Dos Espa?as, dos banderas

Hace unos a?os, lucir una insignia o un adhesivo con los colores de nuestra bandera era motivo suficiente para ser tildado de extremista de derechas. Quiz¨¢ porque el resto de los ciudadanos no valor¨¢bamos el significado que encierra la ense?a (?deficiencia educativa?). Poco a poco, al hilo del proceso democratizador y aglutinante en torno a la Corona, la sociedad espa?ola ha ido recuperando el s¨ªmbolo. Afortunadamente, ¨¦ste ya no es exclusivo de ciertas elites o grupos. Es la bandera de todos los espa?oles. No de unos pocos.Resulta, no obstante, que, con la implantaci¨®n del nuevo escudo, vemos con claridad c¨®mo, una vez m¨¢s, nos hemos dividido: por un lado est¨¢n quienes, a favor de la Constituci¨®n y lo que ella significa, han asumido nuestra actual bandera y escudo. Por otro, quienes, en otra forma de provocaci¨®n involucionista, lucen con ostentoso revanchismo bandera y escudo no constitucionales. Es una manera m¨¢s de hacer patente que est¨¢n en contra de todo lo que establezcan los diputados y senadores elegidos por el pueblo. Es oponerse de otra forma a la voluntad soberana y mayoritaria de quienes queremos construir en libertad una Espa?a ¨²nica unida por encima de partidos, autonom¨ªas e ideolog¨ªas y simbolizada en una com¨²n bandera y escudo.

Esperamos que, lo antes posible, todos los edificios -p¨²blicos o privados, civiles o militares- ostenten la aut¨¦ntica bandera y el aut¨¦ntico escudo de Espa?a./