Art Pepper , la vida dif¨ªcil de un gran m¨²sico
Art Pepper, m¨²sico de jazz, falleci¨® el pasado martes en Los Angeles, v¨ªctima de una hemorragia cerebral. Ten¨ªa 56 a?os y era uno de los m¨²sicos m¨¢s brillantes de su generaci¨®n, a pesar de la vida atormentada que vivi¨®, por sus or¨ªgenes familiares -sus padres eran un marino mercante borracho y una mujer alcoh¨®lica- y por su dependencia de las drogas.Art Pepper, saxofonista dejazz naci¨® en Gardena (California Estados Unidos) el 1 de septiembre de 1925. A los dieciocho a?os ya estaba tocando en la orquesta de Benny Carter, para pasar luego, aunque de forma intermitente, a la de Stan Kenton, donde, por as¨ª decir, se har¨ªa m¨²sico.
A mediados de los a?os cincuenta, su forma de tocar hab¨ªa logrado la madurez, combinan do una enorme expresividad ,con la perfecci¨®n t¨¦cnica, un sonido bell¨ªsimo y una emotividad sangrante. As¨ª es como le escuchamos mucho tiempo despu¨¦s en la pasada edici¨®n del festival de jazz de San Sebasti¨¢n, del que Art Pepper ser¨ªa uno de los momentos estela res que oscureci¨® la actuaci¨®n que a continuaci¨®n ofrecer¨ªa Woody Shaw.
Pero entre ambos extremos se extendi¨® una vida poco sonriente. Art Pepper comenz¨® bien pronto a tener problema con los narc¨®ticos y, como consecuencia de ello, con la polic¨ªa. De 1964 a 1966 estuvo encarcelado en San Quint¨ªn. Despu¨¦s de su liberaci¨®n toc¨® durante un a?o el alto en bandas de rock. Luego se uni¨® al bater¨ªa Buddy Rich, hasta 1968, a?o en que hubo de ser hospitalizado con el bazo roto. Volvi¨® a la carretera y regres¨® al hospital hasta que decidi¨® pasar tres a?os en el. Sinanos, un centro de recuperaci¨®n californiano. Entre 1972 y 1975 trabaj¨® como contable y pas¨® despu¨¦s a dar clases de clarinete en Denver. Dirigi¨® seminarios y finalmente volvi¨® a las grabaciones, mont¨® su propio grupo y se mostr¨® en una forma tan milagrosa como la que por las mismas fechas pasaba un m¨²sico de vida paralela: el trompetista Chet Baker.
Las influencias que Pepper admit¨ªa en s¨ª mismo eran Lester Young, Zoot Sims y Coltrane, para cierto desconcierto de quienes le ve¨ªan m¨¢s en la estela de sus compa?eros de instrumento Chartie Parker y el muy elegante Lee Konitz. En todo, caso, influencias pasadas por una personalidad cuya fuerza va m¨¢s all¨¢ de la m¨²sica y que ahora ha sido truncada por la derrota de un cuerpo que ya no daba para m¨¢s. Una l¨¢stima, una de tantas penas que ocurren en un mundo de mortales. Al menos quedan los discos.
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