La URSS asoma en el conflicto de las Malvinas

( ... ) Existen por lo menos unas condiciones objetivas para que la URSS, cuyos medios de comunicaci¨®n condenan abiertamente la acci¨®n brit¨¢nica y el apoyo que a la misma da Estados Unidos, facilite de alg¨²n modo la ayuda que Buenos Aires va a solicitar.?Ayuda a cambio de qu¨¦? Por de pronto, a cambio del aumento de prestigio de la Uni¨®n Sovi¨¦tica entre la poblaci¨®n argentina, enormemente sensibilizada en el asunto malvinero, con independencia de sus opciones pol¨ªticas. A cambio tambi¨¦n del desprestigio de Estados Unidos, a punto de llegar a ser tan impopular en Argentina como en los tiempos -a?os cincuenta- en que un embajador norteamericano, de noffibre Spruille Braden, tom¨® partido abiertamente hostil contra Per¨®n y su peronismo.

No hay que olvidar al respecto que, a pesar de todos los pesares, subsiste en el espectro pol¨ªtico del pa¨ªs un sustrato del populismo peronista, uno de cuyos componentes, el nacionalismo, se muestra especialmente efervescente en el inmenso movimiento antianglosaj¨®n que el contencioso de las Malvinas ha provocado. Este nacionalismo adverso a los anglosajones -Reino Unido y Estados Unidos- acoger¨¢ parad¨®jicamente con calor la amistad de la URSS, que, naturalmente, tratar¨¢ de aprovechar a fondo tal estado de ¨¢nimo. Tal ser¨ªa el segundo pelda?o en la escalada de una peligrosa internacionalizaci¨®n (el primero ha sido el apoyo log¨ªstico de Estados Unidos al Reino Unido) susceptible de dar nuevo sesgo al conflicto de las Malvinas, conflicto que dejar¨ªa as¨ª de ser aislada aventura para transformarse en pugna de muy mayores y peligrosas dimensiones.

, 13 de mayo