La sorpresa del ingl¨¦s

Cuentan que un profesor ingl¨¦s que acababa de asistir a una con ferencia de Antonio Dom¨ªnguez Ortiz pregunt¨® muy interesado: ?En qu¨¦ universidad ense?a? Don Antonio -le respondi¨® su acompa?ante- da clases en un instituto de ense?anza media para se?oritas de. Madrid. Pues tienen que estar muy dotadas sus universidades cuando destinan a un profesor as¨ª a los cursos de bachillerato, coment¨®, sorprendido, el ingl¨¦s. Este es el lead de una entrevista con Dom¨ªnguez Ortiz publicada por Historia 16.

En la citada entrevista, el nuevo premio Pr¨ªncipe de Asturias de Ciencias Sociales define su postura como "sint¨¦tica y ecl¨¦ctica". Por ejemplo, en la famoso pol¨¦mica entre Am¨¦rico Castro y Claudio S¨¢nchez Albornoz, cree que los dos tienen parte de raz¨®n y que lo adecuado es realizar una s¨ªntesis de ambas tendencias. Reconoce el valor de la historiograf¨ªa marxista y destaca la superioridad de los franceses en este campo. Interrogado por el comienzo en Espa?a de la orientaci¨®n de la historia hacia los estudios de tipo econ¨®mico-social, cuando a¨²n dominaba la historia de los acontecimientos pol¨ªticos, Dom¨ªnguez Ortiz responde que este cambio no surgi¨® de forma brusca.

En su opini¨®n, Vicens Vives, con su enorme poder de captaci¨®n y su influjo sobre un numeroso grupo de disc¨ªpulos, dio vida a unos g¨¦rmenes que ya exist¨ªan. Cita al respecto a Raf¨¢el Altamira y la obra "Sevilla, fortaleza y mercado", de Ram¨®n Carande, "magn¨ªfica monograrla de historia econ¨®mica y social". Dom¨ªnguez Ortiz no se considera adscrito a escuela alguna: "Me met¨ª muy pronto, por mi cuenta, en los archivos y empec¨¦ a bucear en ellos sin un plan preconcebido. Y, claro, el que entra en una masa documental sin una idea previa en seguida topa con la materia econ¨®mico- social". Sostiene que una historia en sentido amplio, una historia total, siempre interesa a las gentes.

"Por lo que puede que no haya nunca inter¨¦s", dice, "es por una historia deshuman¨ªzada, como estaba en peligro de convertirse si triunfa cierta tendencia de historia econ¨®mica que lo reduc¨ªa todo a unas series num¨¦ricas o a unas curvas".