Ideolog¨ªa y poder
Encuentro a Pablo Castellano por su barrio y me lo dice muy bien:-No parecen pol¨ªticos. Parecen pretorianos reparti¨¦ndose las legiones romanas.
Lo cual que quiere Pablo que le firme unos libros a su ni?a. Aqu¨ª tenemos, tanto en la izquierda como en la derecha, unos pol¨ªticos que comercian en ideolog¨ªas y otros pol¨ªticos que s¨®lo comercian con el poder. El se?or Lara (Planeta) parece que va a jugar electoralmente con Fraga, lo cual le obliga moralmente -gesto que le honra- a devolverles a los yanquis su revista Playboy en castellano (ya lo ha hecho), porque no se puede predicar la familia como c¨¦lula fundamental, que es la ideolog¨ªa de Fraga, y darse luego al tr¨¢fico couch¨¦vaginal. Aqu¨ª van con la ideolog¨ªa por delante Santiago Corrillo, Felipe Gonz¨¢lez, el citado Pablo, Fern¨¢ndez-Ord¨®?ez, Ruiz-Gim¨¦nez y el citado Fraga, que, ya que no unas ideas, tiene unas creencias. (Recientemente hemos elucidado esta distinci¨®n en otra columna.) Los dem¨¢s viven del poder que no tienen y la gloria que perdieron. Fue peligroso el matrimonio Su¨¢rez /Carrillo, celebrado en la Moncloa, como todos recordamos, porque Su¨¢rez era la novia desideologizada que, aparte sus pragmatismos, pod¨ªa quedar fecundado en cualquier momento por un viejo pol¨ªtico con una ideolog¨ªa hist¨®rica entre pecho y espalda antibalas. Peligroso, digo, para la derecha. Por eso les divorciaron tipo I?igo / lossette, que ahora se separan el vasco y la brasileira, sin mayor sorpresa por parte de uno. El columnista intuye que la brasileira era impermeable a las televisiones suasorias de su santo esposo. Pero cada uno en su casa y Dios en la de Ruiz-Gim¨¦nez.
Calvo Sotelo no tiene una ideolog¨ªa, sino un contrato. Landelino Lavilla, Herrero de Mi?¨®n y Oscar Alzaga no tienen unas ideolog¨ªas, sino unas devociones. Jota/Jota Ros¨®n no tiene una ideolog¨ªa, sino una nostalgia azul y una eficacia f¨¢ctica. El orden es su morada, su, imperativo categorico, su petici¨®n de principio y su tesis / ant¨ªtesis. A Hegel, Leibniz, Spinoza y Kant los manda esposar todas las noches en la Direcci¨®n General de Sol, hasta por la ma?ana, que se van a desayunar a Postas. Su¨¢rez no emana ideolog¨ªa, sino poder. Hay, pol¨ªticos que tienen poder, aunque: no est¨¦n en el poder, como hay se?oritas que tienen sexy, aunque no, est¨¦n en las caballerizas art¨ªsticas, de Dami¨¢n Rabal. Es otra cosa. El pol¨ªtico sin ideolog¨ªa es una figura obscena, claro. El poder como ideolog¨ªa, aun cuando no se ejerza, es fascismo latente. La gran prevaricaci¨®n de esta democracia es que unos pol¨ªticos echan por delante su ideolog¨ªa y otros su poder, como un desigual duelo a espada y florete. El nombre de Baudelaire, en su ¨²ltima etimolog¨ªa, significa espad¨ªn. El de Calvo Sotelo, no. Unos presentan sus ideolog¨ªas como poder (poder de convocatoria entre el pueblo, etc¨¦tera) y los m¨¢s presentan su poder como ideolog¨ªa. El pueblo, as¨ª, va siendo el depositario inconsciente de las ideolog¨ªas, y desprecia un poco a los pol¨ªticos que s¨®lo le convocan como fuerza motriz del poder. Cuando el pueblo comienza a saber que no es convocado por sus ideas y opiniones, sino por su energ¨ªa est¨¢tica, como un salto el¨¦ctrico, es cuando empieza a recelar. Esto explica los niveles de abstenci¨®n. Agatha Ruiz de la Prada presenta sus trajes en la Galer¨ªa Vijande. Lienzos de pintor utilizados como new look. El teatro Progreso se refugia en el g¨¦nero chico y en Katiuska.
El elitismo est¨¦tico, por un lado, y el subconsciente colectivo y nost¨¢lgico, por otro, passan de rollo y rechazan el poder como ideolog¨ªa, que es lo que hoy se nos ofrece desde el apparat. Esto no lo resuelven ni los turcos que vinieran de Turqu¨ªa. Alguien, aqu¨ª, tendr¨¢ que ponerse a pensar.
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