sigue todav¨ªa en marcha. En estas circunstancias, y hasta que esta negociaci¨®n no se de por terminada, la posici¨®n del secretario general de la ONU consiste en no obstruir el proceso negociador. No corresponde a las Naciones Unidas interferir y decirle al se?or Haig, bueno, usted no sirve para nada, aqu¨ª estamos nosotros.
Pero por debajo de las cautelosas palabras de P¨¦rez de Cu¨¦llar se desarrolla una fren¨¦tica actividad. Dentro de pocos minutos, el secretario general se reunir¨¢ con el Consejo de las Naciones Unidas. Horas m¨¢s tarde se entrevistar¨¢ con el argentino Costa M¨¦ndez, cuya llegada es inminente.
Mientras, los laboristas brit¨¢nicos piden la intervenci¨®n de la en el conflicto: "S¨ª, los labosrista lo est¨¢n pidiendo" -dice P¨¦rez de Cu¨¦llar- "pero, aunque todo puede pasar, yo no creo que el Consejo de Seguridad adopte la resoluci¨®n de encargar al secretario que negocie. Todo esto es muy dif¨ªcil sin el acuerdo de las partes".
"El Reino Unido tiene derecho al veto"
"El Reino Unido es miembro permanente del Consejo de Seguridad, y como tal tiene derecho al veto. Si por alguna raz¨®n no le gusta la idea de que las Naciones Unidas propongan un mediador, simplemente lo veta y no pasa nada".
"Mire, hay que tener en cuenta muchos elementos. Pongamos, por ejemplo, que yo incurriera en cierta precipitaci¨®n y saliera a la palestra ofreciendo mis buenos oficios personales para el asunto de las Falkland. Yo soy hispanoamericano, suramericano, y tengo que comprender que para los brit¨¢nicos, tal vez no para el Gobierno brit¨¢nico, pero s¨ª para la opini¨®n p¨²blica brit¨¢nica, no sea f¨¢cil aceptar que un hispano y suramericano, tan cercano al ¨¢rea del conflicto, pueda ser el mediador, porque inmediatamente, como es l¨®gico y humano, se dudar¨¢ de su imparcialidad. De modo que yo tengo que abstenerme, tiene que ped¨ªrmelo, no me puedo ofrecer. Porque no se trata de mi persona, se trata de mi cargo. Si yo ofrezco mis servicios y me dicen, bueno, se?or, no le aceptamos, entonces no soy yo solamente el que pierde, es el cargo de secretario general el que se ve afectado".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.