Espa?a respondi¨® a los maestros americanos
Los profesores de la c¨¢tedra del baloncesto se encontraron con unos alumnos respondones y que, desde el primer momento, quisieron hacer valer sus derechos. No admitieron la consabida superioridad por las buenas y obligaron a que esos supuestos profesores se empleasen a fondo para explicar la lecci¨®n. El partido cumpli¨® su objetivo. Hubo espect¨¢culo, gust¨® sin deslumbrar el equipo norteamericano y agrad¨® mucho el juego de la selecci¨®n espa?ola, que adem¨¢s de hacerlo bien tuvo su mayor virtud en no arrugarse ante un rival superior.Si D¨ªaz-Miguel y sus hombres se mantienen con esta mentalidad llegar¨¢n muy lejos en el Mundial de Colombia del mes de agosto, que es para lo que se est¨¢n preparando. Habr¨ªa que aconsejarles que jugaran con la soltura y la alegr¨ªa de ayer, arriesgando y sin miedo. El seleccionador estuvo muy acertado, quiz¨¢ porque no pens¨® demasiado en el resultado y utiliz¨® con valent¨ªa el banquillo lo que le sali¨® bien porque todos respondieron. Corbal¨¢n dio la medida, se pic¨® y ofreci¨® un par de pases que los hubiera firmado el mism¨ªsimo Oscar Robertson.
Los norteamericanos cumplieron su cometido. Dada su superioridad se tem¨ªa que actuasen relajados y sin ofrecer lo mejor de sus cualidades. El buen aficionado pudo gozar en varias ocasiones con acciones de bella factura que llevaban el sello de la escuela norteamericana.
Su mayor diferencia la obtuvieron a los treinta minutos (72-90) y se debi¨® a que en el segundo tiempo se emplearon m¨¢s a fondo como en ellos es costumbre. Con estos dieciocho puntos de ventaja volvieron a relajarse y cuando el equipo espa?ol se lleg¨® a acercar hasta seis puntos volvieron a apretrar el acelerador porque lo que s¨ª estaba claro es que quer¨ªan ganar. Los Williams, Gilmore y sobre todo el dif¨ªcil Roundfield dieron todo un recital cuando hizo falta. Todo lo basan en la defensa y, a partir de ah¨ª, salen con una velocidad endiablada hacia el lado contrario y no hay forma de pararlos. En poco menos de dos segundos recorren la cancha y al final se cuelgan con pasmosa facilidad del aro merced a unos saltos espectaculares que inician incluso fuera de la zona.
Los veteranos tambi¨¦n cumplieron
Las selecciones de veteranos de Italia y Espa?a jugaron antes de este encuentro y entretuvieron al poco p¨²blico que, en ese momento, se encontraba en el pabell¨®n. Quiz¨¢, la conclusi¨®n m¨¢s positiva que se pueda sacar de este encuentro sea la r¨¢pida evoluci¨®n del baloncesto mundial. Tanto en los trasalpinos como en los espa?oles hab¨ªa figuras de primer¨ªsima fila y, sin embargo, parec¨ªa que est¨¢bamos en el siglo pasado pese a lo cual se pudo disfrutar con el juego que unos y otros brindaron. Indudablemente, la clase, la exquisitez y la imaginaci¨®n, sin que hayan desaparecido, han sido sustituidas en gran parte por la potencia, la fuerza y la altura. Fue un partido entretenido del que goz¨® el buen aficionado y que sirvi¨® para volver a unir lazos de amistad.
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