Camilo Men¨¦ndez: "Esperaba que todos mis compa?eros salieran absueltos"
El capit¨¢n de nav¨ªo Camilo Men¨¦ndez manifest¨® ayer a EL PAIS, poco despu¨¦s de las 8.30 de la tarde, en su casa de la calle General Moscard¨® de Madrid, que se encontraba un poco triste y desanimado "porque esperaba y deseaba que todos mis compa?eros salieran absueltos".
El capit¨¢n de nav¨ªo Camilo Men¨¦ndez, condenado a un a?o de prisi¨®n, que ya ha cumplido desde que fuera encarcelado el 24 de febrero de 1981, se enter¨® de la sentencia dictada por el Consejo Supremo de Justicia Militar a trav¨¦s de la radio. "Me qued¨¦ un poco asustado porque en principio dijeron que estaba condenado a tres a?os, pero cuando se radi¨® la sentencia oficial en la que me daban un a?o de prisi¨®n, me qued¨¦ tranquilo".Alrededor de las 19.00 horas de la tarde de ayer, Camilo Men¨¦ndez, en compa?¨ªa de algunos de sus familiares, se dirigi¨® nada m¨¢s salir de las dependencias donde se encontraba a un hospital, para visitar a uno de sus hijos que se encuentra internado por un ataque de apendicitis.
Posteriormente el capit¨¢n de nav¨ªo se dirigi¨® a su domicilio a donde lleg¨® sobre las 19.30 horas y donde manifest¨® a EL PAIS que se encontraba muy tranquilo al escuchar la sentencia oficial y que su ¨²nica reacci¨®n fue fumarse un cigarrillo -de la marca Ideales, que es la que suele fumar-. Ma?ana, como ¨¦l mismo indic¨®, se presentar¨¢ ante sus superiores en el Cuartel General de la Marina.
En cuanto al resultado de las sentencias, el capit¨¢n de nav¨ªo Camilo Men¨¦ndez Vives indic¨® que ¨¦l no pod¨ªa manifestarse ni opinar sobre las mismas aunque volvi¨® a reiterar que "mi mayor recuerdo en estos momentos es para mis compa?eros que est¨¢n en la c¨¢rcel de Alcal¨¢".
Durante la conversaci¨®n que mantuvo con un redactor de este peri¨®dico, puntualiz¨® que "todav¨ªa estoy esperando que EL PAIS rectifique una foto en la que.sal¨ªa un oficial de M¨¢rina tap¨¢ndose la cara con la gorra y de quien se dijo que era hijo m¨ªo, porque, primero, ninguno de mis hijos se tapa la cara y, segundo, mi mujer est¨¢ muy cabreada porque todav¨ªa se cree que tengo alg¨²n hijo por ah¨ª". Tranquilo y rodeado de su mujer y sus hijos, Camilo Men¨¦ndez manifestaba, mientras nos desped¨ªa esperando la llegada del ascensor, que "como ver¨¢s los que llaman golpistas no mordemos".
Garc¨ªa Carr¨¦s recibi¨® la sentencia en Covesa
A las 21.15 de ayer, el comandante Padilla -en representaci¨®n de la Relator¨ªa del Consejo Supremo de Justicia Militar- se encontraba en la habitaci¨®n 501 de la cl¨ªnica Covesa, en la calle del Pr¨ªncipe de Vergara, comunic¨¢ndole oficialmente la sentencia a Juan Garc¨ªa Carr¨¦s, ¨²nico paisano encausado e internado en el sanatorio madrile?o desde semanas antes del comienzo del juicio. Estaba presente el abogado de ¨¦ste Adolfo de Miguel.
Una persona pr¨®xima al antiguo secretario del sindicato de Actividades Diversas se?al¨® que Garc¨ªa Carr¨¦s no har¨ªa declaraciones ya que se encontraba fatigado, aunque su salud no presentaba ninguna complicaci¨®n. La misma persona se?al¨® que su "estado de ¨¢nimo era el mismo que en los ¨²ltimos tiempos".
Cortina rebosante de alegr¨ªa
El comandante Jos¨¦ Luis Cortina absuelto por la sentencia del Consejo Supremo de Justicia Militar lleg¨® a su domicilio, en el n¨²mero 3 de la calle Biarritz en el barrio del Parque de las Avenidas, a las 21,30 horas de ayer acompa?ado de sus padres. Minutos antes, el portero de la finca, donde se encuentra el piso descrito profusamente por el teniente coronel Tejero Molina como escenario de sus conversaciones con Cortina, hab¨ªa se?alado a un redactor de este peri¨®dico que ten¨ªa orden estricta de que nadie se acercara al domicilio de la familia Cortina.
Poco despu¨¦s, cuando se produjo la llegada de ¨¦stos, el comandante Cortina vestido de pantal¨®n azul y jersey de rombos en el mismo color que no ocultaba una exultante alegr¨ªa, reiter¨® su deseo de no realizar ninguna manifestaci¨®n. "Somos muchos compa?eros y podr¨ªa decir algo inoportuno", fueron sus ¨²nicas palabras de respuesta a las preguntas de EL PAIS. Ya frente a la puerta del ascensor, Cortina haciendo gala de una extraordinaria cordialidad se despidi¨® lamentando no poder ser m¨¢s expl¨ªcito.
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