Landelino Lavilla fue elegido presidente centrista, con amplios poderes, en medio de una fuerte contestaci¨®n

Con un 66 por ciento de los votos del Consejo Pol¨ªtico de UCD a su favor, Landelino Uvilla result¨® elegido anoche presidente del partido en el poder, no sin que antes se registrase un duro y tenso debate en torno a las duras condiciones, que algunos consejeros calificaron de "exigencia de poderes absolutos", impuestas por el candidato para aceptar el puesto. las cr¨ªticas a la petici¨®n de "superpoderes" por parte de Lavilla estuvieron a punto de bloquear esta aceptaci¨®n, cre¨¢ndose un ambiente de confusi¨®n total en el organismo decisorio de UCD.

A primera hora de la noche, la confusi¨®n era total: Lavilla hab¨ªa anunciado que retiraba su aceptaci¨®n del cargo, a la vista de las cr¨ªticas que recib¨ªan sus propuestas de "estado de excepci¨®n" durante dos meses. Se hablaba de una convocatoria extraordinaria del comit¨¦ ejecutivo para buscar una soluci¨®n de emergencia. Pero tal reuni¨®n no lleg¨® a celebrarse, ya que el candidato acab¨® por dejarse convencer por los alarmados dirigentes del partido. Mientras tanto, los socialdem¨®cratas residuales y los suaristas insist¨ªan, en sus conversaciones con los periodistas, en que lo que se prepara, al final, es una alianza con la derecha."Hoy se est¨¢ asistiendo al suicidio de UCD como partido para pasar a ser una m¨¢quina electoral bajo la batuta de Lavilla", dijo un alto funcionario centrista, de procedencia socialdem¨®crata. Se refer¨ªa este funcionario fundamentalmente al olvido en que parece haber ca¨ªdo, por parte de Landelino Lavilla, el documento aprobado por el Comit¨¦ Ejecutivo de UCD el pasado d¨ªa 3 de julio, documento que, en su punto sexto, negaba la posibilidad de una alianza poselectoral con AP, lo mismo que negaba la posibilidad de admitir tendencias internas en el partido. Finalmente, el documento acabar¨ªa por ser discutido, tras la votaci¨®n en la que se eligi¨® a Lav¨ªlla por 144 votos a favor, 65 abstenciones y 5 nulos -dos de estos ¨²ltimos, favorables a Adolfo Su¨¢rez-.

En una conferencia de Prensa que sigui¨® a su intervenci¨®n ante el Consejo Pol¨ªtico, que tuvo lugar a puerta cerrada por decisi¨®n personal de Calvo Sotelo y contra la voluntad del propio Lavi?a, ¨¦ste dijo estar "libre de pactos y compromisos. No voy a operar con un reparto de cuotas de poder ni componendas de ning¨²n tipo", dijo el presidente del Congreso, quien dio , entender claramente que manejar¨¢ las cosas del partido como crei m¨¢s conveniente.

Tras explicar su dec¨¢logo (ve¨¢se p¨¢gina siguiente) para aceptar la presidencia, Lavilla dijo que no aceptar¨ªa ser presidente sin un respaldo generalizado que, "desde luego, no sea un 51 %". Reconoci¨® que en sus reuniones con Adolfo Su¨¢rez y Calvo Sotelo se acept¨® un¨¢nimemente que el presidente del partido debe contar con amplios poderes, aunque no quiso detallar ante los periodistas por qu¨¦ no se quiso conceder la presidencia del partido a Su¨¢rez. Al respecto se mostr¨® especialmente ambiguo cuando se le pregunt¨® si Calvo Sotelo hab¨ªa hecho alusi¨®n a que determinados poderes f¨¢cticos vetaron el nombre de Su¨¢rez: "Yo no he revelado a nadie el contenido de mis conversaciones con esas otras dos personas", se limit¨® a decir. Sin embargo, la sombra de los llamados "poderes f¨¢cticos" plane¨® constantemente sobre la reuni¨®n, por m¨¢s que solo Fernando Abril, en una larga intervenci¨®n, se atreviese a decir, textualmente: "estoy hasta las narices de que se hable de los riesgos del Estado; aqu¨ª no pasa nada, y ya es hora de decir a los militares y a los banqueros que se ocupen de sus problemas, y no de los dem¨¢s".

Cambios en el Gobierno

Tres puntos especialmente conflictivos de la conferencia de Prensa de Lavilla se refirieron al deseo expresado por ¨¦ste de que se realicen cambios en el Gobierno; al respecto, dijo que, aunque se entiende perfectamente con Calvo Sotelo, "entenderse no es estar de acuerdo en todo. Cuando hablemos Calvo Sotelo y yo sobre posibles cambios en el Gobierno, si es que hablamos, ya veremos lo que pasa". Un segundo tema conflictivo se refiere a la doble militancia dentro de UCD: dijo que la pertenencia a una fundaci¨®n o club "conceptualmente no es doble militancia, aunque depender¨¢ de las circunstancias en cada caso". La villa admiti¨® como algo positivo la existencia de tendencias internas y no organizadas dentro del partido, aunque en el documento del Comit¨¦ Ejecutivo antes citado quedaban expresamente excluidas.

El tercer tema, que suscit¨® mayores controversias en el encuentro de Lavilla con los periodistas, tuvo como protagonista un posible pacto con Alianza Popular: "Hay que aprovechar los meses que quedan para que UCD se pueda presentar como una oferta pol¨ªtica diferenciada, primando el sentimiento hist¨®rico de que es buena una oferta de centro", fue lo ¨²nico que quiso comentar el candidato a la presidencia de UCD.

La conclusi¨®n que pudo obtenerse tras esta conferencia de Prensa es que, pese al "perfecto entendimiento" que dijo mantener con Calvo Sotelo, existen claras diferencias de criterio entre ambos en puntos como el de la remodelaci¨®n del Gabinete, imprescindible, seg¨²n Lavilla, y no necesaria, seg¨²n afirm¨® la pasada semana, para el pres¨ªdente del Gobierno. Pero, para todos los observadores, resulta obvio que el presidente del partido prima ahora sobre la Moncloa.

El debate posterior en el seno del Conse o Pol¨ªtico, que se desarroll¨® tambi¨¦n a puerta cerrada hasta horas de la noche, mostr¨® que no todos estaban de acuerdo con, las condiciones expresadas en el dec¨¢logo de Lavilla. El ministro de Administraci¨®n Territorial, el socialdem¨®crata Rafael Arias Salgado, pidi¨® que se votasen separadamente los puntos propuestos por Lavilla y que, en todo caso, se aclarase el concepto de "tendencias internas", se pronunciase una firme negativa a la doble militancia -Arias Salgado no desaprovech¨® la ocasi¨®n de atacar a Antonio Garrigues, que en esos momentos constitu¨ªa su propio partido- y que se pronunciase una negativa m¨¢s firme a¨²n contra las alianzas electorales: "Creo que hay gente dentro del partido y del Gobierno que favorece una coalici¨®n anticipada con AP", dijo.

Finalmente Arias Salgado pidi¨® que se vote sobre el mantenimiento de la integridad constitucional, ya que, seg¨²n su opini¨®n, "hay partIdos que no est¨¢n dispuestos a admitir toda la Constituci¨®n; todos saben por d¨®nde se quiere empezar a reformarla, pero no d¨®nde se termina esta reforma". La propuesta de Arias-Salgado, muy aplaudida, no lleg¨® a ser votada. Tambi¨¦n el socialdem¨®crata Rodr¨ªguez Alcaide critic¨® la "equ¨ªvoca postura" de Lavilla, lo mismo que el vicepresidente econ¨®mico del Gobierno, Juan Antonio Garc¨ªa D¨ªez, quien, en un discurso que muchos interpretaron como de despedida del Gabinete, afirm¨® que ya no es posible una UCD de todos: "No estar¨¦ en una UCD en la que pienso que soy un estorbo y donde mi ideolog¨ªa no pueda ser respetada".

Algunos consejeros pertenecientes al ala liberal -entre ellos la ministra de Cultura, Soledad Becerril, quien realiz¨® una intervenci¨®n calificada de "muy floja"- apoyaron las condiciones impuestas por el aspirante a presidente. Entre los azules, el vicepresidente Rodolfo Mart¨ªn Villa, el hombre que el lunes, con sus ataques y veladas amenazas contra Su¨¢rez, hizo tambalearse el precario equilibrio logrado hasta el momento, dijo ayer que apoyar¨ªa a Lavilla, mientras el tambi¨¦n azul Jes¨²s Sancho Rof ped¨ªa al candidato que moderase sus posturas en cuanto al nombramiento de gestoras disciplinarias y en cuanto a su presencia en la comisi¨®n nacional de elecciones.

Sin embargo, fue el ex ministro P¨¦rez Miyares, hoy a caballo entre azules y suaristas, quien se mostr¨® m¨¢s duro: "Yo, que vengo de un sindicato vertical y a quien algunos consideran un facha, no puedo aguantar estas actuaciones dictatoriales de quien en Palma de Mallorca tanto clamaba por la democracia interna. Si Su¨¢rez hubiera planteado estas condiciones de comisario pol¨ªtico que quiere Lavilla, se habr¨ªa liado aqu¨ª una bronca monumental. Esta es una de las situaciones m¨¢s vergonzantes que he presenciado en mi vida", dijo a EL PAIS.

El des¨¢nimo y la incertidumbre cund¨ªan mientras el emisario de Lavilla, Juan Antonio Ortega, negociaba -y finalmente obten¨ªa- la aceptaci¨®n de los azules. El suarista Jes¨²s Viana, que no ahorr¨® ataques al "mentiroso" Calvo Sotelo, consider¨®, tras la reuni¨®n, que la crisis de UCD "est¨¢ cerrada".