Por debajo del ¨ªndice 100
La p¨¦rdida del 100% en el ¨ªndice general de la Bolsa de Madrid ha supuesto una breve conmoci¨®n en el colectivo de inversores y especialistas, quienes, a pesar de esperarlo, abrigaban algunas esperanzas de que se produjese el milagro, de la mano de una briosa reacci¨®n por parte de los bancos. Sin embargo, el horno burs¨¢til est¨¢ para pocos bollos, y bastante tienen los cuidadores de las acciones bancarias con impedir a diario que se produzcan deterioros en los t¨ªtulos sometidos a su custodia como consecuencia del incesante flujo vendedor.Por su parte, continuaron muy flojas las el¨¦ctricas, sector en el que se contin¨²an ensanchando las diferencias entre aquellas sociedades que ya han pagado su dividendo complementario al pasado ejercicio y las que todav¨ªa no han realizado este desembolso. Las primeras est¨¢n cotizando por debajo del 60%, mientras que las ¨²ltimas consiguen mantenerse por encima de esta posici¨®n.
Con todo, el grupo de industrias qu¨ªmicas est¨¢ resultando el m¨¢s castigado por los vendedores en las ¨²ltimas sesiones. Los descensos de Explosivos y Petr¨®leos, a los que acompa?an bastantes otros valores del mismo grupo, son casi diarios, y parece poco probable que vayan a detenerse por el momento. Es curioso el caso de que Petr¨®leos, que, tras el pago de su dividendo y la aparente reci¨¦n adquirida libertad burs¨¢til del grupo bancario que tradicionalmente le tutelaba, haya registrado una vertiginosa ca¨ªda.
El goteo vendedor de acciones bancarias se reproduce a diario, como tambi¨¦n son diarias las operaciones de apoyo que se ven forzados a realizar los responsables de estas entidades en las salas de contrataci¨®n para impedir que se produzcan bajas. A pesar de este decidido apoyo, los inversores no terminan de animarse a cursar ¨®rdenes de compra, y ello, aun a sabiendas de que un buen n¨²mero de estas entidades realizar¨¢n ampliaciones de capital gratuitas en los pr¨®ximos meses.
Lo que parece estar pesando en al ¨¢nimo de los inversores cada vez m¨¢s son las inc¨®gnitas que plantean estos regalos para la evoluci¨®n futura de los precios de estas acciones. El peque?o valor que representa una ampliaci¨®n gratuita en la que se entrega una acci¨®n nueva por cada diez que se posea, conforme al modelo que parecen haber acometido cuatro de las grandes entidades del sector, se ve contrarrestado por un doble efecto: por una parte, se aumenta el n¨²mero de t¨ªtulos en circulaci¨®n, en unos momentos como los actuales, en los que el mercado de acciones no s¨®lo no se ensancha, sino que incluso pierde a algunos de sus incondicionales, que est¨¢n buscando refugio m¨¢s seguro a sus inversiones. Por otra parte, estas operaciones plantean la necesidad creciente de generar beneficio para mantener cuando menos las retribuciones recientemente incrementadas.
As¨ª, no es de extra?ar que situaciones como las que se daban ayer en la Bolsa de Madrid, con los siete grandes bancos repitiendo en bloque, a pesar de haber realizado ellos mismos alg¨²n que otro esfuerzo comprador de sus propias acciones, compongan un aburrido decorado que se repite hasta la saciedad. Abundando en esta tesis, se puede se?alar que el Santander ha visto frenada su carrera alcista, que se apoyaba precisamente en el doble juego de la ampliaci¨®n de capital prometida m¨¢s el incremento de su dividendo, repitiendo en la Bolsa de Madrid, ya con saldos vendedores, mientras que, por ejemplo, en el mercado catal¨¢n se ve¨ªa obligado a aceptar un recorte de cierta consideraci¨®n.
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