El ¨¢mbito de la OTAN
EL COMUNICADO del Consejo de Ministros de Defensa de la OTAN contiene una frase que puede sentar jurisprudencia: "Las agresiones armadas fuera de la zona de la OTAN pueden amenazar los intereses vitales de miembros de la Alianza". En virtud de ella, respalda a su miembro brit¨¢nico frente a Argentina, a la que considera autora de Una agresi¨®n. No es la primera vez que la OTAN se preocupa de problemas que tienen como escenario -alg¨²n lugar lejano y ajeno; pero nunca hab¨ªa expresado directa y claramente, como lo hace ahora, esta doctrina. En un principio, el tratado adoptado en marzo de 1949 deb¨ªa cubrir un territorio concreto: "el ataque armado", dec¨ªa, "contra uno o m¨¢s de ellos (los pa¨ªses miembros) en Europa y Norteam¨¦rica deber¨¢ ser considerado como un ataque contra todos". La referencia al Atl¨¢ntico norte como b¨¢sico de la Alianza no era demasiado concreta, pero s¨ª ofrec¨ªa unos l¨ªmites, ya enga?ados con la inclusi¨®n de pa¨ªses como Italia, Grecia y Turqu¨ªa, que son meramente mediterr¨¢neos.Hay algunas razones para que la OTAN se encuentre cada vez m¨¢s comprometida en los conflictos globales. Una de ellas es que la direcci¨®n estadounidense (que su ministra siempre el comandante supremo y las armas reservadas a su propio Ej¨¦rcito, como las nucleares o las de neutrones cuando lleguen) inclina cada vez m¨¢s la Alianza hacia la universalidad, sobre todo desde la doctrina de Reagan de que "la d¨¦tente no es divisible" y, por tanto, no se pueden sellar paces o buscar coexistencias en Europa si existen hostilidades o motivos de tensi¨®n en Otras partes del mundo cuyos protagonistas puedan ser los mismos enemigos declarados como tales por la OTAN. El otro motivo, paralelo, es que la red de pactos que Estados Unidos estableci¨® en el mundo ha ido fallando: algunos, por revoluciones internas, como el Pacto de Bagdad (fall¨® en la misma ciudad de Bagdad) o se han anquilosado por variaciones considerables en formas de gobierno o inspiraciones pol¨ªticas (como el del Sureste Asi¨¢tico). Se habl¨® en aquella ¨¦poca de pactoman¨ªa, y el mani¨¢tico fue Foster Dulles, secretario de Estado de Eisenhower. El tiempo ha hecho que la OTAN sea la m¨¢s fuerte, la m¨¢s importante y la m¨¢s segura de esas alianzas. Es una forma de regreso al eurocentrismo de otros tiempos, pero un eurocentrismo controlado por Estados Unidos. En algunas ocasiones, los pa¨ªses de la Alianza han protestado, con m¨¢s o menos fuerza, de que Estados Unidos utilizara sus facilidades militares para intervenir en objetivos no cubiertos, te¨®ricamente, por la Alianza, como en las situaciones de urgencia de Oriente Pr¨®ximo. La aceptaci¨®n, en ocasi¨®n de la guerra de las Malvinas, de esta frase -que desde luego ha suscrito Estados Unidos- indica que en adelante va a ser dif¨ªcil que se pueda limitar el ¨¢mbito a los principios del tratado.
Es evidente que la OTAN participa, sin quererlo, en la crisis armada actual. El hundimiento del Sheffield no es s¨®lo una p¨¦rdida para la Marina brit¨¢nica, sino tambi¨¦n el de una moderna unidad naval de la OTAN. El desarrollo del tratado es bastante amplio en este sentido: un pa¨ªs miembro pone a disposici¨®n de la Alianza sus fuerzas de tierra, mar y aire, pero, al mismo tiempo, puede disponer de esas fuerzas seg¨²n sus necesidades propias, y sin esta condici¨®n probablemente nadie habr¨ªa firmado el tratado (Francia, por sospechas de que su autonom¨ªa militar pudiera estar demasiado comprometida en la supranacionalidad, se excluy¨® del tratado). En estos momentos, la direcci¨®n de la OTAN comprueba que la fuerza militar brit¨¢nica, y especialmente su flota, est¨¢ comprometida en el Atl¨¢ntico sur, fuera de su ¨¢mbito; lo cual puede hacerla faltar a sus obligaciones conjuntas en el Atl¨¢ntico norte, de donde se deduce una debilidad. La reacci¨®n de la OTAN, en este caso, no puede ser la de llamar al orden a los brit¨¢nicos ni discutir sus razones al entrar en esa especie de guerra, pero tampoco puede sentirse indiferente: prefiere ponerse a su lado, respaldar la acci¨®n del Reino Unido. Es una forma tambi¨¦n de advertir a cualquier otro agresor potencial -y, evidentemente, al Pacto de Varsovia, a la URSS- que no se tolera ninguna agresi¨®n, y que no hay ninguna debilidad en la OTAN ni en ninguno de sus miembros. El hecho de que la URSS est¨¦ verbalmente alineada -y, seg¨²n noticias, algo m¨¢s que verbalmente: est¨¢ pasando informaci¨®n a la Junta de Buenos Aires- con Argentina inquieta m¨¢s todav¨ªa a la OTAN.
Esta ampliaci¨®n de ¨¢mbito, esta aceptaci¨®n del compromiso global, es un hecho m¨¢s que hay que tener en cuenta a la hora de llevar adelante el ingreso de Espa?a en la OTAN: puede situar a nuestro pa¨ªs ante graves contradicciones de comportamiento. Ya ha habido alguna forma de contradicci¨®n en este mismo conflicto, entre la vocaci¨®n de hispanidad y la atracci¨®n de algunos sectores de poder por la Junta de Argentina, de una parte, y la solicitud de ingreso en la OTAN, por otra. El mensaje del Rey a las Naciones Unidas es, adem¨¢s de una importante pieza de pacifismo y de decisi¨®n de optar por las soluciones negociadas, un a?adido a la larga teor¨ªa espa?ola de la neutralidad, respetada en las grandes guerras de este siglo por Gobiernos y reg¨ªmenes muy distintos.
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