El precio del peri¨®dico

Para empezar, dir¨¦ a usted lo que, como obligado, parece que es cuando se escribe a un peri¨®dico: decirle que soy asiduo lector del mismo.Y para continuar, que es el objeto de esta carta, hacerle presente mi extra?eza por la forma en que han sido redactadas las dos notas sobre la subida del precio del diario. Quiero decir que va una gran diferencia de la primera a la segunda, y, al menos para m¨ª, se lo dir¨¦ por qu¨¦. En la primera, al leer el final de la nota, "en orden a mantener la calidad e independencia econ¨®mica de nuestra publicaci¨®n", lo interpret¨¦ en el sentido de que ustedes, y solamente ustedes, elevaban el precio, y ello sin tener que recurrir a solicitar autorizaciones de nadie, como otras veces. Y que si lo hac¨ªan era por aquello que m¨¢s arriba lo he transcrito y entrecomillado. Es decir, que no quer¨ªan seguir viviendo a costa de las subvenciones estatales que, seg¨²n tengo entendido, tienen todos los peri¨®dicos en Espa?a (creo es por la cuesti¨®n del precio del papel o algo as¨ª). O sea, una hombrada, y corriendo con el riesgo de que, al ser ustedes solos los del aumento, corr¨ªan el riesgo de sufrir alguna rebaja en la venta.

Pero no ha sido as¨ª, sino que su segunda nota todo lo aclara. La subida afecta a todos los peri¨®dicos editados en Madrid, y se debe a motivos muy diferentes de los se?alados en la primera nota. Y este cambio, para m¨ª muy grande, es lo que -no le niego- casi, o sin casi, me ha molestado en ustedes.

No tengo yo, ni mucho menos, por qu¨¦ meterme en negocios ajenos; pero solamente quiero decirles que hay una forma de decir las cosas: dici¨¦ndolas tal como son y sin rodeos ni palabras que sobran y le equivocan a uno.

Por lo dem¨¢s, seguir¨¦ adquiriendo fielmente su peri¨®dico, pues creo es lo ¨²nico bueno que tenemos, lo mires por el lado que lo mires. /