Esc¨¢ndalo e insultos a Tierno Galv¨¢n en la plaza Mayor

El montaje organizado a prop¨®sito de la II Semana de Gastronom¨ªa, dentro de los actos del programa de San Isidro, degener¨® ayer en esc¨¢ndalo cuando cientos de personas que se encontraban en la plaza Mayor a la hora de la degustaci¨®n ofrecida por quince restaurantes t¨ªpicos comenzaron a corear gritos e insultos dirigidos fundamentalmente contra el alcalde, Enrique Tierno, y contra las personas invitadas que se encontraban dentro del recinto vallado y vigilado por la Polic¨ªa Municipal. Frases como "?Alcalde, abre. El pueblo se muere de hambre!" consiguieron que las vallas fueran retiradas y que todo la gente presente pudiera participar en la feria gastron¨®mica.

La muestra realizada por los quince restaurantes comenz¨® a las 13.00 horas en un peque?o recinto situado bajo los balcones de la Casa de la Panader¨ªa, en la plaza Mayor. Vallas de hierro y agentes de la Polic¨ªa Municipal controlaban rigurosamente que todas las personas que entrar¨¢n portaran la correspondiente invitaci¨®n. Ya desde el primer momento, empezaron a oirse las primeras protestas de las muchas personas que se encontraban en la plaza. Esas protestas, distra¨ªdas durante unos momentos con la entrada del actor Tony Curtis, arreci¨¢ron con la llegada del alcalde Enrique Tierno junto a algunos concejales entre los que se encontraban Enrique Moral, Jos¨¦ Barrionuevo y Joaqu¨ªn Leguina. Veinte minutos despu¨¦s, y mientras que algunos invitados prosegu¨ªan impasibles la der gustaci¨®n de callos, caracoles o gallina en pepitoria, el alcalde empez¨® a saludar una por una a las personas de las primeras filas que se apretaban junto a la zona acotada. Esa fue la opoftun¨ªdad para que algunas de estas personas razon¨¢ran ante Enrique Tierno la forma in¨¢decuada de festejar un acto semejante y el derecho de todo madrile?o a participar en la feria.Pese al desacuerdo de alg¨²n concejal, el alcalde orden¨® a polic¨ªas municipales que retirasen una de las vallas para que la gente pasara en peque?os grupos. La lenta selecci¨®n de nuevos invitados cr¨ªsp¨® a¨²n m¨¢s los ¨¢nimos de la gente, hasta que finalmente, el alcalde, disgustado, orden¨® que se permitiera la participaci¨®n de todos en la fiesta gastron¨®mica.

Enrique Moral, concejal de Cultura y m¨¢ximo responsable de la organizaci¨®n de los festejos se lamentaba de lo que ¨¦l calificaba de espect¨¢culo p¨¦simo, por cuanto actos semejantes se celebran en Barcelona o en cualquier otra ciudad y "no pasa nada, ni la gente tiene que protestar".

Otros invitados consideraban deplorable lo ocurrido y justificaban totalmente la actitud de los madrile?os que en ese momento se encontraban en la plaza Mayor. "Es preferible", comentaban, "invitar a una copa de vino a todo el que quiera a que se produzca una selecci¨®n de invitados y que la gente no pueda participar. Ver comer a unos pocos siempre es un espect¨¢culo, cuando menos antiest¨¦tico, para el resto".

Cacharros de barro y cer¨¢mica

En la plaza de las Comendadoras, el ambiente era bien distinto al de la plaza Mayor. Cacharros de barro y cer¨¢mica destinados a los m¨¢s variados usos o la pura ornamentaci¨®n, est¨¢n distribuidos en el suelo, separados seg¨²n su lugar de origen. Los expositores son propietarios de tiendas de alfarer¨ªa y cer¨¢mica que tienen tienda abierta en Madrid y que un¨¢nimemente comentan que la presencia en esta feria es una posibilidad de promocionar el uso de objetos que a lo largo de los ¨²ltimos a?os han pretendido ser sustituidos. impropiamente por pl¨¢stico o cualquier otro suced¨¢neo.