Un libro sobre 'recetas' para el suicidio provoca un fuerte esc¨¢ndalo en Francia
La publicaci¨®n, en Francia, de un libro en el que se invita al suicidio, con la publicaci¨®n detallada de los m¨¦todos m¨¢s eficaces, escandaliza y, parece ser, que ya ha provocado algunas muertes. Suicidio, modo de empleo es el t¨ªtulo de un texto que ocupa 270 p¨¢ginas y que, en estos momentos, se encuentra en manos del ministro de Justicia, que ha sido requerido por los ministros de la Salud y del Consumo, para que se pronuncie jur¨ªdicamente sobre la difusi¨®n de la obra. Los autores, Claude Guillon e Yves le Bonniec, as¨ª como el editor, Alain Moreau, estiman haber colaborado en un trabajo serio, en favor de la muerte dulce, y no en la redacci¨®n del elogio del suicidio. La primera edici¨®n se ha agotado en dos semanas.
A la calidad de la vida ten¨ªa que sucederle la calidad de la muerte. Es lo que defiende Suicidio, modo de empleo, que contiene fundamentalmente un cap¨ªtulo de recetas para morir sin sufrir.Tras una serie de cap¨ªtulos que resumen hist¨®ricamente "el derecho al suicidio", o que denuncian "la incitaci¨®n al suicidio como estrategia de Estado", o en los que informan sobre la vida del suicidio en otros pa¨ªses, este libro se revela como una gu¨ªa del suicidio, como una defensa de la muerte dulce.
De igual manera que la asociaci¨®n brit¨¢nica Exit, que divulga las t¨¦cnicas del suicidio sin violencia, los autores franceses detallan los barbit¨²ricos, analg¨¦sicos, tranquilizantes, y otras medicinas m¨²ltiples, as¨ª como los libros y revistas extranjeras sobre el conocimiento de una metodolog¨ªa del suicidio que descarta la violencia: "A veces, e incluso con frecuencia, un rev¨®lver, una cuchilla, el metro, o el ¨®xido de carbono, fallan. Y es f¨¢cil imaginar las secuelas resultantes", advierte Suicidio, modo de empleo. .
El libro ya fue publicado hace dos meses, y el editor distribuy¨® entre los periodistas el 12% de la tirada, lo que representa una cifra sin precedentes. A pesar de ello, apenas se hab¨ªa comentado. Seg¨²n cuenta el editor, la justificaci¨®n de ese silencio es casi un¨¢nime: cada periodista consultado dice que no se atreve a hablar del libro porque conoce a alguien que se ha suicidado. Ha sido necesario que, el otro d¨ªa, la televisi¨®n descubriese la existencia de Suicidio, modo de empleo para que el pa¨ªs se alborote. Como otros muchos, una pareja llam¨® al editor para insultarlo a placer, "porque un amigo nuestro se suicid¨®, y encontramos ese libro encima de su cama".
Sus autores piensan vender entre 20.000 y 30.000 ejemplares de aqu¨ª a junio.
Un rev¨®lver en manos del ciudadano
El movimiento de defensa de los consumidores ha sido el primero en dar la se?al de alerta: "Eso es un rev¨®lver en manos de cada ciudadano". Por su iniciativa, el asunto ya est¨¢ en manos de dos ministerios, que deben decidir si es posible mantener el libro en venta libre. Pero los autores no s¨®lo reciben insultos. Las personas ya mayores, con preferencia, manifiestan su deseo de conocer con detalle los m¨¦todos explicitados por el texto en cuesti¨®n. Una se?ora dec¨ªa ayer p¨²blicamente: "Tengo 72 a?os y no quiero suicidarme a¨²n, pero nadie necesita de m¨ª en este mundo, me amenaza la ceguera y quiero saber que podr¨¦ quitarme la vida el d¨ªa que la vida me sea insoportable".Varios soci¨®logos eminentes se han pronunciado a favor del libro, afirmando que "es totalmente discutible el argumento, seg¨²n el cual un m¨¦todo eficaz para autoeliminarse puede aumentar el n¨²mero de suicidios". Quienes lo atacan sostienen que se trata de una cuesti¨®n de salud p¨²blica". Para el editor, Moreau, la muerte dulce no es ni m¨¢s ni menos que "un nuevo espacio de libertad a conquistar".
En este pa¨ªs se calcula que, anualmente, 135.000 personas intentan suicidarse, pero s¨®lo el 10% consigue su fin. Y, seg¨²n las estad¨ªsticas sobre el tema, el 85% de los que se fallan no vuelven a intentarlo
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