"La combusti¨®n del autom¨®vil de las v¨ªctimas no era normal", declara un polic¨ªa en el juicio sobre el 'caso Almer¨ªa'
La existencia de medios t¨¦cnicos dactilosc¨®picos suficientes para la identificaci¨®n de detenidos en los centros policiales almerienses y el estado de los cad¨¢veres de las v¨ªctimas y del Ford Fiesta en cuyo interior se encontraban, pocas horas despu¨¦s de su combusti¨®n en el punto kilom¨¦trico 8.400 de la carretera de G¨¦rgal han sido los dos temas fundamentales sobre los que han versado las preguntas dirigidas por el acusador particular, Dar¨ªo Fern¨¢ndez, a los testigos que declararon ayer ante el tribunal que juzga el caso Almer¨ªa.
Dos de estos testigos han sido los empleados de la funeraria San Jos¨¦, que en la ma?ana del d¨ªa 10 de mayo de 1981 fueron requeridos telef¨®nicamente por la Guardia Civil para que fueran a recoger los cad¨¢veres. El resto de los testigos han sido funcionarios de la comisar¨ªa de Almer¨ªa, entre ellos el comisario jefe Jos¨¦ S¨¢nchez Jimeno, que en la ma?ana de dicho d¨ªa se dirigieron por orden del Mando Unificado para la Lucha Contraterrorista al lugar de los hechos para obtener las huellas necrodactilares de las v¨ªctimas. Seg¨²n han manifestado, esta misi¨®n no fue ejecutada porque el juez de guardia, que ya se encontraba en el lugar, manifest¨® que las diligencias estaban siendo practicadas por la Guardia Civil.A preguntas del defensor del teniente ayundante, Manuel G¨®mez Torres, letrado Fulgencio P¨¦rez Dob¨®n, uno de los testigos, el inspector de polic¨ªa Antonio Ricol, puso de manifiesto ante el tribunal la extra?eza que le caus¨® la forma en que parec¨ªa que hab¨ªa ardido el Ford Fiesta de las v¨ªctimas. Antes hab¨ªa respondido a una pregunta del acusador particular que el interior del veh¨ªculo hab¨ªa desaparecido, formando una masa negra de hierros retorcidos. El letrado Fulgencio P¨¦rez Dob¨®n, quiso saber si el testigo hab¨ªa presenciado con anterioridad accidentes de carretera que hubieran producido la combusti¨®n del coche. "S¨ª, he visto accidentes de este tipo", respondi¨® "y lo que vi raro en ¨¦ste es que el interior del Ford Fiesta estaba destrozado mientras que su exterior ten¨ªa pintura. Cuando en estas circunstancias arde un coche la combusti¨®n del mismo es generalizada".
Este mismo testigo, coincidiendo con el testimonio de los dos empleados de la funeraria San Jos¨¦, manifest¨® que los cad¨¢veres -totalmente calcinados, sin extremidades inferiores ni superiores- estaban api?ados en el asiento posterior derecho del veh¨ªculo, y uno de ellos sal¨ªa como medio cuerpo por la ventanilla lateral trasera derecha. "Este era el m¨¢s identificable, luego hab¨ªa otro adherido a ¨¦l, y el tercero era como una masa", precis¨® el testigo.
El polic¨ªa Antonio Ricol tambi¨¦n aport¨® al tribunal otro dato, por otra parte ya recogido en el sumario, que alimenta las dudas sobre la forma de la combusti¨®n del coche de las v¨ªctimas. Cuando se marchaba del lugar junto con los otros funcionarios de polic¨ªa, sin haber realizado la misi¨®n que les hab¨ªa llevado hasta el lugar de los hechos, vio a algunos metros de este lugar, seg¨²n manifest¨®, una lata de unos cinco litros de gasolina y junto a ella un trapo limpio con algunas manchas de grasa, semienterrado en la tierra.
Este mismo testigo, que pertenece al gabinete de identificaci¨®n de la comisar¨ªa de polic¨ªa de Almer¨ªa, declar¨® que la Guardia Civil almeriense tiene un servicio dactilosc¨®pico m¨¢s completo que el de la propia comisar¨ªa de polic¨ªa, con m¨¢s materiales y con m¨¢s personal. El comisario jefe, Jos¨¦ S¨¢nchez Jimeno, declar¨® sobre esta misma cuesti¨®n: "Creo que s¨ª lo tiene" y en t¨¦rminos parecidos se manifest¨® el subcomisario Enrique Ru¨ªz Iba?ez. Este ¨²ltimo testigo consider¨® que para identificar a una persona era suficiente la coincidencia entre la impresi¨®n de las huellas que figuran en el DNI y las del propietario de este documento. "?Si no para qu¨¦ sirve el DNI?", pregunt¨® el propio testigo.
El testimonio de estos profesionales era considerado importante por la acusaci¨®n particular ya que varios guardias civiles que han comparecido como testigos ante el tribunal y el propio procesado teniente coronel Castillo Quero han manifestado que la Guardia Civil de Almer¨ªa no dispon¨ªa en la ¨¦poca de los hechos de un servicio dactilosc¨®pico capaz de identificar a los detenidos. Por otra parte, estos testigos, y muy concretamente el comisario jefe, no han podido concretar el papel del gobernador civil de la provincia, como jefe de todas las fuerzas de seguridad del Estado a nivel provincial, en la operaci¨®n que llev¨® a la detenci¨®n de los tres j¨®venes que fueron confundidos con los etarras que atentaron contra el teniente general Valenzuela. A la pregunta de si sab¨ªa si la Guardia Civil hab¨ªa comunicado la detenci¨®n de los tres j¨®venes al gobernador civil, el comisario jefe respondi¨® que no lo sab¨ªa. El mismo testigo respondi¨® a una pregunta del abogado Fulgencio P¨¦rez Dob¨®n que la colaboraci¨®n entre la polic¨ªa y la Guardia Civil en materia de terrorismo se efectuaba a trav¨¦s del Mando ?nico Antiterrorista en Madrid.
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