La perfecci¨®n seriada de los 'mozart' japoneses

Bajo el patrocinio de la Reina Do?a Sofia, que presidi¨® el acto, tuvo lugar en el teatro Real el denominado Junior Original Cioncert. De ¨¦l son protagonistas, tanto en calidad de autores como de int¨¦rpretes, unos muchachos japoneses capaces de reflejar, siquiera m¨ªnimamente, la labor mantenida por los centros de ense?anza musical de la Fundaci¨®n Yamaha, en los que se forman musicalmente 600.000 alumnos.Tal concierto inusual, que ha recorrido ya importantes capitales europeas y americanas, llega a Madrid de mano de Unicef y con la colaboraci¨®n de los representantes de Yamaha en Espa?a. A trav¨¦s de las diversas actuaciones pudimos comprobar el grado de perfecci¨®n de los j¨®venes int¨¦rpretes y su capacidad compositiva, aun cuando como es l¨®gico y natural las obras de estos mozart casi en serie, venga a ser trasunto estil¨ªstico-t¨¦cnico de lo estudiado, como modelo y aprendido como oficio.

No hay en los organizadores del Junior Original Concert af¨¢n de emulaci¨®n que degenere en la competitividad, a veces cruel, de los concursos. Lo que no impide la valoraci¨®n de las distintas tempranas personalidades. As¨ª, Yukio Yokoyama, de once a?os, toc¨® con gran poder virtuos¨ªstico su convencional Far-Away Horizon, para piano solo, y su interesante y bien escrito Concierto para piano y orquesta.

Los moldes cl¨¢sicos, animados por una viva instrumentaci¨®n, que caracterizan el concierto, dan laso a la plasticidad postrom¨¢ntica y un tanto cinematogr¨¢fica de la Gran Sinfon¨ªa en un solo y amplio movimiento en la que se conjuntan piano y orquesia, original de Yukiko Matsuo, una int¨¦rprete-compositora de quince a?os, de temperamento viv¨ªsimo.

Keiko Tanimura (diecis¨¦is a?os ) y Chihiro Yamasita (doce a?os) ofrecieron obras pensadas y escritas para el ¨®rgano electr¨®nico GX1, en tanto Tokiko Tsunoda (catorce a?os), luci¨® seguridad de inventiva en una obra en la que al piano y ¨®rgano se a?aden ¨ªnstrumentos de percusi¨®n, combinaci¨®n a la que obedece tambi¨¦n la Rapsodia sinfi¨®nica de la Matsuo.

Como demostraci¨®n de la profunda -y a la vez alegre- formaci¨®n musical de los alumnos de la Yahama, los cinco autores improvisaron, a solo y a d¨²o, sobre piano y ¨®rgano, a partir de breves temas dados por el p¨²blico.

Maestr¨ªa y profesionalidad

Lo hicieron con consumada maestr¨ªa y un aire de profesionafidad admirable, por lo que recibieron interminables ovaciones del b¨²blic¨® que abarrot¨® el Real, ante ¨ªas cuales concedieron corno encore ¨¦l intermedio de La boda de Luis Alonso, de Gim¨¦nez, en una versi¨®n bastante alejada de los usos y abusos espa?olistas propios de los no espa?oles cuando abordan estos pentagramas enraizados en nuestro acervo popular.El concierto, grabado por Televisi¨®n Espa?ola y RNE para su posterior transmisi¨®n, tuvo como presentadora a la popular Rosa Mar¨ªa, Mateo, mucho m¨¢s segura en el esp¨ªritu que en la letra. Digamos, en fin, que con la Yamaha y la Unicef colaboraron el Ayuntamiento madrile?o, la Embajada de Jap¨®n, la firma Hazen y las L¨ªneas A¨¦reas Japonesas. En definitiva, el Impero Yamaha hace publicidad, pero desde criterios ¨²tiles y de efectivo servicio a la m¨²sica. No en vano el presidente de la entidad expresa su deseo de que los ni?os no hagan m¨²sica infantil sino "m¨²sica de m¨²sicos".