El fantasma 'rock'
El fantasma del para¨ªso es una vieja novela de misterio, con truculentos ecos rocambolescos, escrita por Gaston Leroux, y que hizo fortuna popular entre los lectores de folletones, tan en boga a principios de siglo. Fue llevada al cine en tres ocasiones, y dos son interesantes.En una, rodada en 1925, el fantasma fue el m¨ªtico Lon Chaney, dirigido por Rupert Julian; en 1943, el rom¨¢ntico y l¨²gubre monstruo fue encarnado por el gran Claude Rains, en versi¨®n de Arthur Lubin; una tercera, rodada en 1961, corri¨® a cargo del brit¨¢nico Herbert Lom, con direcci¨®n de Terence Fisher.
Por supuesto, aunque en lo relativo al empleo de color y la creaci¨®n de climas m¨®rbidos el filme de Lubin conserva alg¨²n inter¨¦s, y el de Julian es un cl¨¢sico del cine de terror, lo que hoy queda de estas versiones son, sobre todo, las emocionantes sombras de Chaney y Rains.
Parec¨ªa que la g¨®tica historia estaba ya suficientemente orde?ada, cuando un cineasta de mirada original, un brillante, culto y exquisito norteamericano de la escuela de la coste Este, Brian de Palma, le dio la vuelta a la tuerca y descubri¨®que, de alguna manera, el mito del fantasma aun segu¨ªa con algunos recovecos inexplorados. El fantasma del Paraiso, rodada en 1973, demostr¨® que estaba en lo cierto.
Brian de Palma es uno de los ni?os prodigios de la generaci¨®n de los a?os sesenta en el cine norteamericano, junto con John Milius, Francis Ford Coppola, Steven Spielberg, George Lucas, Peter Bogdanovich, y otros. No han dado todav¨ªa una obra redonda, pero de cuando en cuando se acercan, y, por los s¨ªntomas, pueden llegar a darla a la vuelta de la esquina. Saben, quiz¨¢s demasiado, lo que hacen, y esto es una garant¨ªa de que sus productos, incluso los malos, tienen alg¨²n sentido.
El fantasma del paraiso es cine con cine dentro, tiene aire de refrito culto, de filme h¨ªbrido consciente de s¨ª mismo y, en definitiva, como casi todo el cine de esta generaci¨®n, ole c¨¢lculo de cin¨¦filo pasado por buen comerciante. La pel¨ªcula va dirigida a gente que sabe de cine, que suele seguir las modas, y, ese es tal vez su tal¨®n de Aquiles, porque esto le otorga cierta frialdad formularia. Y sin ambargo, es una interesante pel¨ªcula, que merece verse, aunque con algunas cautelas, porque lleva dentro algunos gramos de enga?o, sutil, no adocenado, pero enga?o.
La brillantez de la f¨®rmula de Brian de Palma -y la ra¨ªz de su equivocidad- hay que buscarla en que su originalidad est¨¢ fabricada parad¨®jicamente con falta de ella: es um sagaz coleccionista de ideas ajenas, de m¨¦todos de otros, lo que convierte a su cine en un nutrido almac¨¦n en el que la inspiraci¨®n y el talento se confunden a veces con la cultura cinematogr¨¢fica, y, ciertamente, son cosas distintas.
En El fantasma del para¨ªso, que es la mejor, pel¨ªcula que conozco de ¨¦l, el caj¨®n de sastre, que es la fuente de la fertilidad de este director, est¨¢ m¨¢s ordenado que en otros filmes suyos, tal vez por la fuerza referencial. de la historia, que, en t¨¦rminos generales es una traslac¨ª¨®n del mito del fantasma al ¨¢mbito de una discoteca rock. No obstante, all¨ª est¨¢n las reminiscencias de Hitchcock, de Jean-Luc,Godard, del gusto por la combinaci¨®n entre el efectismo y la naturalidad documentalista, el eco del thriller: retales.
El filme se ve bien. No tiene la fuerza de algunas de sus referencias, pero la ordenaci¨®n del relato es l¨ªmpia y, al estilo de Brian de Palma, transcurren sus muchos recovecos y c¨¢lculos como si todo fuera inventado, aunque sea viejo.
El fantasma del para¨ªso se emite hoy a las 21.35 por la primera cadena.
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