Un breve concierto para Madrid
Entre las obras breves de Stravinski figura una denominada Madrid, que, por cierto, no suele interpretarse en nuestros conciertos. Naci¨® despu¨¦s del primer viaje del compositor a Espa?a, en 1916, evocado en las Memorias (traducidas al espa?ol por Victoria Ocampo): "Llego a Madrid a las nueve de la ma?ana. Encuentro a la ciudad sumida todav¨ªa en un profundo suef¨ªo. En el hotel me recibe el portero de noche con un farol en la mano. Sin embargo, est¨¢bamos en primavera; pero la gente se levantaba tarde y la vida se prolongaba hasta despu¨¦s de medianoche. Todos los d¨ªas escuchaba desde mi habitac¨ª¨®n los sonidos lejanos de una banda que tocaba un pasodoble. Yo gustaba y saboreaba con delicia estos peque?os rasgos caracter¨ªsticos de la vida cotidiana de los espa?oles".Parece ser que algunos ecos de esa marcha movieron el pensamiento de Stravinski al componer La histor¨ªa de un soldado. No menos atrajeron al visitante las m¨²sicas de los organillos callejeros. Este recuerdo y la boga del piano mec¨¢nico o pianola, que interes¨® a los m¨¢s diversos autores como primera posibilidad de gran difusi¨®n para sus piezas, funcionaron como motor para Madrid, fechada en Suiza (Morges y les Diablerets) el a?o 1917 y dedicada a Eugenia de Err¨¢zuriz, una se?ora chilena que se trat¨® con las grandes figuras de la ¨¦poca y a la que Falla dedic¨® el Soneto a C¨®rdoba.
Tributo a la tradici¨®n
Recuerda Stravinski: "Para no ser menos que mis predecesores, que al regreso de Espa?a fijaban sus impresiones en una obra consagrada a la m¨²sica que hab¨ªan escuchado en ese pa¨ªs -ante todo y sobre todo Glinka, con sus incomparables Jota aragonesa y Una noche de est¨ªo en Madrid-, fue un placer para m¨ª pagar tributo a esa tradici¨®n. La originalidad de las mescolanzas inesperadas exhib¨ªdas por los organillos en las tascas y en las calles madrile?as me sirvi¨® de pretexto para esta pieza, que compuse especialmente para pianola". En 1928, el autor la orquest¨® y pas¨® a formar parte de sus Cuatro estudios.
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