La intransigencia palestina e israel¨ª es m¨¢s aparente que real
Las negociaciones con el prop¨®sito de conseguir la salida de los miembros de la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP) de Beirut parecen estancadas, debido a un doble rechazo: el de la propia OLP, cuyo portavoz, Labadi, ha rechazado cualquier evacuaci¨®n en nav¨ªos norteamericanos, y el de Israel, cuyo Gobierno ha reafirmado su oposici¨®n al establecimiento de una oficina de informaci¨®n palestina en Beirut y a la integraci¨®n de dos unidades de la OLP en el Ej¨¦rcito liban¨¦s.
La situaci¨®n, de cualquier manera, es menos tr¨¢gica de lo que parece. Incluso teniendo en cuenta el ultim¨¢tum israel¨ª -revelado por el secretario de Defensa estadounidense, Caspar Weinberger-, seg¨²n el cual la negociaci¨®n debe estar terminada el pr¨®ximo domingo, 11 de julio. El primer ministro de Israel, Mert¨¢jem Beguin, ha desmentido categ¨®ricamente la existencia de tal ultim¨¢tum.Si bien Labadi excluye la salida palestina a bordo de buques norteamericanos, en ning¨²n momento ha comentado que la OLP reh¨²se abandonar Beirut a bordo de nav¨ªos con bandera francesa o pabell¨®n de la Cruz Roja Internacional.
Adem¨¢s, la OLP acepta la participaci¨®n de tropas norteamericanas en la fuerza multinacional que, eventualmente, se estacionar¨ªa en Beirut occidental con una misi¨®n pacificadora. El "no" palestino est¨¢ destinado, sobre todo, a distanciarse de Estados Unidos y a reafirmar la independencia de la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina. Los palestinos dicen realmente: "S¨ª, pero...". Incluso, el "no" israel¨ª -se comenta en Jerusal¨¦n- tampoco es la ¨²ltima palabra de? Gobierno Beguin.
Israel, se asegura, ceder¨¢ soolamente en el ¨²ltimo momento, cuando otros problemas hayan sido solucionados y cuando "tengamos (los israel¨ªes) la certidumbre de que los palestinos est¨¢n dispuestos a embarcar inmediatamente, sea cual fuere la nacionalidad o pabell¨®n de los barcos".
Esto quiere decir que si una presencia palestina simb¨®lica en Beirut es la condici¨®n indispensable para que se apliquen el resto de los puntos del acuerdo sobre la evacuaci¨®n de la OLP, el Gobierno ?srael¨ª no pondr¨ªa ning¨²n obst¨¢culo.
Las conversaciones prosiguen, mientras tanto, en Beirut y Jerusal¨¦n, donde hay un "prudente optimisrno".
Sin embargo, la empedernida oposici¨®n del Gobierno Beguin a la presencia, incluso simb¨®lica, de una misi¨®n civil de la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina en Beirut, es un resorte m¨¢s en la guerra de nervios desatada contra los l¨ªderes palestinos.
Inter¨¦s norteamericano
En Jerusal¨¦n se entiende perfectamente el inter¨¦s de Estados Unidos en conseguir los favores de la OLP, al demostrar a Yasir Arafat que Washington puede lograr resultados donde Mosc¨² ha fracasado: obtener coneesiones de Israel.
Aqu¨ª est¨¢ la clave de la importancia que concede la Administraci¨®n de Ronald Reagan a poder arrancar al Gobierno Beguin un acuerdo para el mantenimiento en Beirut de una oficina de informaci¨®n de la OLP.
Los intereses de Israel, o mejor, los intereses de Israel desde la ¨®pt¨ªca de Begu¨ªn y Ariel Sharon, exigen, muy al contrar¨ªo, que la OLP permanezca firmemente al¨ªada a los sovi¨¦ticos y al Frente de Firmeza Arabe, animado por el sirio Hafez el Assad y el libio, Muamar Gadafi.
Cuanto m¨¢s extremista se muestre la OLP, m¨¢s f¨¢cil ser¨¢ la tarea de ]Beguin y Sharon para concluir sus planes anexionistas en Cisjordania y Gaza.
De aqu¨ª proviene tambi¨¦n el inter¨¦s del actual Gobierno de Israel de llevar a la OLP lo m¨¢s directamente posible hacia los brazos del Kremlin e impedir cualquier aproximaci¨®n entre Yasir Arafat y la Administraci¨®n Reagan.
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