Sentencia perspicaz

A ra¨ªz de las sentencias pronunciadas por el Tribunal supremo de Justicia Militar en torno a los encausados en el proceso del 23-F se ha desencadenado una reacci¨®n de desaprobaci¨®n sobre las mismas, por parte tanto de las fuerzas pol¨ªticas, en esta ocasi¨®n en un pacto de unanimidad de encontrar un portavoz ¨²nico, en la persona del presidente del Gobierno (recu¨¦rdese la conocida intervenci¨®n telef¨®nica a modo de primera impresi¨®n en los micr¨®fonos de Radio Nacional), como de los propios medios de comunicaci¨®n.Teniendo en cuenta los intereses pol¨ªticos y las opiniones vertidas de uno y otro signo, hay que admitir, conociendo el condicionamiento hist¨®rico y peculiaridad de las Fuerzas Armadas, que se tratan de unas sentencias de car¨¢cter estrictamente castrense.

La sentencia se apoya en su conjunto en una marcada discriminaci¨®n de responsabilidades entre el mando o jefes superiores y el resto de los componentes, y parece que esto es lo que se ha querido dar a entender a la hora de dictar sentencias en la diferenciaci¨®n de sus cuant¨ªas, a saber: p¨ªrricas en los grados m¨¢s bajos y m¨¢ximas para la graduaci¨®n m¨¢s alta.

Tampoco parece que el tribunal haya hecho consideraciones pol¨ªticas, que las deja al criterio m¨¢s riguroso del Tribunal Supremo de Justicia, justicia civil, para que tenga la ¨²ltima palabra y matice en su justa medida la sentencia de los encausados.

Me parece una sentencia perspicaz y una medida acertada e inteligente, ya que la causa del 23-F ha tenido una doble incidencia: pol¨ªtica y militar, ellos han juzgado la competencia y responsabilidad militar, cuanto supone una autopurga corporativa, dejando a la sociedad civil, mediante el Tribunal Supremo de la naci¨®n, que dicte sentencia definitiva.

Creo que no se pod¨ªa esperar m¨¢s sabiendo que esto ha supuesto un trauma y un sacrificio para una corporaci¨®n institucional tan condicionada hist¨®ricamente y anclada ideol¨®gicamente en el pasado.

Reciba un cordial saludo.