Adolfo de Miguel pide al tribunal que proponga al Gobierno la reducci¨®n de las penas que corresponder¨ªan legalmente
Una invitaci¨®n del codefensor militar del coronel San Mart¨ªn, general Jaime Farr¨¦, al general Armada -"general Armada, por favor, d¨¦ un paso adelante"-, para que ratificara su pretendida afirmaci¨®n de que el Rey reconducir¨ªa la acci¨®n violenta que se pudiera producir, y la correspondiente llamada al orden del presidente del tribunal, puso fin ayer a la vista de la causa del 23 de febrero, que comenz¨® con el final del informe, iniciado el viernes pasado, de Adolfo de Miguel, defensor de Camilo Men¨¦ndez, Pardo Zancada y Garc¨ªa Carr¨¦s. De Miguel pidi¨® al tribunal que ejerciera la prerrogativa de pro poner al Gobierno una pena menor a la que corresponder¨ªa en rigurosa aplicaci¨®n de la ley, "cualquiera que fuere la suerte que, en el ¨¢rea pol¨ªtica, que no es la vuestra, pudiera correr la propuesto.
La vista se inici¨® ayer con la intervenci¨®n del letrado Adolfo de Miguel. La sesi¨®n empez¨® pasadas las diez de la ma?ana. Al comienzo, se encontraban ausentes seis de los procesados, entre ellos Garc¨ªa Carr¨¦s, Tejero y los capitanes Dusmet y Alvarez Arenas. Al cuarto de hora de empezar la vista, se incorpor¨® a la sala Juan Garc¨ªa Carr¨¦s. Adolfo de Miguel asegur¨® que de entre las modalidades de rebeli¨®n tipificadas en el C¨®digo Penal y aplicables a los hechos del 23 de febrero, solo podr¨ªa hallarse cierto parentesco con la que tiene por finalidad "disolver las Cortes", "impedir que se re¨²nan o deliberen, o arrancarles alguna resoluci¨®n", ninguna de las cuales concurr¨ªa en el caso, en el que ni siquiera se interrumpi¨® deliberaci¨®n alguna, puesto que los diputados no deliberaban, sino que se encontraban votando la investidura del nuevo presidente del Gobierno.El letrado reconoci¨® que, en estricto y riguroso derecho, podr¨ªa hallarse delito en los inculpados o en alguno de ellos, pero que pocos casos ser¨ªan tan merecedores de la iniciativa judicial prevista por el art¨ªculo 183 -del C¨®digo de Justicia Militar, a cuyo tenor, "cuando de la rigurosa aplicaci¨®n de la ley resultare notablemente excesiva la pena, atendidas la naturaleza del hecho y las circunstancias personales del culpable, la autoridad judicial militar o el tribunal del mismo orden que ejerza jurisdicci¨®n acudir¨¢n al Gobierno con la pena propuesta que estimen adecuada".
Adolfo de Miguel justific¨® su apelaci¨®n a esta iniciativa del tribunal con el siguiente razonamiento: "No es dudoso, me atrevo a afirmarlo, que, a falta de absoluci¨®n, nada ser¨ªa m¨¢s grato a la familia militar, como tambi¨¦n a la sana opini¨®n p¨²blica, que el sereno ejercicio de esta prerrogativa por vuestra parte, cualquiera que fuere la suerte que, en el ¨¢rea pol¨ªtica, que no es la vuestra,, pudiera correr la propuesta".
El abogado defensor de Camilo Men¨¦ndeiz, Ricardo Pardo Zancada y Juan Garc¨ªa Carr¨¦s se extendi¨® despu¨¦s en elogios de cada uno de sus defendidos. Incluso los tres arrestos sufridos por el primero de ellos, entre 1977 y 1979, fueron atribu¨ªdos por Adolfo de Miguel al altru¨ªsmo y amor a las virtudes castrenses del capit¨¢n de nav¨ªo ahora procesado, de quien resalt¨®, entre sus cualidades, la de resultar "inc¨®modo para el mando". Tras la pausa del mediod¨ªa, intervino el codefensor militar del comandante Pardo Zancada, general de divisi¨®n Carlos Alvarado, quien anunci¨® que no discutir¨ªa los hechos que se le imputan a su defendido, pero s¨ª la calificaci¨®n fiscal -rebeli¨®n militar- y la pena solicitada: quince a?os. Entre los m¨®viles de la actuaci¨®n de su defendido, el general Alvarado cit¨® el patriotismo, el honor y la fidelidad al Rey, por una parte, y la lealtad, el compa?erismo y el amor a la responsabilidad, por otra.
Defini¨® a la Patria como "una unidad de destino en lo universal" que ninguna generaci¨®n tiene derecho a poner en peligro. En cuan to a la fidelidad al Rey, afirm¨® que para un soldado tiene como l¨ªmites el servicio a la Patria y el propio honor. Describi¨® la lealtad como "la fidelidad inquebrantable al amigo", que obliga m¨¢s all¨¢ de la traici¨®n.
Entre los hechos que, en opini¨®n del general Alvarado, significaban una provocaci¨®n a los militares, destac¨® algunas declaraciones de pol¨ªticos diciendo que sus regiones son una naci¨®n". Record¨® que el presidente del PNV, Xabier Arzallus, hab¨ªa dicho que si alguien iba al Pa¨ªs Vasco con las armas, le esperar¨ªan, solo que "esta vez se les estropear¨ªa el invento". Se refiri¨® tambi¨¦n a los ultrajes recibidos por la bandera espa?ola, cit¨® el incidente de la Casa de Juntas de Guernica, calific¨® de acci¨®n terrorista el incendio del hotel Corona de Arag¨®n y mencion¨® los ataques a la Legi¨®n y Guardia Civil y los menosprecios a Francisco Franco.
Comparaci¨®n entre Juste y San Mart¨ªn
El general Alvarado neg¨® que la conducta de Pardo Zancada tuviera car¨¢cter de rebeli¨®n, asegur¨® que su defendido no ten¨ªa motivos para dudar del respaldo regio y a?adi¨® que la unidad que improvis¨¦ no pod¨ªa considerarse nunca como una compa?¨ªa. Termin¨® pidiendo al tribunal la libre absoluci¨®n del comandante Pardo Zancada.
A continuaci¨®n, intervino el abogado del coronel San Mart¨ªn, Jos¨¦ Mar¨ªa Labernia, quien insisti¨® en la l¨ªnea argumental de la mayor¨ªa de los defensores: cada nuevo atentado terrorista significaba un golpe sobre la conciencia de los acusados, y las autonom¨ªas introduc¨ªan un cierto riesgo para la unidad de Espa?a. A?adi¨® que otro de los motivos del golpe fu¨¦ la deficiente actitud de los gobernantes y la misi¨®n que el art¨ªculo 8 de la Constituci¨®n encomienda a las Fuerzas Armadas.
Ci?¨¦ndose a los hechos en los que particip¨® el coronel San Mart¨ªn, consider¨® no probada la calificaci¨®n de rebeli¨®n militar realizada por el fiscal y asegur¨® que su defendido crey¨® que estaba realizando un servicio por Espa?a y a requerimiento de las m¨¢s altas magistraturas de la naci¨®n. Labernia compar las conductas del general Juste y del general San Mart¨ªn y mostr¨® su extra?eza porque el segundo est¨¦ procesado, en tanto que el primero, no solo no lo est¨¢, sino que ha recibido una felicitaci¨®n personal. del Rey. "Si San Mart¨ªn hubiera querido que Torres Rojas se hiciera cargo de la Brunete, lo ¨²nico que ten¨ªa que haber hecho era no avisar a Juste y dejar que siguiera hasta Zaragoza", dijo.
Ya en la sesi¨®n de la tarde, Labernia insisti¨® en la comparaci¨®n entre la actitud de San Mart¨ªn y Juste y consider¨® lamentable la declaraci¨®n prestada por este ¨²ltimo ante el tribunal. El defensor de San Mart¨ªn asegur¨® que el testimonio de Juste no fue veraz y que su posici¨®n temerosa, al no informar inmediatamente a su capit¨¢n general, fue determinante de los graves acontecimientos que despu¨¦s se produjeron. A?adi¨® que la actuaci¨®n de San Mart¨ªn consisti¨® en retrasar la informaci¨®n que pose¨ªa al general Juste, a fin de verificarla y ampliarla para que fuera m¨¢s ¨²til a su jefe.
"General Armada, d¨¦ un paso adelante"
Durante la intervenci¨®n siguiente, la del codefensor militar del coronel San Mart¨ªn, general de brigada Jaime Farr¨¦ Albi?ana, se produjo un incidente, que el presidente del tribunal cort¨® antes de levantar la sesi¨®n hasta hoy a las diez de la ma?ana. El general Farr¨¦, seg¨²n la versi¨®n de Europa Press, dijo lo siguiente: "una persona, en cierta ocasi¨®n, me dijo: 'el Rey nada ten¨ªa que ver con aquello'; posteriormente, esa misma persona, en otra conversaci¨®n, y lo juro por mi honor, me dijo: 'yo le manifest¨¦ al general Milans del Bosch que si se produc¨ªa una acci¨®n violenta, el Rey la reconducir¨ªa'. General Armada, por favor, d¨¦ un paso adelante".
En ese instante, a las 18.15, el presidente del tribunal interrumpi¨® al general Farr¨¦ para decirle que lo que acababa de manifestar era totalmente improcedente. El codefensor militar agreg¨® que no ten¨ªa nada m¨¢s que a?adir y el presidente del tribunal levant¨® la sesi¨®n. Una vez conclu¨ªda la vista, algunos de los abogados y familiares de los procesados expresaron, en presencia de periodistas, su protesta por entender que la indicaci¨®n del teniente general G¨®mez de Salazar hab¨ªa sido sugerida por el general Jos¨¦ de Diego, miembro del Consejo Supremo de Justicia Militar y ponente de la causa, quien, durante la vista oral, suele asesorar al presidente del tribunal.
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