El poder afectivo de Teresa Berganza

Con el fin de ayudar en sus actividades musicales a la Asociaci¨®n Cultural Padre Soler, de San Lorenzo de El Escorial, cant¨® en el Teatro Real Teresa Berganza, acompa?ada al piano por Alvarez Parejo. El ¨¦xito alcanzado por la gran int¨¦rprete madrile?a fue literalmente clamoroso. Desde el primer momento se estableci¨® la comunicaci¨®n entre el escenario y la sala gracias a todas las cualidades de Teresa pero, sobre todo, gracias a un poder afectivo, a una expresividad tan incisiva que acaba con cualquier indiferencia si la hubiera.En plenitud de facultades y con un poder de convicci¨®n inatacable, Teresa Berganza inici¨® su programa con la cantata de Haydn, Arianna en Naxos, que viene a ser condensaci¨®n de una pieza dram¨¢tica, ya que la solista pasa por recitativos, arias y ariosos. Se trata, en definitiva, de un mel¨®logo o monodrama, cultivado excelentemente por George Benda (que tiene tambi¨¦n una Ariadna) y entre nosotros por Iriarte, como estudi¨® con detenimiento Jos¨¦ Subir¨¢.

Despu¨¦s ocho lieder de Brahms escogidos entre los menos frecuentados. Uno de ellos, Immer leiser wird mein schlummer (Mi sue?o se torna cada vez m¨¢s ligero), sobre poema de Hermann Ling, cuyo tema es el mismo del tiempo lento en el segundo concierto de piano y que, en una versi¨®n como en otra, constituye una p¨¢gina de extraordinaria belleza, bien resaltada por el arte ¨ªntimo de la Berganza.

La Saeta, El fantasma (del Canto a Sevilla) y la Farruca (del D¨ªptico sobre Campoamor y Rivas), representaron a Joaqu¨ªn Turina en su dimensi¨®n sevillanista, que Teresa Berganza entiende desde un impulso popular extremado, capaz de romper la estilizaci¨®n para imponer una nueva autenticidad racial, lo que siendo Teresa disc¨ªpula de quien es, hay que suponer del gusto del compositor.

Directo por naturaleza es el folklorismo de Joaqu¨ªn Nin Castellanos (el padre de Nin Culmell y Anais Nin), brillantemente tratado en el acompa?amiento pian¨ªstico con lo que brillan los temas monta?eses, asturianos, murcianos y andaluces, m¨¢s a¨²n si nos llega en una creaci¨®n superadora de todo antecedente como es la de Berganza.

Perteneciente a la que Vasco Mariz denomina "segunda generaci¨®n nacionalista", identificando al modo americano, y muy discutiblemente, generaci¨®n y d¨¦cada, naci¨® en 1898 y muri¨® en 1947, lo que quiere decir que fue riguroso compa?ero de Viana, Lorenzo Fern¨¢ndez, Tavares y Mignone, por citar los m¨¢s importantes,