Las palabras de Aguirre Gonzalo

Al leer la rese?a de la presentaci¨®n del Anuario del mercado espa?ol 1982, que hizo el se?or Jos¨¦ Mar¨ªa Aguirre Gonzalo (EL PAIS, 6 de julio de 1982), varios comentarios me vienen a la cabeza.Pasa a la p¨¢gina 8

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Primero, ni los economistas ni nadie con un m¨ªnimo de sentido (incluidos los premios Nobel) tratan a la econom¨ªa como una ciencia exacta. Las matem¨¢ticas son una ciencia exacta. Las dem¨¢s (f¨ªsica, biolog¨ªa, etc¨¦tera) son ciencias emp¨ªricas. Es decir, son ciencias que utilizan datos y procuran hacer un an¨¢lisis sistem¨¢tico y riguroso de los mismos. Por supueslo, todas las ciencias emp¨ªricas cometen errores. No conozco ning¨²n economista que pretenda que las mediciones de la econom¨ªa sean m¨¢s precisas que las de la f¨ªsica. Pero lo que el se?or Aguirre pretende es:

1. O que no se utilicen datos en econom¨ªa.

2. O que, en caso de que se utilicen, no se sometan a un an¨¢lisis ni sistem¨¢tico ni riguroso.

Su met¨¢fora "cuando los cocineros se pelean, el asado se quema" resulta particularmente inadecuada en el contexto en el que el se?or Aguirre la utiliza.

De las pocas cosas que en econom¨ªa se saben, una de ellas es que, bajo ciertas condiciones, claro est¨¢, cuando los agentes econ¨®micos se pelean (siguiendo las reglas del juego), se consigue una asignaci¨®n ¨®ptima de recursos, que produce un ¨®ptimo social con un m¨¢ximo de renta para una distribuci¨®n inicial determinada de recursos.

Este resultado, que tiene una fundamentaci¨®n te¨®rica impresionante (con todas las limitaciones que se quiera), tiene tambi¨¦n una evidencia a su favor: el ¨¦xito de las econom¨ªas occidentales, basadas primordialmente en el funcionamiento del mercado. De hecho, el sistema que m¨¢s parece ajustarse a la soluci¨®n propugnada por el se?or Aguirre -"un jefe que gobierne con autoridad y no se deje dominar por la opini¨®n p¨²blica"- es el sistema sovi¨¦tico, sistema que parece haber tenido bastante poco ¨¦xito en lo que se refiere a la econom¨ªa.

Por ¨²ltimo, estoy de acuerdo en que se necesitan empresarios (y que ¨¦stos no se fuguen).

Pero lo cierto es que no me extra?a que los empresarios se asusten cuando oyen, por boca de un presidente de un importante banco, frases como las anteriores. / editor asociado Journal of Business and Economic Statistics.