El Ej¨¦rcito Azul de F¨¢tima
El 13 de octubre de 1942, en una carta dirigida a los cat¨®licos portugueses, P¨ªo XII hac¨ªa votos para el fin de la guerra y el "regreso a Cristo, ¨²nico y verdadero pastor de los pueblos, hoy separados por el error y la discordia, para la libertad de la santa Iglesia y el fin del neopaganismo, para quien todo es materia".En octubre de 1945 un grupo de sacerdotes de Berl¨ªn suger¨ªa al Vaticano que se llevase en procesi¨®n a Nuestra Se?ora de F¨¢tima hasta las fronteras de Rusia para bendecir esta naci¨®n y el 13 de mayo de 1946 el Porit¨ªfice llamaba a los "hijos de Dios" a alistarse bajo la bandera de la l¨ªirgen de F¨¢tima en la lucha contra "la estrategia infernal en marcha. en todo el mundo para destruir la fe y la moral ( ... ) preparando una ruina mayor y m¨¢s desastrosia que todas las ruinas acumuladis por la guerra; en esta lucha no debe haber neutrales ni indecisos. Necesitamos de un catolicismo iluminado, convencido, sin vacilaciones, un catolic¨ªsmo de fe y de mando".
El 13 de mayo de 1947 la estatua de la Virgen de F¨¢tima emprende su primer viaje despu¨¦s de Espa?a (donde es recibida en la frontera por una doble hilera de "rosas, gentilmente ofrecidas por el general¨ªsimo Franco", y de guardias civiles, que le rinden honores militares) visitar¨¢ Francia, el Benelux, las colonias portuguesas de Africa India y Asia antes de llegar a Roma, en octubre de 1950.
Los nuevos cruzados
En 1950 nace oficialmente la organizaci¨®n que m¨¢s contribuy¨® a extender por el mundo el culto de F¨¢tima: el Ej¨¦rcito Azul. Su origen es americano; entre sus organizadores figura el obispo auxiliar de Nueva York, Fulton J. Sheen, colaborador directo del cardenal Francis Speliman, que hab¨ªa fundado en 1947 el Ave Maria Institute, de Washington, que reuni¨® la mayor parte de los fondos necesarios para la construcci¨®n de la sede internacional del Ej¨¦rcito Azul, en F¨¢tima.
El Ej¨¦rcito Azul afirma tener m¨¢s de veinte millones de miembros en todo el mundo, dispone de importantes medios materiales y de difusi¨®n, edita publicaciones en veinticinco pa¨ªses y define sus objetivos con mucha nitidez. "Occidente tiene hoy la tarea de liberar un nuevo lugar santo, la santa Rusia, tierra que los m¨¢rtires de nuestra era han regado con sus l¨¢grimas y su sangre, c¨¢rcel donde la Igles¨ªa padece y Cristo agoniza.
Para esta cruzada llam¨® a los tres pastorcillos el ¨¢ngel de F¨¢tima. Para esta cruzada se prepara el Ej¨¦rcito Azul en esta hora."
Cuando P¨ªo XII, el 8 de mayo del mismo a?o, recibe al fundador de estos nuevos cruzados, le bendijo como jefe mundial contra el comunismo y subray¨® que, "para F¨¢tima, la hora de las dudas ha pasado. Ha llegado la hora de la acci¨®n".
Con estos antecedentes es f¨¢cil explicar el inter¨¦s que F¨¢tima sigue suscitando en los medios integristas y, junto a la Iglesia se los pa¨ªses del Este, numerosos sacerdotes provenientes del otro lado del tel¨®n de acero trabajan en el santuario.
Al lado de la sede del Ej¨¦rcito Azul existe tambi¨¦n en F¨¢tima una peque?a iglesia de rito bizantino ruso, donde son venerados famosos iconos, secretamente evadidos del infierno comunista. La m¨¢s c¨¦lebre de estas im¨¢genes es conocida como Nuestra Se?ora de Kazan, y espera la derrota final del comunismo para regresar a su altar.
Se dice que despu¨¦s de la revoluci¨®n portuguesa, en 1974, temerosos de que la imagen fuera entregada a los sovi¨¦ticos, un grupo de peregrinos americanos se encargo de sustraer el original, hoy a buen recaudo, y de sustituirlo por una copia. Muchos integristas cat¨®licos esperan de Juan Pablo II, el Papa que vino del fr¨ªo, una actitud m¨¢s comprensiva que la de sus predecesores inmediatos hacia estos aspectos del culto de F¨¢tima. Consideran alentadora la actitud de Juan Pablo II con monse?or Lef¨¨vre, el obispo de Econe, que en Francia es "el protector del Ej¨¦rcito Azul".
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