Quejas del presidente del Consejo de Seguridad Nuclear por la falta de medios
El presidente del Consejo de Seguridad Nuclear, Francisco Pascual Mart¨ªnez, se quej¨® ayer de la falta de medios que padece el organismo encargado del control de la seguridad de las instalaciones nucleares en Espa?a como consecuencia de la "desidia" de la Administraci¨®n, que "ni siquiera ha publicado todav¨ªa el estatuto por el que nos debemos regir".
En una reuni¨®n informativa, con ocasi¨®n del env¨ªo al Parlamento del primer informe sobre las actividades del Consejo, Pascual Mart¨ªnez se?al¨® que esta carencia de medios est¨¢ provocando l¨®gicos retrasos en el funcionamiento del organismo as¨ª como una notable acumulaci¨®n de su trabajo.No obstante, el presidente del Consejo de Seguridad Nuclear se?al¨® que la carencia de medios -"b¨¢sicamente administrativos, ya que el Consejo no ha tenido problemas econ¨®micos"-, no ha comprometido su funci¨®n de vigilar la seguridad de las centrales nucleares espa?olas, que han cumplido todas las normas previstas.
En este sentido, el Consejo ha realizado un total de 54 inspecciones a instalaciones nucleares en explotaci¨®n durante 1981 y otras 41 a instalaciones nucleares en construcci¨®n. En lo que respecta a instalaciones radioactivas se han realizado 350 inspecciones.
Visita de un equipo de Wenstingouse
En otro tema importante, el presidente del Consejo de Seguridad Nuclear se?al¨® la reciente visita informativa a Espa?a de un equipo de la compa?¨ªa norteamericana Wenstingouse, fabricante de la central nuclear de Alm¨¢raz, en cuyo grupo I ha aparecido un defecto de dise?o que mantiene a la central funcionando a un 50% de su capacidad.Este grupo ha informado al Consejo de Seguridad Nuclear de los estudios que se est¨¢n realizando para corregir dicho defecto y que, muy posiblemente, forzar¨¢n a introducir modificaciones en el generador de vapor del grupo con el fin de impedir vibraciones en los tubos donde han aparecido los fallos.
Estas modificaciones se basan en la ampliaci¨®n dentro del generador del sistema de entrada del agua, que ahora pasa libremente por una tobera de treinta cent¨ªmetros. Las modificaciones permitir¨¢n la ampliaci¨®n de la zona de contacto de la corriente de agua con los tubos, con el fin de difuminar el impacto y las vibraciones. Hasta que esa modificaci¨®n sea introducida, es previsible que la central de Almaraz contin¨²e funcionando a la mitad de su capacidad.
Otro problema que ha surgido en el grupo II de Asc¨® -aparici¨®n de arenas hinchables-, tambi¨¦n est¨¢ en proceso de correci¨®n, mediante la canalizaci¨®n de las aguas de la zona.
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