El Ej¨¦rcito de Tierra argentino forma un tribunal militar para exigir responsabilidades por el desastre de las Malvinas
El Ej¨¦rcito de Tierra de la Rep¨²blica Argentina ha constituido un tribunal militar dirigido por el general de divisi¨®n y director de los institutos militares, N¨¦stor Calvi, que recopilar¨¢ todas las informaciones existentes sobre la pasada guerra de las Malvinas y las someter¨¢ luego a la consideraci¨®n de un tribunal superior que integran tres tenientes generales, que ser¨¢n quienes determinen las correspondientes responsabilidades.
Esta informaci¨®n, que trascendi¨® el viernes por la noche, es el primer s¨ªntoma de que las fuerzas armadas argentinas van a hacer un an¨¢lisis cr¨ªtico de la conducci¨®n de la guerra. No obstante, todos los oficiales que participaron en el conflicto directamente presentaron ya sus correspondientes partes de guerra, que han sido complementados con los interrogatorios a los reclutas regresados de las Malvinas, a trav¨¦s de cuyo testimonio la opini¨®n p¨²blica pudo saber de importantes imprevisiones de log¨ªstica.En todo caso, y despu¨¦s de la destituci¨®n de Leopoldo Galtieri y el cisma ocurrido en la c¨²pula militar, se estima que las fuerzas armadas argentinas no comenzar¨¢n realmente a pensar en asociarse de nuevo, hasta que pasen a retiro voluntario y anticipado los jefes de las otras dos armas, almirante Isaac Anaya y brigadier Basilio Lami Dozo. Mientras eso no se produzca, pol¨ªticos y militares coinciden en que el presidente Reynaldo Bignone gobernar¨¢ con una gran precariedad.
El general Cristino Nicolaides, comandante en jefe del Ej¨¦rcito y para algunos verdadero hombre fuerte del r¨¦gimen, debi¨® dirigir anoche (madrugada de Espa?a) un mensaje a la naci¨®n, despu¨¦s que ya lo hiciera, el primero de julio, el presidente designado, general Reynaldo Bignone.
El contencioso del Beagle
El martes pr¨®ximo, los altos mandos de las fuerzas armadas, generales de divisi¨®n, vicealmirantes y brigadieres mayores, junto con sus respectivos comandantes en jefe, Cristino Nicolaides, Isaac Anaya, y Basilio Lami Dozo, se reunir¨¢n a considerar la actitud que debe adoptar Argentina, a prop¨®sito de la mediaci¨®n papal en el contencioso Beagle con Chile. Representantes de los tres cuerpos ya sostuvieron una primera reuni¨®n el viernes pasado, sobre el mismo tema, de la que nada trascendi¨®.Ayer se afirmaba que hasta ahora el aspecto m¨¢s definido del programa de gobierno del general Bignone es acelerar la recomposici¨®n de las relaciones con Estados Unidos. El presidente Ronald Reagan envi¨® a Bignone un mensaje de saludo, con motivo de la asunci¨®n de la presidencia de la Rep¨²blica por ¨¦ste, en el cual se expresa que "el presidente de los Estados Unidos concede un gran valor a las relaciones amistosas con Argentina".
Los partidos pol¨ªticos, consecuentes con la decisi¨®n de Bignone de volverles a autorizar, han comenzado sus primeras actividades y reuniones, en las que afloran ya unas electorales anticipadas. Esto ¨²ltimo es aplicable al peronismo, que parece incapaz de trascender una especie de complejo de Edipo, cuyas bases y juventudes gritan en todos los actos p¨²blicos: "Evita, Evita, ahora Isabelita".
Diferencias interperonistas
Las diferencias interperonistas van m¨¢s all¨¢, sin embargo. Deolindo Bitter, presidente del Justicialismo, fue acusado de ser un "dialoguista traidor" y de "claudicar ante un enemigo derrotado". Con gran realismo, Bitter respondi¨® a sus cr¨ªticos, en un acto p¨²blico ayer, que "el movimiento no puede volver a punta de pistola".Con el lema de "Isabel, conducci¨®n, contra toda la traici¨®n" y "Peronista, peronista, ni yanqui ni marxista", los j¨®venes turcos del peronismo descartaban, tambi¨¦n en el mismo acto, a sus l¨ªderes tradicionales. De todas maneras, dos hombres parecen afirmar su liderazgo. El moderado Angel F. Robledo, de 64 a?os y salud precaria, y el hombre de negocios Antonio Caffiero, que cuenta con el apoyo de la izquierda sindical.
Algunos comentaristas pol¨ªticos han estimado que las elecciones para la institucionalizaci¨®n del pa¨ªs deber¨ªan tener lugar de una manera gradual, para que puedan emerger liderazgos j¨®venes y renovadores que puedan encontrarse ocultos. Sobre este asunto de la gradualidad, el presidente Bignone no parece tener a¨²n ideas claras. Algunos estiman que podr¨ªa comenzar por elecciones municipales, luego provinciales, despu¨¦s legislativas, y para marzo de 1984 las presidenciales.
Evitar otra intervenci¨®n militar
El establishment militar argentino habla de la necesidad de obtener, con toda prioridad, un acuerdo previo con los partidos pol¨ªticos sobre la configuraci¨®n de la pr¨®xima etapa institucional para que, entre otras cosas, "se evite la necesidad de una nueva y posterior intervenci¨®n militar en la vida p¨²blica". En cualquier caso, se se?ala que en ning¨²n documento oficial del presidente Bignone se habla de democratizaci¨®n, sino de institucionalizaci¨®n.Peronistas y radicales, el 84%, del electorado argentino en las ¨²ltimas elecciones de 1973, parecen convencidos de que no se van a producir cambios sustanciales en la esfera econ¨®mica. La confusi¨®n subsiste a este respecto por la designaci¨®n de dos personalidades con una concepci¨®n econ¨®mica contrapuesta, como el ministro de Econom¨ªa, Dagnino Pastore, y el presidente del Banco Central, Domingo Cavallo.
La primera escaramuza entre ambos, a las pocas horas de asumir sus cargos, ha sido respecto a la paridad cambiaria del d¨®lar.
Dagnino Pastore quiere un d¨®lar ¨²nico a 23.000 pesos (actualmente se cambia a 15.600 pesos por d¨®lar), mientras que Cavallo prefiere un d¨®lar comercial a 20.000 pesos, y otro financiero a 29.000.
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