"Es necesario un reforzamiento del papel pol¨ªtico de Europa"

Lo que nadie le niega es su gran preparaci¨®n cultural. Ha sido catedr¨¢tico de Historia en la Universidad de Florencia y director del primer diario del pa¨ªs, II Corriere Della Sera. Es soltero y tiene dos grandes amores: los libros y la buena cocina.En un pa¨ªs zarandeado por continuos esc¨¢ndalos de tipo econ¨®mico, el diario Repubblica, nada tierno con los hombres pol¨ªticos, acaba de hacer de Spadolini un gran elogio: "Es un presidente", ha escrito, "inmune de todo tipo de desorden financiero". EL PAIS le ha entrevistado en su despacho del Palazzo Chigi antes de salir para Madrid. No ha rechazado ninguna pregunta, ni ocult¨® sus sinceros deseos de visitar a Espa?a.

Pregunta. ?Qu¨¦ espera usted de este viaje a Espa?a?

Respuesta. Cuando en marzo pasado me encontr¨¦ en Poma con el presidente Calvo Sotelo, decidimos intensificar las relaciones italo-espa?olas, favoreciendo formas de cooperaci¨®n nuevas y m¨¢s avanzadas en sectores importantes para el desarrollo econ¨®mico de ambos pa¨ªses. Mi deseo es que puedan abrirse en seguida consultas m¨¢s frecuentes y m¨¢s estrechas. Y esto lo digo porque estoy convencido de los lazos profundos que unen a nuestros dos pa¨ªses, no s¨®lo como afinidad geogr¨¢fica, sino tambi¨¦n y sobre todo porque La historia, la cultura y el arte, en una palabra, la civilizaci¨®n espa?ola de antigua ra¨ªz cristiana, se ha desarrollado paralelamente a la italiana. Y lo ha hecho con un intercambio de influencias rec¨ªprocas, en un entrelazarse permanente de experiencias hist¨®ricas, en una curiosa "contaminaci¨®n de categor¨ªas intelectuales", como habr¨ªa dicho un fil¨®sofo que estudi¨® a fondo la historia de Espa?a: Benedetto Croce.

P. Usted que ha sido siempre un europe¨ªsta convencido, ?c¨®mo ve el papel de la Espa?a democr¨¢tica en el ¨¢rea mediterr¨¢nea?

R. Como un factor de estabilidad y de paz en un ¨¢rea en la que se cruzan y sobreponen todos los motivos de tensi¨®n que surcan el escenario internacional en la direcci¨®n norte-sur. Un ¨¢rea en la que conviven intereses de diverso signo, a la que se asoman democracias de vocaci¨®n occidental y reg¨ªmenes autoritarios, civilizaciones antiguas y pueblos nuevos, sociedades industriales avanzadas y pa¨ªses que s¨®lo desde hace unos a?os han empezado a avanzar hacia un desarrollo a veces desequilibrado y contradictorio. Se trata de un amasijo de gentes, de religiones, de econom¨ªas a veces tan diversas que exigen una pr¨¢ctica constante de tolerancia y de di¨¢logo y de firme defensa de la paz. Por eso Italia ha acogido con gran satisfacci¨®n la adhesi¨®n de Espa?a a la Alianza Atl¨¢ntica: como un acto que refuerza los profundos lazos de uni¨®n de Espa?a con todo Occidente.

El presidente Spadolini, en una pausa, asegura que ha hablado con el presidente franc¨¦s, Fran?ois Mitterrand, apoyando con gran claridad y firmeza la entrada de Espa?a a la CEE. Y asegura que incluso en su recient¨ªsimo viaje a Bruselas los resultados de la presi¨®n italiana "son de verdad alentadores".

P. En este a?o usted ha recibido las confidencias de los mayores l¨ªderes espa?oles. Y me consta que han hablado siempre de la amenazada democracia espa?ola. ?Qu¨¦ idea personal se ha hecho usted de la situaci¨®n espa?ola a trav¨¦s de estas informaciones?

R. Considero concluida la fase de transici¨®n de la nueva Espa?a hacia un r¨¦gimen democr¨¢tico y representativo. Los mismos acontecimientos del 23 de febrero del a?o pasado, cuando el pa¨ªs se reconoci¨® inmediatamente en las nuevas instituciones, lo confirma. La herencia de la dictadura creo que ha sido derrocada r¨¢pidamente con sabidur¨ªa y firmeza, con un sentido de responsabilidad que ha preparado un nuevo equilibrio al servicio de una aut¨¦ntica reconstrucci¨®n democr¨¢tica. Espa?a ha demostrado, con sus propias fuerzas, que posee todos los t¨ªtulos para reconquistar el puesto que le compete entre las naciones democr¨¢ticas europeas y occidentales.

P. ?Y de Italia, se?or, presidente? ?Es verdad que empieza a ser algo m¨¢s que una colonia americana y que empieza a tener un papel de aut¨¦ntica dignidad y no de cenicienta en el interior de la Comunidad?

R. Mire, de lo que muchos se olvidan es que Italia est¨¢ vinculada a Estados Unidos con un lazo muy estrecho de amistad y de alianza, fundado, m¨¢s que en una exigencia de alianza defensiva, en un cemento de adhesi¨®n com¨²n a ciertos valores y a ciertos principios de libertad. Y esto en un cuadro del leal partnership euro-atl¨¢ntica, que exige un reforzamiento del papel de Europa como sujeto pol¨ªtico activo. Por eso en esta l¨ªnea de una antigua alianza estamos empe?¨¢ndonos en acrecentar las relaciones de colaboraci¨®n entre la CEE y Estados Unidos. Pero, eso s¨ª, como hemos subrayado con fuerza en el Consejo Europeo de Bruselas, sin estar dispuestos a aceptar pol¨ªticas que no compartimos, comenzando por las perspectivas de guerras comerciales, que representar¨ªan una fuente ulterior de peligro para una convivencia ya turbada por motivos inquietantes de conflicto y de laceraciones en ¨¢reas no lejanas de nosotros.

P. ?Y la eterna cuesti¨®n de los comunistas? El difunto Ugo la Malfa, su glorioso antecesor como secretario del partido republicano, estaba firmemente convencido de que este pa¨ªs no saldr¨¢ de su emergencia econ¨®mica sin la participaci¨®n directa de. los comunistas en el Gobierno, siendo la segunda fuerza electoral del pa¨ªs. ?Excluye esta posibilidad o piensa que podr¨ªa ser usted mismo el protagonista de este cambio, como algunos rumorean ya?

R. El problema de una participaci¨®n directa de los comunistas en el Ejecutivo, por lo menos durante esta legislatura, no se plantea. En cuanto al futuro, no puedo hacer profec¨ªas. Pero no he dejado de advertir la importancia de ciertas tomas de posiciones recientes del PCI respecto a la Uni¨®n Sovi¨¦tica, como por ejemplo en el caso de la dolorosa cuesti¨®n polaca. Aunque ser¨¢n decisivos los pasos ulteriores que el Partido Comunista de Italia sabr¨¢ realizar en el terreno de la evoluci¨®n democr¨¢tica, a trav¨¦s de un camino emprendido ya hace muchos a?os y que ahora tiene que completar. Si en la actual coalici¨®n gubernamental no han existido convergencias m¨¢s amplias con el PCI ha sido por la oposici¨®n que los comunistas han puesto a algunas decisiones del Ejecutivo en materia de pol¨ªtica internacional. No existe ning¨²n veto perjudicial contra los comunistas; en este momento existe s¨®lo una leg¨ªtima dial¨¦ctica parlamentaria entre mayor¨ªa y oposici¨®n, que no ha impedido convergencias muy significativas en estos doce meses de mi presidencia. Pero, eso s¨ª, se han realizado siempre a la luz del sol. Nosotros no hemos pedido al PCI ventajas ni las hemos recibido...

En relaci¨®n con el esc¨¢ndalo Calvi-banco Ambrosiano, Spadolini lo califica de "alucinante" y afirma que en ¨¦l se replantean de nuevo "las inquietantes y turbias tramas de la logia mas¨®nica Propaganda 2 (P-2)". Afirma que su Gobierno ser¨¢ fiel a su primer promesa ante el Parlamento de "moralizar ¨ªntegramente la vida p¨²blica de este pa¨ªs". Y a?ade: "No es posible combatir ni la inflaci¨®n ni el terrorismo sin detener antes todos los factores que enturbian este pa¨ªs en el campo de la moralidad p¨²blica".