La batalla por Puerto Argentino decidir¨¢ la guerra
La batalla final por las islas Malvinas estaba a punto de iniciarse ayer, cuando las tropas brit¨¢nicas, una vez conquistados Puerto Darwin y el campo de aviaci¨®n de Goose Green, converg¨ªan en dos frentes hacia Puerto Argentino (ex Port Stanley), la capital del archipi¨¦lago y el principal objetivo pol¨ªtico y militar de esta guerra, alrededor del cual han concentrado los defensores la totalidad de sus efectivos.
El Estado Mayor argentino no hab¨ªa reconocido todav¨ªa a media tarde de ayer la p¨¦rdida del estrat¨¦gico istmo de Darwin, que pr¨¢cticamente divide en dos a la isla Soledad, la mayor de las Malvinas. Un comunicado oficial admiti¨® que se hab¨ªa perdido el contacto por radio con los defensores a medio d¨ªa del s¨¢bado y en fuentes oficiosas se se?alaba que los aproximadamente mil soldados argentinos que participaron en la batalla recibieron ¨®rdenes de luchar hasta agotar la munici¨®n y rendirse luego.La estrategia de los defensores ha consistido en hacerse fuertes en Puerto Argentino y no enviar tropas de refuerzo a otros sectores de la isla, comentaron las citadas fuentes militares que, sin embargo, admitieron la gravedad de la p¨¦rdida del campo de aviaci¨®n de Goose Green (al que los argentinos denominan Ganso Verde aunque la traducci¨®n correcta se r¨ªa Campo o Prado del Ganso) y pronosticaron una larga y cruenta batalla si los ingleses deciden efectuar un ataque directo contra la capital.
Al frente de los defensores se encuentra el gobernador del archipi¨¦lago, nombrado por la Junta Militar argentina a principios de abril, el general Mario Benjam¨ªn Men¨¦ndez. Considerado un militar de l¨ªnea dura, Men¨¦ndez, que tuvo una destacada participaci¨®n en la campa?a antiguerrillera desarrollada en la provincia de Tucum¨¢n, parece decidido a dirigir una defensa numantina de la capital, a menos que se llegue antes a un acuerdo de alto el fuego.
La realidad de la distante guerra del Sur se percibe como tal todav¨ªa en Buenos Aires, o en las provincias del interior del pa¨ªs, y s¨®lo en la costa patag¨®nica se respira un clima b¨¦lico, con oscurecimientos diarios y constante tr¨¢fico de veh¨ªculos y patrullas militares, intensificado ¨²ltimamente ante el temor de una operaci¨®n de comandos ingleses contra las bases a¨¦reas del continente, especialmente la de Comodoro Rivadavia.
424 muertos y desaparecidos
El Estado Mayor conjunto divulg¨® ayer el balance de las bajas sufridas desde que, el pasado 2 de abril, Argentina ocup¨® las islas Malvinas: 82 muertos, 106 heridos y 342 desaparecidos. Aunque en t¨¦rminos t¨¦cnicos la distribuci¨®n de las p¨¦rdidas humanas pueda ser correcta, a nadie se le oculta que la mayor¨ªa de los desaparecidos fueron v¨ªctimas del hundimiento del General Belgrano producido hace un mes y que englosan en n¨²mero de muertos que supera as¨ª los cuatrocientos y qui¨¦n sabe a cu¨¢ntos ascender¨¢ cuando se conozcan las bajas registradas en los cruentos combates de esta semana en la isla Soledad.
La euforia que reinaba en los medios de comunicaci¨®n argentinos ("?Estamos ganando!" ha sido el titular de varios semanarios), e incluso en el hombre de la calle, tras los importantes da?os causa dos a la flota inglesa por la aviaci¨®n argentina ha dejado paso a una profunda preocupaci¨®n por el desarrollo de las operaciones.
Los diarios de ayer ensalzaban la "heroica resistencia" de los defensores de las islas e insist¨ªan en que la batalla decisiva se librar¨¢ en Puerto Argentino, pero en la calle comienza a detectarse un sentimiento de pesimismo e impotencia, muy distinto del aquel fervor triunfalista de los primeros d¨ªas de abril. "Estamos luchando solos contra la primera y la tercera potencias militares del mundo", se lamentaba un joven funcionario, que aboga por la ruptura total de relaciones con Washington.
La tentaci¨®n de "hacer un gui?o" a la URSS es cada vez m¨¢s fuerte en determinados sectores del r¨¦gimen y se sabe que la posibilidad de un acercamiento a Mosc¨² se ha discutido entre los altos jefes del Ej¨¦rcito, aunque la mayor¨ªa se pronunci¨® negativamente.
En medios diplom¨¢ticos y europeos no se ocultaba la preocupaci¨®n ante una posible derrota militar total de las fuerzas argentinas, que arrinconar¨ªa a¨²n m¨¢s al r¨¦gimen y podr¨ªa provocar reacciones extremas y que podr¨ªan ir desde la suspensi¨®n del pago de la deuda externa argentina, con el consiguiente caos financiero en Europa y EE UU, a la solicitud formal de asistencia militar a Latinoam¨¦rica o a pa¨ªses de "otras latitudes" a los que hizo referencia Galtieri.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.