Israel ha desplegado en territorio liban¨¦s el 80% de su Ej¨¦rcito
Israel posee en L¨ªbano, ocho divisiones, que, con las unidades log¨ªsticas que las acompa?an, totalizan 120.000 hombres, el 80% de su Ej¨¦rcito regular, con el que puede expulsar a las tropas sirias, derrotar a los palestinos y conquistar todo el pa¨ªs, seg¨²n expertos militares occidentales acreditados aqu¨ª.
Si el Gobierno de Tel Aviv decidiese tomar el sector occidental de Beirut, donde est¨¢n atrincherados 6.000 combatientes palestinos, 5.000 pertenecientes a la izquierda libanesa y mil sirios, necesitar¨ªa unos 30.000 hombres, que iniciar¨ªan el ataque a las tres de la madrugada -una hora antes de que amanezca- y controlar¨ªan los grandes ejes dos horas despu¨¦s, pero podr¨ªan tardar m¨¢s de una semana en acabar con la resistencia armada en algunos barrios y campamentos palestinos, opinan las mismas fuentes.Los mencionados expertos, que prefirieron permanecer en el anonimato, creen, en funci¨®n de sus conversaciones con oficiales hebreos, que el elevado coste en vidas humanas israel¨ªes que hubiese supuesto el asalto a la capital ha sido el principal factor disuasivo de su desencadenamiento.
Un responsable de las milicias cristiano-conservadoras libanesas, aliadas de Israel, afirm¨® que eI Tshal, el Ej¨¦rcito israel¨ª, calculaba que la invasi¨®n de Beirut Oeste le costar¨ªa unos trescientos muertos en sus filas, es decir, m¨¢s que en los veinticinco primeros d¨ªas de guerra, en los que tuvo que lamentar, seg¨²n cifras oficiales del Ministerio de Tel Aviv, 271 muertos y trece desaparecidos. Ninguna fuente solvente se atrevi¨® a pronosticar el n¨²mero de v¨ªctimas que costar¨ªa la batalla de Beirut.
15.000 civiles muertos
Algo m¨¢s de mil soldados sirios han muerto en esta guerra, y los palestinos han perdido otros tantos combatientes -sin contar sus miles de heridos y sus 6.000 presos-, pero es entre la poblaci¨®n civil donde se registra el mayor n¨²mero de muertos: entre 14.000 y 15.000, seg¨²n estimaciones, pr¨¢cticarnente concordantes, de C¨¢ritas Internacional y del primer ministro liban¨¦s, Chafic Wazzan.
La ofensiva contra Beirut requerir¨ªa primero que Israel fortaleciese su cerco de la ciudad con unos 6.500 hombres, para llegar a disponer de los 30.000 soldados necesarios para llevar a cabo la operaci¨®n en ¨®ptimas condiciones.
Tan s¨®lo tres horas son necesarias para reforzar con media divisi¨®n las inmediaciones de la capital.
Tras un bombardeo a¨¦reo intenso de las posiciones palestinas, las dos divisiones del Tshal atacar¨ªan Beirut, en la que a¨²n residen 600.000 personas, por el Sur y por el sector cristiano del Este, donde el dispositivo defensivo es escaso, a pesar de haber sido mejorado estas dos ¨²ltimas semanas.
Al Sur, en cambio, donde se encuentran los tres grandes campamentos de refugiados palestinos -Sabra, Chatila y Burj el Burajneh-, las defensas son m¨¢s consistentes, por lo que el ataque hubiese sido, casi con certeza, protagonizado por la c¨¦lebre brigada israel¨ª Golani, especialmente entrenada a la lucha callejera en los pueblos abandonados del Gol¨¢n.
La brigada Golani, que cuenta con unos 2.500 hombres, dirigidos por el coronel Irwin Lavi, actualmente estacionada en los alrededores del aeropuerto de Beirut, fue la que tom¨®, el 7 de junio, el castillo de Beaufort, aut¨¦ntica plaza fuerte de la artiller¨ªa palestina en el sur de L¨ªbano. Al Norte y al Oeste, Beirut da al mar, constantemente surcado por las lanchas patrulleras de la Marina israel¨ª, pero los expertos militares no consideran probable un desembarco.
Para tratar de contener el avance israel¨ª sobre Beirut, los palestinos y libaneses de izquierda -¨¦stos, algo menos decididos a pelear firmemente- s¨®lo disponen, al haber sido destruida casi toda su artiller¨ªa pesada, de ametralladoras, morteros, lanzagranadas RPG anticarros y media docena de carros sovi¨¦ticos T 34 de la segunda guerra mundial.
Contra la aviaci¨®n, su ¨²nica arma eficaz son las bater¨ªas antia¨¦reas sovi¨¦ticas Shilka, orientadas por radar, que con sus cuatro ca?ones de 23 mil¨ªmetros pueden disparar hasta 4.000 veces por minuto. Pero su utilizaci¨®n pr¨¢ctica por los milicianos deja mucho que desear.
Mientras se toma una decisi¨®n pol¨ªtica a prop¨®sito de Beirut, el Tshal liquida paulatina y discretamente las posiciones sirias en el Metn, la zona monta?osa al Este de la capital, que se encuentra cercada y en una situaci¨®n insostenible desde que el Ej¨¦rcito israel¨ª se apoder¨®, hasta la llanura de Bekaa, de la carretera a Damasco.
Una vez ocupada toda la monta?a, el Ej¨¦rcito jud¨ªo se reserva la posibilidad de proseguir su ofensiva hasta Tr¨ªpoli, la capital norte?a de L¨ªbano, en cuyas afueras est¨¢n acuartelados tres batallones sirios.
Pero es en la Bekaa donde podr¨ªa desarrollarse, si se reanudan las hostilidades, la mayor batalla de la guerra, de cuyo desenlace depender¨¢ el mantenimiento o la desaparici¨®n de los sirios en L¨ªbano.
Unidades sirias de ¨¦lite
Siria ha concentrado al norte de la llanura dos de sus mejores divisiones: la I y la III, equipadas con 500 carros, en su mayor¨ªa del moderno modelo sovi¨¦tico T 72, y protegidas de la aviaci¨®n por quince nuevas bater¨ªas de misiles antia¨¦reos Sam 6. En total, cerca de 35.000 soldados sirios se encuentran actualmente en L¨ªbano, 10.000 m¨¢s que cuando se inici¨® la invasi¨®n israel¨ª.
Enfrente, en el sur de la llanura, y en situaci¨®n de superioridad num¨¦rica, el Ej¨¦rcito israel¨ª dispone de tres divisiones, con m¨¢s de seiscientos carros de combate.
Si con sus 120.000 hombres, 1.400 carros y 2.500 veh¨ªculos blindados de transporte de tropas el Estado hebreo invade el 45% -4.680 kil¨®metros cuadrados del territorio de L¨ªbano, pa¨ªs que tiene la misma extensi¨®n que Asturias, las dem¨¢s fronteras de Israel est¨¢n desguarnecidas con, todo lo m¨¢s, una divisi¨®n en el Gol¨¢n sirio ocupado y algo menos frente al Sina¨ª egipcio. Este ser¨ªa, para sus tres vecinos ¨¢rabes, Jordania, Egipto y Siria, el momento oportuno para intentar derrotar al invencible Israel.
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