Portugal, decidido a denunciar el acuerdo de pesca con Espa?a
El ministro de Agricultura y iresca del Gobierno de Lisboa revel¨® a EL PAIS que propondr¨¢ al Consejo de Ministros, en la primera semana de julio, que sean accionados por el ministro de Asuntos Exteriores los dispositivos destinados a hacer reconocer la nulidad del acuerdo firmado en 1969 y cuya validez prevista era de treinta a?os. El ministro afirma no ignorar la gravedad de la decisi¨®n tomada ni sus eventuales repercusiones negativas sobre las relaciones entre Espa?a y Portugal, pero considera que se trata de la defensa irrenunciable a la soberan¨ªa sobre parte importante de las aguas territoriales portuguesas.
Est¨¢ dispuesto a defender, delante del Tribunal Internacional de La Haya y de las instancias internacionales a las que Espa?a pueda recurrir, que la extensi¨®n de seis a doce millas, posterior a, la firma del tratado de 1969, del l¨ªmite intemacional de las aguas territoriales ha modificado completamente las bases negociables, invocando la necesidad de una renegociaci¨®n global de las relaciones existentes entre las dos naciones ib¨¦ricas en el sector pesquero.La primera consecuencia de la denuncia del acuerdo ser¨¢ la nulidad del protocolo de 1981, a¨²n no ratificado por Portugal, y al abrigo del cual han sido pasadas las licencias actualmente utilizadas por los barcos pesqueros de ambos pa¨ªses para faenar en las aguas del vecino.
La eventual ruptura unilateral del acuerdo por parte de Portugal culmina un largo proceso en el que, a pesar de la voluntad declarada de di¨¢logo, los desentendimientos prevalecieron casi siempre sobre las convergencias de intereses.
Desde que el democristiano Basilio Horta se hizo cargo, en agosto pasado, del Ministerio de Agricultura y Pesca se sab¨ªa que el nuevo titular no concordaba con los t¨¦rminos del protocolo de 1981, firmado despu¨¦s de meses de laboriosas negociaciones, marcadas por incidentes como el bloqueo de la frontera fluvial sobre el Guadix por pescadores de Huelva y de la isla Cristina.
El ministro portugu¨¦s hizo cuesti¨®n de distinguir dos niveles, seg¨²n ¨¦l claramente diferenciados, en las relaciones pesqueras entre Espa?a y Portugal: el del aprovechamiento inmediato de los recursos disponibles y el de los derechos hist¨®ricos. Es sobre este ¨²ltimo punto que las posiciones se revelar¨ªan inconciliables: Espa?a, considerando que el tratado de 1969 le otorga derechos hist¨®ricos sobre las aguas territoriales portuguesas entre las seis y las doce millas; Portugal, considerando que estas aguas, que no pod¨ªan ser objeto de negociaci¨®n en 1969 por situarse entonces fuera del mar territorial, pueden ser aprovechadas por la flota pesquera espa?ola, pero en r¨¦gimen de tolerancia, mediante acuerdos a establecer cada a?o.
La cuesti¨®n de los derechos hist¨®ricos es, como se sabe, especialmente importante de cara a una futura integraci¨®n de Espa?a y Portugal en las comunidades europeas, pero el ministro portugu¨¦s estima que los intereses espa?oles coinciden en la materia con los intereses lusos, los mecanismos comunitarios, obligando cada nuevo miembro a consentir a los dem¨¢s las facilidades otorgadas a la naci¨®n m¨¢s favorecida.
Bas¨ªlio Horta invoca para Portugal la necesidad de preservar, para el futuro desarrollo de la industria pesquera portuguesa -previsto por un plan nacional de pescas en elaboraci¨®n-, la libre disposici¨®n de sus aguas territoriales. "No comprometer irremediablemente el futuro, conden¨¢ndonos a no explorar directamerite nuestros propios recursos", es, en su opini¨®n, una preocupaci¨®n l¨®gica, que no puede ser interpretada como contraria a la amistad y buena vecindad con Espa?a.
Admite que el tratamiento dado a los problemas pesqueros hispano-portugueses por la Prensa portuguesa no ha ayudado a una clara comprensi¨®n de los problemas. Peri¨®dicos ligados a la oposici¨®n han ampliado las protestas de algunos intereses ligados al sector y que consideran excesivas las licencias otorgadas a pescadores espa?oles. El ministro no comparte esta posici¨®n. Considera que, mientras Portugal no est¨¢ en condiciones de explorar todas las potencialidades de sus aguas territoriales, es del inter¨¦s com¨²n que esta exploraci¨®n sea cedida a Espa?a, que dispone de una flota importante y carece de espacios para faenar. Es favorable al desarrollo de todas las formas de cooperaci¨®n en este sentido, y particularmente a la creaci¨®n de empresas mixtas, cuyos intereses ser¨¢n siempre garantizados, y que pueden contribuir de manera importante a compensar el actual d¨¦ficit de pesca portugu¨¦s. "No se trata de cortar el n¨²mero de licencias", insiste Basilio Horta. "Pero quereinos que este n¨²mero sea fijado cada a?o. En principio se reducir¨¢ a medida del crecimiento de la flota pesquera portuguesa. Pero si fu¨¦ramos incapaces de desarrollar nuestra propia industria, estar¨ªamos dispuestos a someternos al parecer de la comisi¨®n mixta t¨¦cnica y a autorizar a los pescadores espa?oles a efectuar todas las capturas que no estuvi¨¦semos en condiciones de realizar".
Entretanto, esta propuesta portuguesa, entregada al subsecretar¨ªo espa?ol de Pesca, Miguel Aldasoro, el pasado 5 de junio, no ha obtenido respuesta de Madrid en el plazo previsto (hasta el 20 de junio), y dentro de quince d¨ªas las aguas portuguesas podr¨¢n quedar vedadas a los pescadores espa?oles, titulares o no de licencias pasadas al abrigo del protocolo de 1981.
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