Delicado melodrama

Alexander Mackendrick fue un norteamericano colocado, por raras coincidencias, en la punta del cine ingl¨¦s de la posguerra. All¨ª, como ni?o mimado de los estudios Ealing de Londres, dirigi¨® comedias sutiles, contenidas y, sin embargo, desbordantes de gracia y penetraci¨®n, como El quinteto de la muerte o El hombre vestido de Blanco. Sin embargo, poco a poco, el cine de Mackendrick comenz¨® a virar, hacia un progresivo compromiso con el drama, que desarroll¨® a su vuelta a los Estados Unidos, en dos filmes de fondo negro: un thriller de Clifford Odets, Sweet Smell of Succes, con un dur¨ªsimo duo entre Tony Curtis y Burt Lancaster, y la admirable Con el viento en las velas, rodada en 1965.Antes de su vuelta a los U.S.A., Mackendrick realiz¨® en 1953, todav¨ªa en los Ealing, una curiosa pel¨ªcula intermedia entre comedia y drama. Se titula Mandy, y es uno de los m¨¢s delicados y elegantes melodramas del cine brit¨¢nico, en el que, con formas dulces, Mackendrick asoma ya su inquietud por los aspectos negros de la ni?ez, que abordar¨ªa m¨¢s tarde, sin barreras, en Con el viento en las velas.

Mandy es un filme que, en su g¨¦nero, se acerca a la perfecci¨®n. Bucea con transparencia y elegancia notables en el abismo de la mente de una ni?a sordomuda y realmente conmueve y apasiona. Jack Hawkins y Mandy Miller son aprovechados por Mackendrick hasta las migajas. El resultado es s¨®lido, emotivo, redondo, penetrante.

Mandy se emite ma?ana a las 16.00 por la primera cadena.