El Papa subraya en Londres su esfuerzo por encontrar una solucion pac¨ªfica

ENVIADO ESPECIALEn las primeras palabras pronunciadas por Juan Pablo II en el aeropuerto de Gatwich de Londres, el Papa quiso subrayar que su visita se iba a realizar en un momento de "tensiones y de ansiedad, en el que la atenci¨®n del mundo est¨¢ concentrada en la delicada situaci¨®n del conflicto en el Atl¨¢ntico sur". Durante su primera jornada brit¨¢nica, Juan Pablo II no dej¨® ocasi¨®n para recordar que en el conflicto actual entre Inglaterra y Argentina se hab¨ªa esforzado siempre "para empujar una soluci¨®n que evite la violencia y el derramamiento de sangre".

El cardenal Basil Hume record¨® el coraje de Juan Pablo II, que ha querido hacer su visita "en estos momentos de conflicto, cuando hab¨ªa sido concebida en tiempos de paz", e hizo votos para que la presencia del Papa de Roma en el Reino Unido en estos momentos de guerra pudiera servir para "poder mirar las cosas con ojos diversos".

El Papa hab¨ªa dicho: "En un mundo desgarrado por el odio y por la injusticia y dividido por la violencia y por la opresi¨®n, la Iglesia desea ser portavoz en el papel vital de promover la armon¨ªa y la unidad", agreg¨®.

A Juan Pablo II se le ofreci¨® un recibimiento sencillo, pero impecable, sin autoridades civiles ni militares. Tampoco tuvo las acostumbradas veintiuna salvas de ca?¨®n debidas a un jefe de Estado. Dos mil o 3.000 muchachos de diversas escuelas cat¨®licas aplaudieron al primer Papa cat¨®lico que acaba de besar tierra brit¨¢nica.

El tren especial que le condujo hasta la estaci¨®n Victoria era el que hab¨ªan usado los pr¨ªncipes de Gales para su viaje de novios. A su llegada, unos cientos de personas le aplaudieron con calor, mientras que en el centro de Londres la polic¨ªa deshizo una manifestaci¨®n de protesta de grupos protestantes ultras que quemaban libros con la biograf¨ªa del Papa. Unas treinta personas fueron detenidas; entre ellas, cuatro vestidas con el clergyman eclesi¨¢stico.

Quiz¨¢ respetando los deseos de la comisi¨®n mixta de te¨®logos cat¨®licos y anglicanos, que desde hace doce a?os trabaja para limar los puntos de conflictos entre ambas iglesias, y que han pedido que vaya desapareciendo la palabra papa, Juan Pablo II se present¨® ayer diciendo que por primera vez en la historia llegaba al Reino Unido el obispo de Roma.

En la catedral de Westminster, donde bautiz¨® a cuatro adultos, a?adi¨® al discurso preparado en Roma un recuerdo "por las v¨ªctimas de ambas partes", afirmando que no era posible celebrar la misa "olvid¨¢ndose que en este mismo momento se est¨¢ desarrollando un conflicto armado que pone en peligro la paz mundial".

La guerra en las Malvinas y el tema de la reunificaci¨®n de los cristianos fueron los temas dominantes en los discursos pronunciados ayer: "Nos avergonzamos", dijo, "de no haber sido capaces de mantener la plena unidad de fe y de caridad que Cristo quiso para su Iglesia".